The way you are Jemi FINAL

Se fueron a México y allí, Demi y Joe dijeron «sí» con un tono tremendamente solemne, mientras Ashley y Jake les miraban desde la primera fila de bancas del juzgado.
Demi le miró a las ajas mientras él decía las palabras rituales. Joe estaba tan nervioso que, cuando llegó el momento de ponerle él anillo en el dedo., casi se .le cayó al suelo. Después, al terminar la ceremonia, se inclinó para besar a su esposa. 
Era un día precioso, y Demi se sentía como una princesa de cuanto de hadas. Ambas iban de la mano y ella apenas podía creerse todavía la que había sucedido.
Cuando en un momento dado, Joe sugirió que podían pararse en un bar al otro lada de la frontera para tomar algo, Demi estaba demasiado contenta como para negarse a ir. 
-¿No es bonito? -suspiró Ashley cuando Joe y Jake fueran por las bebidas-. Me ha encantado tu boda y crea que a Jake también -añadió sonriendo- porque me propuso que nos casáramos cuando estabais en mitad de la ceremonia. 
-Espero que seáis tan felices como la somos nosotros –le contestó ella riéndose. 
-Yo también. A pesar de... 
-¿Qué demonios has querido decir con eso de «Apártate, muchachito»? 
La voz de Joe, profunda e irritada, sonó al otro lado del salón cama un latigazo. 
Demi abrió entonces la boca para decir: «Joe, no...»
Cuando el sonido del primer puñetazo estrellándose fuertemente contra una mandíbula aún, más fuerte resonó en el silencio que se había formado de repente.
Demi apretó las dientes. 
-No. -murmuró cuando vio a Joe pegándose con otro hombre de su misma envergadura-. El día de mi boda, no.. ¡No antes de mi noche de bodas! 
-Joe es resistente -le dijo Ashley-. No. te, preocupes. Todo va a ir bien. 
Nada más decir eso, un hombre, que hasta entonces había estado al lado del oponente, cogió una silla. 
Demi se puso en pie de un salta. ¡Iba a pegarle a su marido Con la silla! 
-¡Dems, no.! –grito Ashely- 
Pero Demi ya estaba tirando. sillas en su larga carrera por llegar a la pelea antes de que la silla la hiciera a la cabeza de Joe. 
Cuando estuvo a un par de metros, cogió un florero de cristal de encima de una de las mesas y se la tiró a la cara al hambre de la silla con agua y todo. El hambre dudó entonces un instante y se quedó mirándola. 
-¿De modo que igualdad de derechas, eh? Pues bueno, chica, vete preparando..
-¿Y qué ha pasada can la tradicional caballerosidad de los hombres del Oeste? -preguntó Demi en voz alta.
Según decía esa, introdujo la rodilla derecha entre las piernas del hombre y, cuando éste se inclinó para agarrarla del cuello., la levantó violentamente. «Parece que esta hace daño de verdad», pensó Demi cuando le vio caerse al suelo retorciéndose de dolor. Demi sonrió, satisfecha consigo misma. 
-Eh, Joe... -empezó a decir. Justo en ese momento, el hombre con el que su flamante marido había estado intercambiando bofetadas, le encajó una especialmente fuerte y bien dirigida que le hizo retroceder yendo a caer exactamente encima de Demi. Ambos perdieron el equilibrio y aterrizaron sobre una jardinera. 
Empapada y sucia, escuchaba los ruidos de la pelea mientras intentaba volverse a poner en pie. Sonó una sirena y, minutos más tarde, fue extraída de la jardinera por un enorme policía que no parecía tener el más mínimo sentido del humor. 
-Podemos explicarle todo esto -le dijo ella con su más exquisito tono de voz. 
-Estoy seguro de que puede, señora pero, también puedo asegurarle que he oído eso anteriormente. Vamos. 
-Pero acabamos de casamos -continuó ella cuando vio Salir a Joe a rastras entre dos fornidos policías. 
-Enhorabuena -le contestó inexpresivamente el policía-. Voy a enseñarles su suite para la luna de miel. 


