domingo, 22 de abril de 2012

The way you are Jemi cap.8



El anzuelo había atravesado la camiseta y se le había metido en el bolsillo de su camisa. Demi se rió. 

-Parece que te he enganchado. 
Él se la quedó mirando otra vez durante Un largo rato. Parecía como si no la hubiera visto nunca hasta esa mañana, a juzgar por la cantidad de veces que Se había quedado así desde que ella fue a recogerle. 
-Nunca te había visto reírte asÍ. 
-Porque nunca antes me había sentido asÍ. Quiero decir, tan relajada, tan contenta; aquÍ, paseando tranquilamente y... y siendo yo misma. 
-Quédate quieta mientras sigamos enganchados -le dijo mientras trataba de sacarse el anzuelo del bolsillo-. ¡Maldita sea! Creo que voy a tener que cortarlo. . Entonces, Se sacó del bolsillo una vieja navaja. 
-Lo siento, chica, pero es la única forma. Ya te compraré otra camiseta -le dijo mientras empezaba a cortar la tela. 
-No tienes por qué hacerlo, al fin y al cabo ha sido culpa mía. 
-Quédate quieta para que no te Corte -le dijo volviendo a deslizar la mano bajo el tejido otra vez. 
Demi se sintió tremendamente femenina al ver esa morena Y velluda mano dentro de su camiseta, y se le quedó mi rando como fascinada mientras él manipulaba el anzuelo; Joe se dio cuenta de esa mirada y se la devolvió. 
-¿Por qué no quieres que te toque?- El labio inferior de Demi tembló un poco. 
-Es... es que nadie me ha tocado... de esa forma desde que tenía dieciocho años, Joe. 
-Si hubiera continuado un minuto más, seguro que me habrías dejado hacer más cosas, ¿verdad? -le preguntó él Ella se humedeció los labios y sus ojos grises buscaron los azules de él dubitativamente. 
-No creo que hubiera pasado eso. 
-¿Y por qué no? Yo soy humano, Demi. Puedo ser un bestia y estar a medio civilizar, pero Soy perfectamente capaz de desear a una mujer. 
-¡Oh! Yo no quería decir eso. Joe tú... tú te has acostado con mujeres, ¿no? El tiempo parecía haberse detenido entre ellos. 
-Sí, los hombres no me van -le dijo él en broma, pero sin reírse.
-Es que yo nunca he estado en la cama con un hombre -susurró ella. Joe pareció extrañarse. 
-Tienes ya veintiséis años. 
Ella sonrió nerviosamente. El tenerle tan cerca la estaba afectando tremendamente. 
-Ya lo sé. ¿Crees que debería inscribirme en el libro Guinness de los récords? 
-No si me sigues mirando así. 
-Oh, lo siento -le contestó ella cuando se dio cuenta de cómo le estaba mirando.
-Me excitas -le dijo él, volviendo a prestar atención al anzuelo-. Ahora, quieta -le dio cuando terminó de quitárselo: -Gracias. 
-De nada -le contestó Joe secamente.
-Joe, yo no quería decir que... -le dijo, perdiendo el hilo de sus pensamientos cuando le miró a los ojos-. No sabía... no intentaba... 
-Déjalo -le contestó él alargándole la cesta de pesca con una cálida e inteligente mirada de comprensión-. Hace ya mucho tiempo que no estoy con una mujer -le dijo lentamente-.
-Ha sido un momento como fuera del tiempo, eso es todo. No hay nada que temer. Por supuesto -le dijo ella, reaccionando y controlando el nerviosismo.
Se había comportado como una jovencita tímida y ahora sabía, que, si bien era cierto que Joe necesitaba lecciones de cómo comportarse, no ocurría lo mismo en cuanto a hacer el amor se refería. Sabía exactamente lo que hacer con una mujer. Desde que le conocía, nunca había pensado en él como amante, y ahora le era completamente imposible pensar en él de otra forma Continuaron durante un buen rato hablando de generalidades y, cuando capturaron un buen número de peces, recogieron sus trastos y volvieron a la casa. 
-Me lo he pasado muy bien hoy, gracias -le dijo ella. No le apetecía nada el separarse de él yeso era curioso, ya que en el pasado siempre había querido mantenerse fuera de su vista. 
-y yo -le replicó él. Joe se la quedó mirando durante un instante. 
-¿Quieres quedarte a cenar? Podríamos cocinar juntos lo que hemos pescado.Tendría que haberle dicho que no, pero no lo hizo. En vez de eso, se le encendió el rostro y le sonrió. 
-¡De acuerdo! 
-¿Podrías limpiar los peces tú?- Demi frunció el ceño. 
-Joe, me fastidia enormemente dar la impresión de que no sé hacer nada, pero creo que no voy a saber hacerlo. El tío no pescaba, ya lo sabes. . 
-Sí, y limpiar pescado no es algo que se aprenda en la universidad, ¿verdad, señorita?- Joe no dijo aquello de una forma insultante. Ella lo sabía. En respuesta, le acarició el rostro. 
-¿Es que te molestan mis orígenes? 
-No. Si quieres, te puedo. decir que he pensado mucho en ti. Hasta que tú llegaste, nunca había conocido a una verdadera dama. 
-Supongo que habría veces que no pensarías eso de mí -murmuró ella sonriéndole y siguiéndole a la cocina. 
-Sí, a veces eres un poco cabezota, de acuerdo- en ese mismo momento, la agarró por la muñeca y la atrajo hacia sí, apretándola contra su cuerpo-. Pero me gustas de esa forma, Demi. Una mujer con temperamento -murmuró inclinándose sobre ella-, suele ser muy apasionada... La boca de Joe se ápretó contra la suya otra vez y Demi dejó escapar un murmullo de satisfacción, saboreando ese recio beso. Cuando él levantó la cabeza, los ojos le brillaban con una nueva emoción. 
-¿Por qué has hecho ese ruido? ¿Por miedo o por plácer? Los labios de Demi temblaron y, turbada, se apartó un poco de él. 
-Voy a empezar a preparar el pescado. 
-Bueno, entonces, voy a pelar unas patatas para freírlas. -

2 comentarios:

  1. Te amo Miche... hahahaa
    me encanta esta nove... :)!

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  2. dios demi debe tener claro que el querer cambiar joe no es por ashley jajaj amo esa parea

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