jueves, 12 de abril de 2012

Blackmail A Woman Niley cap.5 Happy Birthday AGUS!!!♥




—Oh… Mmmm… —hambrienta, Miley se aferró a la sensación y al hombre que se la provocaba—. ¡Oh, Nick! —suspiró, extasiada, al sentir la presión de su erección.
—¡Miley… no! —él la apartó.
Sorprendida, Lucy lo miró con ojos de reproche.
—Ya ves, ésta es exactamente la situación que he querido que evitases trayéndote aquí —le dijo Nick bruscamente—. Si te hubiera dejado irte sola a casa…
—¿Y qué si no quiero evitarla? —preguntó Miley, provocativamente—. ¿Qué, si quiero…?
¿Qué diablos estaba diciendo? Si seguía así, en cualquier momento le diría a Nick que aquello era lo que había estado soñando desde que lo había visto por primera vez en su oficina.
—No importa lo que quieres. Lo que necesitas ahora es dormir la borrachera.
Miley se puso colorada. Se sentía humillada, y empezó a caminar hacia la puerta.
—Bueno, en ese caso, será mejor que me vaya a casa, ¿no?
La verdad era que, aunque no estaba borracha, la copa y media de champán que había bebido era bastante más de lo que bebía habitualmente, y encima con el estómago vacío, y evidentemente, eso, combinado con la presencia de Nick, la intimidad de su casa, más la intensidad de sus sentimientos por él estaban teniendo efecto.
Pero todavía tenía control como para reconocer que el mejor lugar para ella en aquel momento era una cama, sin Nick.
—De ningún modo —Nick la detuvo—. Puedes dormir aquí. Ven… Por aquí.
Nick la había girado y prácticamente la estaba haciendo subir las escaleras.
Ella intentó apartarse de él.
—No me dejas otra opción —dijo Nick levantándola en brazos en los últimos escalones antes de que ella pudiera impedírselo.
Con su cara hundida en el hombro de Nick y la mano extendida en su pecho de forma que tocaba su vello por debajo de su camisa, ella se sentía una especie de Lucy en el país de las maravillas sexuales, como si hubiera caído en un mundo de fantasía mágica.
Con ella en brazos, Nick caminó en dirección a la habitación y a la manera de héroe de Hollywood abrió la puerta de una patada. Sus zapatos estaban lustrosos y eran muy tradicionales, algo previsible en Nick. Pero su número era bastante mayor que el de su ex marido.
La habitación en la que estaban parecía de invitados. Tenía muebles bastante antiguos, posiblemente heredados de su familia.
Nick la bajó deslizándola por su cuerpo masculino. Miley disfrutó de la sensación. Aunque él parecía querer apartarse de ella.
Pero ella no lo dejaría.
De pronto sus pensamientos la asustaron.
¿Por qué no iba a poder tener aquello que siempre había añorado?
Sus pensamientos tuvieron el poder de la adrenalina. La estaban llenando de determinación, transformándola en alguien a quien apenas reconocía.
¿Por qué no se iba a permitir seducir a Nick para que la llevase a la cama? ¿Por qué no iba a hacer lo que hacían otras mujeres en lugar de privarse de lo que quería desesperadamente? ¿Por qué no se permitía a sí misma una sola noche con Nick?
¿Y mañana? ¿Cuando tuviera que ver la cara de enfado y rechazo de Nick?
Pero aquello no era mañana. Era hoy. Era aquí y ahora. Llevaba años aguantando el rechazo de Nick. ¿Por qué no lo endulzaba con algún recuerdo?
—Nick… Nick… —susurró contra sus labios y levantó la boca. Sin darse cuenta, sus movimientos habían hecho que los botones de su vestido se abrieron, y ella sintió que las mangas se resbalaban por sus brazos.
Miley bajó los brazos y dejó caer su vestido Entonces levantó los brazos y rodeó el cuello de Nick. Tenía apoyado sólo un pie, llevaba una camisola de seda y unas braguitas a juego.
Una de las primeras cosas que había hecho después de su divorcio de Liam había sido entrar en una tienda de lencería fina y comprarse ropa interior sexy.
Se dio cuenta de que Nick estaba intentando decirle algo. Pero ella estaba demasiado ocupada hundiendo su nariz en su cuello, respirando su fragancia, disfrutando de él, como para prestar atención a lo que le quería decir.
Pobre Nick. Debía de estar muy incómodo con toda esa ropa: esa corbata, esa camisa abrochada hasta arriba… ¿Y si le ayudaba a que se la quitase?
Probó primero con la corbata.
—¡Miley! —exclamó él.
—¿Mmmm?
Ella había usado una corbata en el uniforme del colegio, así que aunque fuera difícil desatar aquélla, no sería imposible.
—Miley —dijo Nick y le agarró la mano.
Miley lo miró y sonrió como aprobando. Evidentemente él tenía tantas ganas de quitarse la ropa como ella de que se la quitase y quería ayudarla…
Mileyy le miro la boca y se quedo fascinada. 
—Nick —susurró mirando su boca con deseo se acercó y lo besó tiernamente. Sus labios eran firmes, fuertes. Y ella le dio pequeños besos, pequeños mordiscos, que se hicieron más atrevidos a medida que cada uno de ellos encendía más el deseo.
Nick soltó su mano y rodeó su cintura. Era agradable que la abrazara tan fuertemente, pero sería más agradable aún que tocase sus pechos, así que ella le llevó la mano a sus pechos debajo de la seda de su camisola. Su lengua se dirigió a sus labios, queriendo entrar en los placeres que ocultaba.
—¡ Miley!
¿Qué estaba haciendo Nick? No podía estar apartándola. Ella extendió la mano hacia él, perdió el equilibrio y empezó a caerse hacia atrás en la cama que tenía detrás.
Inmediatamente Nick la agarró, pero fue demasiado tarde, y de una forma u otra, ella estaba acostada en la cama, y Nick encima de ella, con todo su peso sobre su cuerpo. ¡Y era tan agradable!
Ella rodeó su cuello, y lo besó.
Nick hizo un ruido sofocado. ¿Un gemido? Y luego deslizó sus manos hacia su cabeza, y la sujetó mientras la besaba fogosamente.
Aquél era el beso más delicioso que había experimentado en su vida. No podía creerlo. Hasta los dedos de los pies estaban afectados…
Así que aquello era lo que se sentía estando realmente atraída por un hombre, pensó Miley.
La lengua de Nick le acarició los labios, atormentándola. Y luego la penetró posesivamente, repetidas veces, hasta que todo su cuerpo tembló como reacción a aquellos empujes.
Mareada, Miley pensó que ella había pedido un milagro, ¡y que en realidad había tenido dos! ¿Era así como funcionaban los milagros? ¿Que una vez que aparecía uno, aparecían otros?
—Espero que haya más… —murmuró Miley.
Nick dejó de besarla y preguntó:
—Más.
—Quisiera más, Nick, mucho más.
—¿Quieres más?
¿Por qué la miraba de aquel modo?
—Oh, sí. Hace tanto tiempo… —balbuceó Miley.
Hacía mucho tiempo que esperaba sentir sus besos, su cuerpo. Pero no se lo iba a explicar a Nick.
Lo miró a los ojos y cedió a la tentación de pasar la punta de la lengua por su cuello. Lo oyó gemir, notó que se estremecía, y entonces Nick la acarició como ella había deseado tanto.
Le acarició los pechos mientras ella le quitaba la corbata y le desabrochaba los botones de la camisa. El le acarició los pezones hasta que ella gimió de placer al sentir la seda de su camisola sobre sus pechos.
Miley le había desabrochado la camisa y podía deslizar las manos dentro de ésta. Sintió los duros músculos de su pecho. Levantó la cabeza y besó el cuello de Nick con diminutos besos. Los dedos de Nick jugaron eróticamente con un pezón de Miley, y ella se movió de forma que la camisola dejara al descubierto el otro pezón. Ella a su vez le lamió un pezón, liso, duro, masculino. Probó uno, luego el otro, sabiendo que se avecinaba un placer mayor al mover las manos y la boca hacia la parte baja del cuerpo de Nick.

