Billy lo vio entrar en su coche y alejarse. Se quedó un momento pensativo, y regresó dentro, inseguro respecto a si entrar en la cocina o no, pero cuando se asomó a la puerta, la encontró bastante calmada, sirviendo la cena.
—¿Quieres comer ya, papá? —le preguntó amablemente. Únicamente sus ojos enrojecidos delataban lo infeliz que se sentía.
—Claro. ¿Estás bien? —inquirió su padre. Ella asintió con la cabeza.
— Sí, pero hazme un favor. No volvamos a hablar de ello, ¿de acuerdo?
—Como quieras, cariño —contestó él sentándose a la mesa.
Miley se sentía en efecto algo más calmada, y en el fondo aliviada de que al fin su secreto se hubiera revelado. En ese momento estaba muy segura de que ya no amaba a N.J. Un hombre que se comportaba de un modo tan cruel no merecía ser amado. Además, después de todo era culpa suya, se dijo. Era él quien la había obligado a casarse con él. ¿Por qué diablos entonces hacía que pareciera como si ella le hubiera tendido una trampa?
¡Pues se iba a enterar! ¡Que no esperara volver a tenerla a sus pies cuando regresara!
Tras la cena, le dio los regalos a su padre: una pipa nueva y un encendedor de diseño, y puso las velas en la tarta para que las soplara, cortándole después un gran trozo. Todo el tiempo fingió estar feliz, esperando que él no se diera cuenta de ello. No quería estropearle el final del día de su cumpleaños.
—¿Sabes qué, Miles? —le dijo su padre antes de subir las escaleras para acostarse—. Un hombre que se siente atrapado contra su voluntad no se rinde sin luchar.
— ¡Pero si yo no lo he...! —comenzó ella irritada.
—No me estás escuchando. Me refiero a un hombre que está luchando contra sus sentimientos. Creo que sí siente algo por ti, pero no quiere admitirlo, ni afrontarlo.
La joven, sin embargo, ya había aprendido la lección y no quería dejarse engañar de nuevo por vanos sueños, para luego sentirse decepcionada otra vez.—
Ya no quiero nada con él, papá —le dijo con aspereza—. Haría mejor en casarme con Liam. Al menos él no me grita ni me acusa de cosas que no he hecho. Y además es divertido. Ya sé, ya sé, no estoy enamorada de él,
pero me gusta, y me llevo bien con él...
—Casarte con un hombre por despecho hacia otro es lo peor que podrías hacer —le advirtió su padre—. Solo lograrías hacerle daño a Liam y a ti misma.
—Supongo que sí —suspiró la joven—, pero tal vez podría aprender a amarlo. Sí, eso es lo que voy a hacer, voy a esforzarme por amarlo, por ver todas las buenas cualidades que tiene. ¡Y espero que N.J. Jonas no vuelva nunca por aquí! —gritó dejándose llevar por la rabia.
— Dios no lo quiera —farfulló su padre riéndose suavemente—. Si eso ocurre, el rancho se irá a pique. La joven lanzó los brazos al aire y subió a acostar pero no logró dormir. No hacía más que oír en su mente una y otra
vez los insultos y las acusaciones de Nick.
Finalmente, tras dar vueltas en la cama durante horas, se levantó y se fue a limpiar la cocina por hacer algo que la mantuviera ocupada. El alba la sorprendió cuando ya todo brillaba como los chorros del oro, y decidida a
seguir con su vida, subió al baño, se duchó, y cuando su padre bajó a desayunar, lo encontró todo listo y a ella arreglada ya para ir a la iglesia.
Billy no dijo una palabra, pero cuando regresaban a casa una hora después, se dio cuenta de que Miley seguía cabizbaja y meditabunda.
El coche de Liam estaba aparcado frente a la casa y, en cuanto el señor Cyrus detuvo su vehículo su hija se bajó y fue corriendo hasta donde estaba veterinario.
El ranchero los observó sentado aún frente al volante con el ceño fruncido, preguntándose que nuevas complicaciones les deparaba el futuro.
Bien chicas hadsta aqi por hoy mañana maraton besitos chikas!!!!!