Un «ángel de compasión», titulaba el periódico la foto de una joven repartiendo sándwiches a un grupo de niños mendigos. La foto estaba acompañada de un artículo donde se explicaban las mejores formas de ayudar a los niños de la calle y la mujer, definitivamente, era Demi, aunque estuviera de espaldas a la cámara. También reconoció el aeropuerto y la maleta en el suelo detrás de ella, pero no la mano de mujer que la agarraba.
Cerró el periódico con gesto adusto.
De acuerdo, podía ser, sólo podía ser, que le hubieran robado la maleta por un acto de caridad... No le resultaba extraña, como niño que ha tenido experiencia de primera mano de lo que es pedir para comer, la forma en que ella se había acercado al más pequeño para asegurarse de que recibiera su parte de la comida que estaba repartiendo.
Una enorme limusina aparcó en frente de Demi y varias personas se bajaron y caminaron hacia ella. Reconoció a uno de ellos: el violinista clásico de moda que habían contratado para que tocara en el yate.
Fue inmediatamente a saludarle y a presentarse ella misma y su equipo. El violinista, a diferencia del florista y el equipo del catering, había sido invitado a participar con el resto de invitados en la fiesta de por la noche y los D’Argent le habían reservado una habitación en un lujoso hotel de Saint Tropez pagada por ellos.
Naturalmente quería saber dónde tenía que tocar y, diligente, Demi se dedicó a responder las preguntas de su representante.
En su interior, todavía se sentía enferma por las acusaciones de Joe, pero tenía que hacer un trabajo y no había espacio para los sentimientos. Además tenía una larga experiencia en ocultar sus sentimientos y el dolor y la humillación que le infligían los demás.
Sus padres adoptivos acudían ahora a ella para solicitar ayuda económica, pero había sido a su propia hija a quien le habían dado amor, no a ella.
Joe se levantó y fue hacia ella.
—Vuelvo a la villa en un instaste. Supongo que querrás ir en algún momento para prepararte para esta noche. Querrás un coche...
—No —interrumpió Demi sin dejar de mirar la factura que estaba leyendo.
—Deja ya de hacerte la dura, Demi —dijo bruscamente—. No me engañas.
—No quiero discutir.
—Pensabas que me habías engañado y no te gusta que te haya descubierto.
—No, lo que no me gusta es haber sido lo bastante estúpida como para pensar que había algo en ti que te hacía remotamente deseable.
—Pero tú me deseabas, ¿verdad?
—Debe perdonarme, señor Salvatore. Tengo trabajo que hacer.
No se dio la vuelta a mirarlo mientras se marchaba, pero supo inmediatamente cuándo se había ido.
—¿Cómo va todo?
Demi dedicó a Tiffany una sonrisa de ligero agobio.
—¡Bien!, nada más grave que una buena discusión entre los cocineros.
Tiffany rió.
—Tienes suerte —anunció—. ¡No sabes cómo son las discusiones de los D’Argent! ¿Has conseguido algo para ponerte esta noche?
Demi sacudió la cabeza.
—No he tenido tiempo —dijo sinceramente.
—¿Te valdría éste? —preguntó Tiffany señalando dentro de una bolsa de basura que tenía a sus pies.
—Son cosas que me dio Mariella para que me deshiciera de ellas hace tiempo. Mira esto, es perfecto para esta noche —dijo sacando algo de seda negra—. Es una especie de top y falda pantalón.
La fina seda flotaba entre los dedos de Demi.
—¿Estás segura de que a Mariella no le importará? —preguntó preocupada.
—Dudo que ni siquiera lo note. No una vez que haya tomado champán y cocaína —respondió Tiffany francamente.
—Es muy transparente... —dudó Demi.
—Puedes llevar un body debajo, aunque Mariella no lo hacía. Oh, y necesitarás unos tacones, seguro que encuentras algo en el mercado mientras cenan. Si no puedes irte, usa mi camarote para ducharte y cambiarte.
Demi le dedicó una agradecida mirada de reconocimiento.
—Me estaba preguntando cómo demonios iba a organizarme para tener tiempo para todo —admitió—. No puedo dejar solos a los cocineros mucho tiempo y he prometido a Jeff que no dejaré que nadie toque sus macetas.
Tiffany rió y sacudió la cabeza:
—¿Cuándo va a venir mi príncipe a librarme de todo esto?—suspiró.
Hasta aqi la nove BEsOs!!♥
ahora subo la nueva!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario