domingo, 15 de abril de 2012

Legal Love Cap.33


La joven se levantó rezongando, y minutos después, cuando salió del cuarto de baño, Nick estaba ya listo y esperándola.
— Nick, ¿te parece que este vestido está bien ¿debería ponerme otra cosa? —le preguntó Miley preocupada. El la tomó de la barbilla y la besó.
—Así estás perfecta —susurró contra sus labios. —Jamás había alcanzado un éxtasis semejante con una mujer—le confesó—. No, nunca había experimentado nada igual. Me has hecho gritar y, Dios, casi perdí el conocimiento por el placer tan increíble que sentía. No estoy seguro de que
me guste perder el control de esa manera.
Miley se sintió orgullosa de haberlo excitado hasta ese extremo, y así se lo hizo saber, sonriéndole con los ojos.
—Tal vez yo consiga que llegue a gustarte —le susurró en un tono sensual. El corazón de Nick comenzó a palpitar con fuerza contra sus costillas.
—¿Tú crees? —la desafió.
Miley se acercó a él y, con el índice, jugueteó con el botón blanco del cuello de la camisa.
—Espera y verás —le dijo con picardía. Se puso de puntillas para besarlo en los labios, en una caricia tentadora, y se alejó, mirándolo coqueta por encima del hombro mientras salía de la habitación.
Nick la observó atravesar la puerta, sintiendo que le acababa de entregar a Miley una parte de sí.
El resto del viaje, a pesar del interludio en el motel, que los había dejado saciados a ambos, lo hicieron en un tenso silencio. A pesar de que le había asegurado que le encantaría a su madre, parecía bastante nervioso.
Entonces, de pronto, Nick le dijo que no quedaba mucho. Tomaron una desviación, y al cabo de unos minutos pasaron bajo un arco de madera pintado de blanco, en el que se leía Rancho Jonas.
— Ya estamos en casa —anunció Nick dirigiéndole una breve sonrisa.
Y pisó el acelerador, mientras Miley se retorcía nerviosa las manos en el regazo, rogando por que todo saliera bien. El hogar de los Jonas era una enorme casa de estilo Victoriano, y frente a ella había un cuidado jardín con
coloridos parterres y frondosos árboles.
—Es preciosa —musitó Miley admirada.
—A mí siempre me lo ha parecido —asintió Nick con una sonrisa de satisfacción—. ¡Mira, ahí viene mi madre!
La joven dio un respingo, pero al girarse no se encontró con una señorona adusta, sino a una mujer bajita, delgada y morena, vestida con unos viejos pantalones vaqueros y una sudadera. Tenía las manos, la cara y la sudadera mojadas, y le chorreaban gotas de agua del cabello.
— ¡Dios mío, pero si ya estáis aquí! —dijo corriendo hacia ellos y abrazando efusivamente a su hijo. Después se volvió hacia la joven —. Y tú, claro, tienes que ser Miley —dijo dirigiéndole una amplia sonrisa mientras la sostenía por los hombros, como escrutándola. Sin embargo, Miley pareció
obtener su aprobación, ya que al instante la besó sonoramente en ambas mejillas y la abrazó—. ¡Qué alegría conocerte, querida! No podíais haber llegado más a tiempo: Nick, se nos está saliendo el agua a borbotones en la
cocina, Jeanie May no está porque me pidió el día libre y yo soy incapaz de arreglarlo. ¡Si al menos supiera dónde diablos se ha metido Kevin! —y sin formalidad alguna volvió corriendo a la casa, farfullando entre dientes y esperando que la siguieran.
Miley se echó a reír. ¡Qué tonta había sido estando nerviosa! Denise Jonas parecía una mujer sencilla y dicharachera.
—¿No más preocupaciones? —le preguntó Nick con una sonrisa divertida.
— Ninguna —le dijo Miley con convicción.
Nick le rodeó la cintura con el brazo y la atrajo hacía sí, besándola en la frente mientras echaban a andar hacia el porche.
Bien hasta aqi esta nove comenten!!

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