—¿Miley?
Oyó la voz de Nick detrás de ella, pero no se giró.
—¡Eh! —exclamó la pelirroja, tapándose, demasiado tarde, con el edredón negro. —No sabía que ya tenía compañía...
Nick apareció por la puerta, estaba tenso.
—¿Se puede saber quién eres? —preguntó, empujando a Miley para entrar en su habitación.
—¿Tu nuevo rollito? —sugirió Miley.
—Mira —dijo la pelirroja, —creo que he cometido un error y...
—Oh, si es por mí, no te marches —sugirió Miley dándose la vuelta y saliendo al pasillo para irse a su propia habitación.
—Miley, maldita sea, espera —le pidió Nick, furioso.
Pero a ella no le importó. No quería oír su explicación. ¿Qué podía decirle? Había una mujer desnuda en su cama. Y él no se había mostrado sorprendido, sino sólo enfadado. Aquello era todo lo que necesitaba saber.
Estaba claro.
Era el momento de marcharse de allí. Era una idiota. Cómo había podido pensar que lo quería. ¿Acaso era masoquista?
Entró en su habitación con el piloto automático puesto. Fue hacia el armario, sacó la maleta y la dejó encima de la cama. La abrió y volvió al armario. Sacó gran parte de su ropa y la echó en la maleta, estaba volviendo al armario, a hacer un segundo viaje, cuando entró Nick.
Fue directo hacia ella, la agarró de un brazo y le hizo dar la vuelta.
—¿Qué te crees que estás haciendo?
Ella se zafó y le lanzó una mirada matadora. Estaba furiosa, herida y avergonzada. Una combinación muy peligrosa.
—Creo que es obvio, incluso para ti. Me marcho.
—¿Por la pelirroja?
—¿Qué pasa, no te acuerdas de su nombre?
—¡Si ni siquiera la conozco! —gritó Nick. —¿Cómo quieres que sepa su maldito nombre?
—Deja de hablarme así —le contestó Miley también gritando. Estaba alterada, se sentía confundida y lo único que sabía era que no tenía que seguir allí. No podía quedarse ni un minuto más. —Me marcho y no podrás detenerme.
—Miley, maldita sea, acaban de llegar los resultados del laboratorio...
Ella se había imaginado que aquello ocurriría de otra manera. Se había imaginado leyendo los resultados al lado de Nick, siendo testigo de cómo se daba cuenta de que era padre.
En cualquier caso, no se había imaginado a una pelirroja desnuda en la escena.
—Entonces ya sabes que te he dicho la verdad.
Ya he hecho lo que había venido a hacer —dijo agarrando las zapatillas de deporte, los tacones y un par de zapatos planos y metiéndolos en la maleta, encima de la ropa.
—Tenemos que hablar.
—Ya nos hemos dicho todo lo que teníamos que decirnos —dijo esquivándolo cuando él intentó agarrarla de nuevo. —Diles a tus abogados que se pongan en contacto conmigo —espetó. Y entró en el cuarto de baño para terminar de recoger sus cosas.
—Mierda — soltó Nick. —Acabo de enterarme de que soy padre, por Dios santo. Necesito un minuto. Si te calmas, hablaremos...
—¿No deberías estar al otro lado del pasillo con tu pelirroja? —inquirió Miley con voz dulce mientras pasaba por su lado para dejar más cosas en la maleta.
—Se está vistiendo para marcharse —dijo él asiéndola por el brazo de nuevo para obligarla a mirarlo.
Miley se alarmó, su cuerpo seguía reaccionando cuando la tocaba. A pesar de todo, sentía el calor, la oleada de pasión que crecía en su interior, mezclándose con la ira, y no estaba segura de que aquello fuese bueno. Tenía que salir de allí.
Pero Nick la asió con más fuerza.
—Yo no la he invitado a venir. Ha sobornado a una limpiadora.
Miley tragó saliva y bajó la mirada a sus manos, que seguían agarrándola.
—Me estás haciendo daño —no era cierto, pero aquello fue suficiente para que la soltara. —Miley...
—Me extraña que haya tenido que sobornar a nadie. Estoy segura de que las señoras de la limpieza están acostumbradas a dejar entrar a mujeres desnudas en tu suite.
—Nadie entra en mi suite sin mi consentimiento, y éste no ha sido el caso —añadió él rápidamente. —Y espero por el bien de la limpiadora que el soborno haya sido generoso, porque le ha costado su trabajo.
—Ésa sí que es buena —dijo Miley mientras se volvía a cerrar la maleta. —Despides a una limpiadora porque eres el macho más caliente que existe sobre la faz de la Tierra.
—¿Perdona?
Ella se estiró, cruzó los brazos y golpeó el suelo con el tacón de la sandalia mientras lo miraba.
—Todo el mundo en este barco sabe cómo eres, Nick. Es probable que la señora de la limpieza no se haya sorprendido de que una mujer quisiera entrar en tu suite y a mí me parece que tú también querías que estuviese allí.
—Mi vida es sólo asunto mío.
—En eso tienes razón —admitió Miley asiendo la maleta y bajándola de la cama. No se molestó en mirar si se había dejado algo. No podía seguir allí ni un minuto más. Tenía que alejarse de Nick y volver a un mundo con sentido. A un mundo donde era querida y necesitada.
—Y no te debo ninguna explicación —añadió.
—No, claro que no. Ni tampoco tienes que despedir a nadie porque haya dado por hecho que lo que estaba haciendo era algo habitual. Pero haz lo que quieras, Nick. Como siempre. Échale la culpa a la limpiadora, que trabaja duro para ganarse la vida. Despídela. Así te sentirás mejor. En cualquier caso, no esperes que me quede a verlo.
—Maldita sea, Miley. No pienso dejar que te marches —se acercó más a ella, hasta hacerla sentir el calor de su cuerpo. —Quiero saberlo todo acerca de mis hijos. Quiero que hablemos de lo que vamos a hacer ahora.
Ella agarró la maleta con más fuerza, se retiró el pelo de la cara y le dijo en voz baja:
—Lo que vamos a hacer ahora es volver a nuestras respectivas vidas. Ponte en contacto con tu abogado y fija una pensión. Yo te enviaré fotografías de los niños y te iré contando cómo están.
—No es suficiente —murmuró Nick en voz baja y profunda.
—Pues tendrá que serlo, porque es todo lo que puedo darte.
Miley fue hacia el salón, a recoger el bolso que había dejado en el sofá, pero se detuvo en la puerta y se volvió a mirarlo por última vez.
La luz del sol entraba difusa por el ventanal y hacía brillar su pelo moreno. Tenía los ojos llenos de emociones que no era capaz de descifrar, y su cuerpo alto y delgado, pero musculoso, estaba tenso de ira.
Todo su cuerpo suspiraba por él. Pero tendría que aprender a vivir con la decepción.
—Adiós, Nick.
Hoy solo subire este mañana otro alguna sugerencia de cual?