domingo, 13 de mayo de 2012

The Heart of Millionaire FINAL


Miley lo estaba rechazando y no podía culparla. Sintió pánico y desesperación, sentimientos a los que no estaba acostumbrado. Nunca tenía que luchar para conseguir las cosas. Siempre se lo daban todo hecho.
Y allí estaba, delante de aquella mujer, sabiendo que sólo podría ganarla si jugaba su última baza.
—Oh, yo... —alargó el brazo que tenía libre y la abrazó. —Está bien. Maldita sea, Miley, Te amo.
—¿Qué? —preguntó.
En sus ojos había confusión y dolor, y algo que se parecía mucho a la esperanza.
Ni siquiera se había mostrado así de sorprendida cuando había aparecido en su casa varios días antes. Eso le daba esperanzas. Si conseguía mantenerla desequilibrada, le ganaría la partida. En ese momento, Nick se dio cuenta de que nunca había deseado algo tanto, de que nada en su vida había sido tan importante. Tenía que medir bien sus palabras. Obligarla a escucharlo. E intentarlo.
La miró a los ojos, tomó aire y se arriesgó.
—Por supuesto que Te amo. Qué te crees, que soy idiota —hizo una pausa. —Mejor no contestes a eso.
—Nick, no hace falta que...
—Sí, claro que sí —replicó él.
No había querido admitir lo que sentía, pero tal vez aquello fuese lo mejor.
—Mira, no me siento orgulloso de ello, pero he estado intentando ocultar lo que sentía por ti desde la primera noche que te vi, hace más de un año. No quería enamorarme, pero no tuve otra opción. Estabas allí, bajo la luz de la luna y fue como si hubiese estado esperándote toda mi vida.
—Pero...
—Sí, te dejé marchar. Me dije a mí mismo que quería que te marchases. Pero era mentira —rió. —Todo este tiempo, he estado llamándote mentirosa, pero el mentiroso he sido yo. Te mentí a ti. Me mentí a mí mismo. Porque no quería sentirme vulnerable.
—Nick... —Miley tragó saliva y una lágrima corrió por su mejilla.
El se la limpió.
—Para mí hubiese sido mucho más sencillo que aceptases mi propuesta de un matrimonio de conveniencia. No habría tenido que reconocer lo que sentía por ti. No habría tenido que correr el riesgo de que te rieses de mí.
—Nunca habría hecho algo así...
—Habrías estado en tu derecho. Pero dado que no aceptaste... Tenía que contártelo todo. Te amo, Miley. Loca, completa y desesperadamente.
A Miley le brillaron los ojos, llenos de lágrimas, y él sintió que se derretía. Miley le había conquistado el corazón, pero no le importaba, no necesitaba protegerse de ello.
Sólo le importaba ella.
—Cuando tú apareces, todo lo demás se desvanece. Me has dado a mis hijos. Me has hecho ver un mundo del que quiero formar parte.
Ella sintió que las lágrimas se le escapaban de los ojos. En sus brazos, Jerry empezó a tener hipo y Nick lo agarró con el brazo que tenía libre. Miró a los dos niños, luego a ella.
—Quiero que sepas que no estoy dispuesto a perder. Nick Falco no se rinde cuando quiere algo tanto como te quiero a ti. No te dejaré marchar. No os dejaré marchar a ninguno.
Giró la cabeza y vio la casa, luego volvió a mirarla a ella.
—Viviremos aquí —añadió. —Puedes preparar tus cestas de regalo en la casa en vez de en el garaje. Hay una habitación muy grande en el piso de arriba, con vistas al mar. Sería perfecta.
Miley abrió la boca para hablar, pero Nick continuó antes de que le diese tiempo:
—Supongo que, hasta que los niños vayan al colegio, podríamos vivir la mitad del año aquí, y la otra mitad en el barco. Y si les gusta el perro que les he comprado, podríamos llevarlo.
—¿Has comprado un...?
—Un cachorro de golden retriever.
—No puedo creerlo...
—Cuando vayan al colegio, podremos pasar los veranos en el barco. Puedo dirigir la línea de cruceros desde aquí, y tengo a Teresa. La ascenderé —dijo con orgullo.
—Pero, Nick...
—Y quiero tener más hijos. Quiero estar a su lado desde el principio. Quiero ver cómo crecen en tu interior. Y estar en la sala de partos. Y quiero estar contigo. Con ellos —dijo mirando a los gemelos. No voy a permitir que me digas que no, Miley. Nos pertenecemos el uno al otro. Sé que me amas. Y, maldita sea, yo también te amo. Si no me crees, encontraré el modo de convencerte. No permitiré que vuelvas a marcharte. No puedo.
Después de un momento de incertidumbre, Miley sonrió, se acercó a él y a los niños y los abrazó a los tres.
—Eres un idiota si piensas que voy a dejarte escapar de nuevo.
Nick rió y sintió que le quitaban un enorme peso de los hombros.
—Te casarás conmigo.
—Sí.
—Y tendremos más niños.
—Sí. Una docena, si tú quieres.
—Y recorrerás el mundo en barco conmigo —añadió bajando la cabeza para pedirle un beso.
—Siempre —contestó Miley sonriendo. —Te amo, Nick. Siempre te he amado. Seremos felices aquí, en esta maravillosa casa.
—Seguro que sí —le aseguró él, robándole otro beso.
—Pero vas a ser tú quien eduque al perro, ¿eh? —bromeó Miley.
—Por ti, mi amor —susurró Nick, sintiendo que tenía el corazón lleno por primera vez en su vida, —lo que haga falta.




FIN

Chicas bellas empezando este maraton con el final de esta nove qe la verdad ame jajaja (qe raro siempre amodo todas las noves jajaja) espero que les aya gustado tambn subire un argumento de una nueva nove NILEY comenten mucho las amo♥

1 comentario:

  1. ay dios mio me enmocione ten solo al ver k publicaste wpero llore al ver k era el final ahhah si es raro yo tmb amo todas tus novelas niley ay llore por la declaracion de nick lo ame tan lindo y persistente y claro k voy a leer el argumento sube mas mas mas mas amo♥ tus novelas :)♥

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