sábado, 28 de abril de 2012

Legal Love FINAL


Miley dio un respingo y alzó la cabeza sorprendida. Su padre se apartó de ella, con una sonrisa traviesa en los labios, y se despidió.
—Ya voy tarde. Nos vemos después del almuerzo.
Nick y Miley ni siquiera lo oyeron marcharse. Él seguía mirándola fijamente, pero ella apenas podía distinguir la expresión de su rostro por las lágrimas que rodaban incesantes por sus mejillas.
— ¡Oh, Dios mío! —exclamó desesperada—. ¿Por qué tenías que estar escuchándonos?
—¿Y por qué no? —Inquirió él acercándose a ella, y tomándola por los brazos—. Vamos, dímelo a la cara, dime que me amas —la desafió con la mandíbula apretada, sin dejar que su rostro delatase sus sentimientos.
— ¡Muy bien!, ¡te amo sí, te amo! —le gritó Miley con el rostro rojo de ira— ¿Ya estás satisfecho?
—Todavía no —murmuró él en un tono seductor—. Pero creo que puedo solucionarlo ahora mismo...
Empezó a besarla de un modo muy sensual. Parecía que hubieran pasado siglos desde la última vez que habían hecho el amor. Días de educadas conversaciones, noches de solitario tormento... Miley se abrazó a él, recibiendo encantada las caricias enloquecedoras en sus senos, y la presión de las caderas de Nick contra las suyas.
— Solo un minuto... dame un minuto... —farfulló él apartándose un momento para ir a cerrar la puerta. En cuanto estuvo de nuevo a su lado, sus manos se fueron directas a los botones de la blusa de Miley, y después a los
de sus vaqueros. Tras deshacerse de la ropa, se sentó en una silla de la cocina, y la colocó a horcajadas sobre él.
Se desabrochó el cinturón con urgencia, dejándolo caer al suelo, y a continuación se oyó el ruido de una cremallera bajándose. Al fin liberado, Nick la hizo descender sobre él, mirándola a los ojos mientras ella lo admitía dentro de sí.
—Perdóname —masculló—, no podía esperar más...
— Yo tampoco —respondió ella besándolo —. Te Amo, Nick, te amo... —gimió extasiada mientras él se movía debajo de ella.
—Y yo a ti, vida mía, y yo a ti... —murmuró él—. ¡Oh, Dios, te amo más que a mi propia vida...! —oyó como ella contenía la respiración, aturdida, y lo repitió una y otra vez, haciéndola subir y bajar sobre él, a un ritmo que, al
cabo de un rato, los llevó a los dos a los cielos.
La explosión que se desató en el interior de ambos los dejó temblando de pies a cabeza. Nick se rio suavemente y la besó con dulzura.
—Basta de nuevas técnicas surgidas de la desesperación — murmuró—. Vamos arriba, estaremos más cómodos.
Horas después seguían en la cama, Miley con la cabeza apoyada en el hueco del cuello de Nick.
— Deberíamos vestirnos —murmuró la joven con desgana—. Mi padre volverá en cualquier momento.
—Le eché el cerrojo a la puerta de la entrada antes de subir —respondió Nick, besándola suavemente.
— Siempre tan previsor —se rio Miley, acomodándose en sus brazos — . Nick —le dijo al cabo de un rato — , Joe me dijo que estabas celoso de Kevin.
—Es verdad, lo estaba. Celoso de él, de Joe... lo estaría de cualquier hombre que se te acercase. No sé cómo he podido estar tan ciego estos tres años, teniéndote todo el tiempo a mi lado, y haber sido incapaz de comprender que te amaba. Lo habría echado todo a perder si no hubiera
sido porque Kevin me convenció de no tramitar la anulación —bajó la vista hacia ella—. Pero tú tampoco me has puesto las cosas demasiado fáciles. La primera vez que hicimos el amor, estaba convencido de que lo único que sentías era curiosidad y atracción física.
—He estado enamorada de ti desde el día en que llegaste al rancho —le dijo Miley—. Desde entonces has sido todo mi mundo.
— Y tú el mío —respondió él abrazándola—. Es solo, que me ha llevado demasiado tiempo darme cuenta. Sin ser consciente de ello, no hacía más que alejarme de ti cada vez que tú intentabas acercarte, tal vez porque sentía que no tenía nada que ofrecerte. No es fácil perder el miedo al
compromiso.
