viernes, 6 de abril de 2012

Legal Love Cap.21


No era inusual que N.J. desayunara con Miley y su padre, pero, como en los últimos meses se había mostrado tan distante y reservado, a la joven le sorprendió encontrarlo sentado en el comedor a la mañana siguiente con su
padre. Sin embargo, lo que más le chocó fue encontrar el desayuno ya hecho.
—¿Sorprendida? —murmuró N.J. divertido, recorriendo posesivamente la figura de Miley con sus ojos negros — . ¿Por qué será que todas las mujeres piensan que los hombres somos unos inútiles? Vamos, siéntate antes de que se enfríen las tortitas, el bacon y los huevos revueltos.
Miley tomó asiento frente a él, al lado de su padre. Observó
extrañada que este estaba vestido con su mejor traje.
—¿Me he perdido algo, hay una celebración hoy, o algo así?
—Um, no —contestó el ranchero incómodo—. Voy a ... bueno, esta mañana voy a ir al banco para pagar la hipoteca sobre la propiedad.
—¿Con qué dinero? —inquirió ella suspicaz.
—Ya te lo contaremos más tarde —intervino Nick—. Ahora come.
—¿Papá? —insistió Miley, mirándolo. Su padre tenía un aire de culpabilidad, y cuando la joven se volvió a mirar a N.J., una sonrisa de satisfacción brillaba en sus labios—. Esto es cosa tuya, ¿no es cierto? ¿Le has dado el dinero para pagar la hipoteca? —exigió saber.
— Ahora es mi suegro —contestó N.J. calmadamente—, y pronto seremos socios. De hecho, tu padre va a encargarse del papeleo hoy mismo, cuando vaya a la ciudad.
—¿Y tú?, ¿no vas con él? —inquirió ella extrañada, fijándose en que se había puesto la ropa de trabajo. Él se encogió de hombros a modo de disculpa.
—Hoy nos llega una partida nueva de ganado, y alguien tiene que quedarse aquí para firmar los recibos y supervisar su descarga.
—¿Una partida nueva? —repitió la joven perpleja —. ¿Qué partida nueva?
— Unas cuantas vaquillas, eso es todo —contestó él, y añadió con una sonrisa—. Pero vamos a tener dos toros de Santa Gertrudis. Mis hermanos vienen mañana para cerrar el trato.
—¿Cuántos hermanos dijiste que tenías? —inquirió ella, recordando vagamente que los había mencionado la noche anterior.
—Tres.
— Dios nos asista —murmuró ella—. ¿Y están casados?
Él la miró con los ojos entornados.
—Uno sí, el más joven. Los dos mayores aún están solteros, y más vale que no empieces a tener ideas raras porque ya tienes marido, por si no lo recuerdas.
—Solo hasta que consiga que me firmes cierto papel —contestó ella sonriendo dulcemente.
—Cuando nieve en el infierno.
—Primero quieres una anulación, y de repente ya no la quieres. ¿Se puede saber de qué va todo esto?
— Digamos que recobré el sentido común justo a tiempo —le contestó N.J., sonriendo mientras untaba margarina en una tostada. Bajó la vista a los generosos labios de Miley, donde se detuvo largo rato antes de volver a fijarse en los ojos de la joven—. Reconozco la calidad cuando la veo.
El corazón de Miley se disparó de pronto. No era justo que le hiciera aquello, que jugara con sus sentimientos de esa manera.
—Pensaba que solo me necesitabas para «espantar a las cazafortunas» — le espetó Miley.
— Y es verdad —asintió él—. Voy a establecer aquí una rama del negocio familiar —le explicó—. La mayoría de la gente del sur de Texas conoce las propiedades de los Jonas, así que muy pronto la noticia de que nos
expandimos hacia El Paso correrá como la pólvora, y me veré perseguido por toda una horda de mujeres sedientas de dinero, como me ocurría en Jacobsville, mi ciudad natal. Pero en cuanto vean a mi dulce mujercita a mi lado, eso las disuadirá de su propósito.
— Yo no soy dulce, y tampoco soy tu mujercita — masculló ella, dejando la taza de café—. Soy un chicazo, soy fea y estoy gorda, tú mismo lo dijiste.
Nick contrajo el rostro, como si le hubieran pegado un puñetazo en el estómago.
—Escucha, Miles, te dije un montón de cosas de las que me arrepiento —le contestó —. Espero que no vayas a pasarte los próximos veinte años echándome eso en cara cada vez que te enfades por algo.

La joven bajó la vista y no contestó. Empezaba a estar cansada de todo aquello. No comprendía nada, ya no sabía si Nick hablaba en serio o si se estaba burlando de ella.
—¿No estás bien, Miles? —preguntó su padre, mirándola preocupado.
—No es nada, solo que no he dormido muy bien — murmuró la joven.
—Pobrecilla, no ha podido dormir pensando en mí— la picó N.J., sonriendo con malicia.
La joven lo habría fulminado con la mirada si hubiera podido.
— ¡No es verdad!
—Como quieras, Miles, lucha contra lo que sientes, niégalo, pero al final ganaré yo, y lo sabes —le contestó Nick poniéndose de pie y mirándola.
La joven alzó el rostro hacia él, confundida.
—Estás totalmente perdida, ¿no es verdad? —murmuró él—. Bueno, es normal. Tardarás algún tiempo en hacerte a la situación, pero a todo se acostumbra uno. Hasta luego, Billy —apuró de un trago el resto de su café, se puso el sombrero, y miró una última vez a Miley antes de salir del comedor —. ¿Por qué no vienes a vernos descargar a las vaquillas en el embarcadero? —le dijo.
Hello chicas voi ha hacer un maraton de cuatro capis ya qe de la nove Jemi subi muchos esta no puedo dejar de subirle... la de Child's Play qe opinan subo el final ya o mañana desidan ;)



1 comentario:

  1. MEEE ENCANTO EL CAPIS...Y SOBRE LA NOVE Child's Play SUBILA MAÑANA!!! AMO LA NOVE SEGUILAA

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