Nick bajó la cabeza y besó su cuello. Con la punta de un dedo trazó el contorno de su oreja mientras sus dientes mordían suavemente el lóbulo de su oreja. Luego su boca acarició la piel que había detrás de la oreja. Sintió un espasmo de placer y deseo en todo su cuerpo, y arqueó su espalda para que su pecho estuviera totalmente en la mano de Nick. De su boca escapó un gemido burbujeante. Los dedos de los pies se le curvaron, y automáticamente abrió las piernas, como suplicándole que la poseyera.
Sentía la dureza y el calor de su erección contra su cuerpo, mientras él la llevaba prácticamente al orgasmo haciéndole aquello en esa pequeña parte de su anatomía.
Nick le acarició la cadera y luego deslizó las manos hacia abajo, encontrando la suave curva de su trasero debajo de sus braguitas.
Nick movió la mano desde su trasero a la suavidad de los rizos de seda que tenía entre las piernas. Acarició aquella zona con el pulgar hasta que sus dedos la abrieron.
Miley levantó el cuerpo hacia sus manos, luego gimió al sentir sus caricias directamente en la zona húmeda que latía en su centro, mientras los labios de Nick empezaban a acariciar su prieto pezón.
Ella sintió una tensión casi mágica desde su pecho hasta su vientre. Se moría de deseo. Quería más.
—Nick, voy a llegar… —protestó Miley. Pero él, en lugar de hacer caso a su advertencia y quitarse la ropa para poder poseerla, levantó la cabeza y la miró fijamente mientras sus dedos se movían más intensamente en su sexo, y dentro de él, acariciándolo, jugando con él, hasta que ella estuvo tan caliente, tan húmeda…
—No voy a acabar hasta que te tenga dentro —le dijo Miley, tratando de reprimir el orgasmo, temblando violentamente de excitación.
Nick se desvistió con rapidez, prácticamente sin darle tiempo a admirar su desnudez. Luego la desvistió a ella, y se posicionó entre sus muslos.
—¿La posición del misionero? —preguntó ella.
—Es para lo único que tenemos tiempo si quieres tenerme dentro cuando acabemos —le dijo Nick con voz de deseo, antes de bajar la cabeza para besar sus pechos desnudos mientras frotaba su dura excitación contra su clítoris, hasta que ella gritó desesperadamente, pidiéndole que la satisficiera.
En su tercer empuje, Miley sintió que el orgasmo se apoderaba de ella como un movimiento sísmico. Sus músculos se apretaron alrededor de él para arrancarle la dulce esencia de la vida.
Capis muy Hot espero os gusten!!



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