Se quedaron callados largo rato, y finalmente Miley formuló la pregunta que estaba atormentándola desde hacía días:
—Nick, ¿por qué llamaste a Delta el otro día?
— Ya sabía yo que antes o después llegaríamos a eso —dijo él con una sonrisa maliciosa—. Kevin me dijo que había llamado, y que estaba decidida a crear problemas entre nosotros, así que yo le devolví la llamada, para que le
quedara claro que nuestro matrimonio no solo era perfectamente legítimo, sino también que estoy desesperadamente enamorado de mi esposa. No creo
que volvamos a saber de ella. Nunca pensé que pudiera ser una persona tan vengativa.
Miley suspiró aliviada, y se incorporó un poco para mirarlo a los ojos, mientras Nick no dejaba de mirar embelesado sus senos.
—Nick, por eso me llevó Kevin a dar el paseo en el Jeep, para advertirme de lo que Delta se traía entre manos —le explicó—. Quería habértelo explicado, pero tú me rehuías todo el tiempo.
— ¡Y el muy canalla no me dijo nada! —exclamó Nick echándose a reír.
—Cuando Joe me dijo que tal vez estuvieras celoso, eso me dio esperanzas —murmuró ella—, el primer atisbo de esperanza de que sentías algo por mí.
—Lo mismo me pasó a mí aquella primera noche que pasamos juntos en casa de mi familia —le confesó él—, cuando te pusiste a la defensiva por esa llamada que hice a Delta. Nunca olvidaré la pasión con que hicimos el amor —
susurró contra sus labios.
— Yo tampoco —respondió ella, mirándolo a los ojos. De pronto notó que su cuerpo se tensaba, y que el fuego se estaba reavivando en su interior—, Nick...
La mandíbula de Nick se puso rígida. La tomó por la cintura y la alzó, colocándola encima de él.
—Lo sé... —murmuró—, yo también te necesito otra vez, cariño...
—Pero yo... no creo que pueda hacerlo de este modo... —balbució Miley insegura.
—Claro que puedes —se rio él entre dientes — . Yo te enseñaré. Así, Miley, así...
A la joven le sorprendió ver que sí podía, y pasó bastante tiempo antes de que volvieran a levantarse y a vestirse.
— Y yo que creía que eras una chica tímida de campo... —se rio Nick cuando estuvieron sentados en el comedor, tomando café y pastel de manzana.
—Es culpa de la compañía que frecuento —replicó ella divertida—. Y por cierto, tenemos un problema.
— ¿Estás embarazada? —inquirió Nick en un tono esperanzado.
—Eso no sería un problema —repuso ella riéndose—. Me refería a que estamos casados, pero no tengo anillo de matrimonio. ¿Te parece bonito?
Nick sonrió con malicia y sacó una cajita del bolsillo del pantalón.
—Ahora sí.
Se la tendió a Miley, y la joven la abrió con las manos temblorosas por la emoción, hallando en su interior un sencillo anillo de oro con incrustaciones de diamante.
—Es precioso, Nick —murmuró admirada—. Pero, ¿y el tuyo? —inquirió fingiéndose enfadada—. Vas a llevar un anillo de casado, Nicholas Jerry Jonas. No pienso dejar que todas las solteras de Texas intenten traspasar mis dominios.
—Está bien, está bien... —accedió él riéndose—. Hoy mismo iremos a la ciudad y me compraré uno.


Miley y Nick se trasladaron a la casita que Billy había tenido alquilada a los Dobb, y varias semanas después, la joven subió una tarde al que fuera su hogar, para darle a su padre dos regalos: uno de sus estupendos pasteles de manzana, y la noticia de que iba a ser abuelo. Billy Cyrus no podría haber dicho cuál le había hecho más feliz.


FIN


bueno chicas talvez no se lo esperaban pero aqi esta el final de esta nove espero les haya gustado tanto como a mi ... y hasta aqi las demas noves despues le sigo Comenten mucho, besos las qiero♥

2 comentarios:

  1. por fin se dijieron cuanto se amaban+
    te quedo genial?

    vas a hacer secuela pero de jemi ?
    porfa hazla me gusto la personalidad de joe de misterioso...

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  2. ssiisi estubo hermosisimo me encanto aaaww
    gracias mitchie♥

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