Mientras esperaban en la comisaría para que les tomaran declaración y les dijeran la multa, Demi estaba apoyada en la pared del pasillo al Lado de su marido tenia el pelo lleno de barro y restos de hojas, y el vestido estaba completamente estropeado. Joe se aclaró la garganta y suspiró. 
-Bueno, querida -dijo sonriendo-. Tienes que admitir que te he proporcionado un día de bodas que no olvidarás nunca. Demi no dijo nada, pero la expresión de su cara reflejaba muy a las claras su mal humor. 
Joe se acercó más a ella. 
-¿Estás enfadada conmigo? 
-Furiosa, gracias. 
-Toda una señora, sí señor -susurró él sonriendo con tanto amor que a Demi se le pasó el enfado. 
-¡Eres horrible! -murmuró-. Pero, ¡te amo tanto! 
Joe se rió encantado. 
-Mi encantadora y cursi damita rebozada en barro. Cielos, ¡tumbaste a ese vaquero! Nunca me había sentido tan orgulloso de ti... Pero no lo vuelvas a hacer, querida. No quiero que vayas peleándote por ahí, aunque sea para salvarme. Especialmente, ahora -añadió él mirándole a la cintura-. Recuerda que todavía no sabemos nada. 
Demi se ruborizó y le miró a los ojos. Sabía exactamente a lo que se estaba refiriendo. Joe se inclinó y la besó tiernamente. 
-Espero estarlo -susurró ella. 
-Podemos aseguramos, si quieres -replicó Joe con una voz llena de pasión. -Demi se rió. -¿Te acuerdas de esa canción que escribí yo, que se llamaba Dos mundos? -Ella asintió. -La escribí para nosotros. Pensaba que, si algún día me hacías caso, podría cantártela y que, tal vez, te diría algo. 
-y yo estaba entonces demasiado ocupada sintiendo celos de Ashley como para prestar atención a la letra -murmuró Demi.
-Te la cantaré esta noche mientras hacemos el amor. 
-¿Aquí, en la cárcel? 
-Ashley y Jake vendrán en cualquier momento a pagar la multa y sacamos. No te preocupes, querida, todo irá bien. La próxima vez que suceda algo así, no me liaré a golpes. ¿De acuerdo?
Demi se echó a reír, le amaba con todo su corazón. 
-De acuerdo, pero no cambies, querido, te amo tal y como eres. 
Él la miró durante un largo rato antes de decir nada. 
-Yo no soy un-caballero. 
-Ni yo una señora bien, ¿te acuerdas de anoche? 
Joe se estremeció y la besó rápidamente. 
Allí cerca estaban también apoyados contra la pared dos hombres levemente bebidos que les miraban. 
Demi creyó reconocerles, eran los de la pelea. 
-¿No es ésa la muchacha que me tiró el florero? -le preguntó el uno al otro. _
-Sí, eso parece. 
-¿Y no es esa muchacha la que me pegó un rodillazo que me dejó sin sentido? 
-Exactamente la misma.-El hombre sonrió entonces. -Ese hombre no sabe la suerte que tiene -dijo en voz alta refiriéndose a Joe. 
Joe le miró entonces a él sonriendo también. 
-No lo sabes tú bien colega -murmuró y volvió a mirarla a ella.
Demi sonrió también sintiéndose como si hubiera bebido champán y se le hubiera subido a la cabeza. 
-Querido y con respecto a la pelea...
-¿Sí? 
-¿Podríamos tener alguna de vez en cuando? 


No pudieron continuar la conversación porque en ese momento Ashley y Jake llegaron para sacarles. No importaba. Ya estaba haciendo planes para la noche y. contándoselos en voz baja a su encantador y flamante marido. 

FIN

niñas aqi esta el final yo llore de la emocion y de la risa jajajaja con este final espero les haya gustado ...

besitos!!!