The Heart of Millionaire cap.16

—Venga —le susurró Nick al oído, acariciándole la cara con su aliento, sin dejar de mover los dedos. —Deja que sienta cómo te pierdes.
Su voz era una tentación, ya que Miley estaba muy cerca del clímax. Le temblaban las rodillas. Todo cuerpo se debilitaba al tiempo que luchaba por alcanzar aquel placer hacia el que Nick la estaba conduciendo. Tenía la respiración entrecortada y los latidos de su propio corazón le retumbaban en la cabeza. Y cuando creyó que no iba a sobrevivir ni un segundo más, gritó su nombre, todo su cuerpo tembló y disfrutó de la ola de placer hasta dejarse caer en sus fuertes brazos.
Apoyó la cabeza en su hombro, tragó saliva e intentó hablar.
—Ha sido...
—Sólo el principio —terminó Nick por ella, tomándola en brazos y llevándola a su habitación. Sentía que estaba a punto de perder la razón. Acariciarla, sentir su clímax y su rendición, habían hecho que creciese en su interior un fuego desconocido para él hasta entonces.
¿De quién había sido el plan de seducir al otro?
Había pensado utilizarla, saciar su deseo y dejarla marchar. Sacársela de la cabeza, del corazón. Pero los momentos que había pasado con ella en el balcón sólo habían hecho que la desease más. Quería tenerla bajo su cuerpo, retorciéndose de placer mientras la hacía suya.
Miley estaba entre sus brazos, apoyada contra su pecho con tanta confianza que Nick sintió algo en su interior de lo que no había sido consciente hasta entonces. Se estaba metiendo en un lío. Lo sabía. Lo sentía. Pero no podía evitar desearla.
Y tomarla.
Una vez en su habitación, fue hacia la cama. Echó la pesada colcha de color negro y tumbó a Miley sobre las sábanas blancas. La miró durante unos segundos. La luz de la luna la acariciaba, una capa de color plateado cubría su cuerpo mientras ella se estiraba satisfecha, como un gato, y le sonreía.
—Ven conmigo, Nick —le pidió estirando los brazos.
No necesitó que se lo dijera dos veces. Se quitó la ropa y fue con ella a la cama, la cubrió con su cuerpo y se rindió a lo inevitable. Hacía más de un año, su primer encuentro también había terminado en aquella cama. En esos momentos parecían estar completando el círculo.
Nick paseó las manos por su cuerpo y supo que nunca tendría bastante. Tomó aire y disfrutó de su olor. Bajó la cabeza y probó la piel de su garganta. A Miley le latía el corazón a toda velocidad, ardía de deseo, igual que él.
Tocó su sexo, volviendo a meter los dedos dentro y ella levantó las caderas de la cama, apretándose contra su mano, gimiendo.
Su cuerpo ansiaba saciarse. Cada centímetro de su piel temblaba, sólo con tocarla. Al estar encima de ella. Siempre había sido así con Miley. Hacía de él un hombre poseído, que no podía pensar en otra cosa que no fuese reivindicar lo que sabía que era suyo.
Con aquello en mente, Nick se apartó de sus brazos a pesar de oírla gemir decepcionada. Abrió el cajón de la mesita de noche, tomó un preservativo y se lo puso en un par de segundos. Luego volvió a colocarse entre sus piernas.
Le sonrió.
—La última vez se nos olvidó y ya ves lo que pasó.
—Tienes razón —dijo Miley mientras acariciaba la funda de látex. —Ahora, ¿me haces el amor?
Él le separó los muslos y la miró fijamente a los ojos mientras la penetraba. La invadió centímetro a centímetro, tan despacio que fue una tortura para ambos.
Miley balanceó las caderas, cerró los ojos y se mordió el labio inferior. Levantó las manos y lo agarró por los brazos, clavándole las uñas. Aquello fue el toque final, lo que le faltaba a Nick para perder la razón.
Terminó de penetrarla y gimió al sentir su interior caliente, apretándolo. Movió las caderas y Miley se agarró a él con más fuerza, clavándole más las uñas, haciéndole daño, y aquel dolor fue el contrapunto del increíble placer de estar dentro de ella.
Ambos se movieron al mismo ritmo, bailaron juntos, con sus cuerpos unidos, fusionados, formando una sola persona. Nick la miró a los ojos y se perdió en ellos. Ella mantuvo la mirada hasta que sintió que su cuerpo empezaba a contraerse alrededor del de él, cerró los ojos, gritó su nombre y tembló violentamente mientras su cuerpo explotaba por dentro.
Él llegó al clímax un momento después y no pudo evitar gritar al sentir un placer que parecía que no iba a terminar nunca.
Cuando se dejó caer encima de ella, todavía no estaba seguro de quién había seducido a quién.

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Hola niñas preciosas como han estado?? espero qe mui yo cansadisima esta semana se me a echo mui pesada y por eso no eh podido subir capis pero hoy subire uno de cada nove ;) espero y volvere a subir pronto las qiero

♥ Gracias =D