sábado, 28 de abril de 2012

Blackmail A Woman Niley cap.15

Se iba a casar con Nick. Todavía no lo podía creer.
Llegaron a Palma cinco minutos antes. Los había llevado el servicio de chófer del hotel.
—Creí que iríamos a la mansión de Danielle a hablar sobre la fiesta —comentó Miley.
—Danielle sugirió que nos quedáramos en Palma a almorzar —contestó Nick—. El restaurante está aquí.
Miley conocía bien Palma de Mallorca restaurante era uno al que acudía gente de dinero de Palma y pudientes visitantes. Como sabía que la hermana mayor de Nick solía vestirse muy elegantemente, Miley había decidido ponerse algo más formal, y ahora que veía adónde iban a comer, se alegraba de haberlo hecho.
—Danielle no ha llegado todavía. Pero es mejor que vayamos a nuestra mesa y la esperemos, a no ser que quieras tomar una copa en el bar…
—No, vayamos directamente a la mesa —dijo Miley.
No quería que Nick pensara que le gustaba beber. Sobre todo porque no era verdad.
La hermana de Nick apareció a los cinco minutos. Era alta y morena, como Nick. Llevaba unos pantalones de lino negros y una blusa de color avena. Tenía el pelo peinado hacia atrás, y unas gafas de sol de una marca famosa en la cabeza.
—¡Nick! —exclamó yendo hacia ellos. Y lo besó—. Siento mucho llegar tarde. Miley, has sido muy amable por emplear tu tiempo conmigo.
—No hemos pedido nada todavía, Dani. ¿Quieres beber algo? —le preguntó Nick cuando el camarero le apartó la silla a su hermana.
—Oh, sí. Un refresco, por favor. He venido en coche. Por eso he llegado tarde. No encontraba aparcamiento. ¿Cómo está el tiempo en Londres? Cuando hablé con mamá el otro día, me dijo que estaba lloviendo. Voy a tener que quedarme aquí hasta mitad de trimestre, ya que el maldito fontanero dice ahora que no puede conseguir los azulejos que hemos pedido, lo que significa que cuando Boffy e Izzy tengan sus vacaciones de mitad de trimestre, sólo tendremos un cuarto de baño.
Miley sabía que Danielle, a pesar de su apariencia imponente, era una persona afable. Y le alegraba que expresara sus sentimientos, a pesar de que había ido allí a hablar de negocios.
—Miley, te recomiendo el pescado —le dijo Danielle.
El camarero llevó la carta. Y mientras Nick y Danielle conversaban, o mejor dicho, Danielle hablaba y Nick escuchaba, Miley estudió el menú.
—¿Tienes alguna idea acerca de la fiesta de cumpleaños de Kevin? —preguntó Miley cuando el camarero les tomó el pedido.
—¿Qué? Oh, no, la verdad es que no. Kevin quiere algo pequeño, la familia y unos pocos amigos. El tiene fascinación por los castillos, y he pensado que tal vez pudiéramos alquilar uno, ¿qué te parece?
—Bueno, es posible —dijo Miley.
Llegó la comida y Miley miró su plato con hambre. Debía de ser que hacer el amor daba apetito.
Miley se puso colorada al recordar el sexo con Nick.
—Miley, estás muy roja. ¿Te encuentras bien? —preguntó  Danielle—. Hace mucho calor aquí Creo que podemos charlar más sobre la fiesta de Kevin cuando vuelva a Londres. Después de todo, tengo hasta el año que viene, y ahora mismo estos operarios me tienen en un estado tal, que no puedo pensar en otra cosa.
Cuando terminaron de comer Nick le propuso a Miley:
—¿Te apetece un pudín?
—No, prefiero un café.
—¿Un café? Miley, querida, ¿te parece sensato? Toda esa cafeína te va a tener acelerada todo el día.
Miley se reprimió la risa. Y entonces cometió el error de mirar a Nick. Parecía tan divertido como ella, y cuando le dedicó una débil y cómplice sonrisa, Miley se sintió feliz. Nick y ella estaban compartiendo un momento de comprensión y humor, como si tuvieran una relación verdadera.
Miley se puso contenta. Tal vez un día Nick la amase.
—No veo la hora de llamar a mamá y decirle que os he visto —comentó Danielle veinte minutos más tarde, cuando la acompañaron al coche.
Danielle abrazó y besó a Miley efusivamente. Luego, dijo:
—Madre se va a alegrar. Siempre ha tenido debilidad por Miley.



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