The Heart of Millionaire cap.20

Miley se había marchado.
Y la pelirroja, también.
Y él no había despedido a la limpiadora.
Nick odiaba reconocer que Jenna había tenido razón con respecto a aquello, ¿cómo iba a despedir a nadie si todo el mundo en el barco sabía que siempre había mujeres entrando y saliendo de su suite? En su lugar, había ordenado a Teresa que trasladase a la mujer a trabajar a las cubiertas más bajas y que le advirtiese que, si volvía a aceptar otro soborno, iría de pautas a la calle.
Sentado en el sillón de su oficina, lo hizo girar hacia el mar, pero no podía ver el brillo de los últimos rayos de sol sobre el agua. 
Tampoco se dio cuenta de que el cielo era un mural en tonos rojos y violetas. En su mente seguía grabada la última imagen que tenía de Miley. De pie en la puerta de su dormitorio, con la maleta en la mano, con una expresión que era mezcla de arrepentimiento y decepción.
—¿Qué derecho tiene a sentirse decepcionada? ¿Y por qué demonios me importa lo que piense? —murmuró.
El había planeado desde el principio dejarla marchar. Y eso era lo que había ocurrido. Debía estar satisfecho, pero su cerebro no dejaba de preguntarse por qué se había molestado tanto Miley al ver a la pelirroja. 
¿Eran celos?
¿De verdad le interesaba? ¿Acaso importaba?
Miró la hoja de papel que todavía tenía en la mano. 
El fax del laboratorio de San Pedro era claro y fácil de leer.
Su ADN coincidía con el de los gemelos.
Nick Falco era padre.
Y se sentía orgulloso y aterrado al mismo tiempo.


—Tengo dos hijos —dijo en voz alta, necesitaba oírlo. Sacudió la cabeza, asombrado, y sintió que se le encogía el pecho tanto, que casi le resultaba imposible respirar.


Era padre.


Tenía una familia.


Dos niños pequeños, que ni siquiera sabían que existía, estaban vivos por él. Se levantó del sillón y fue hacia la cristalera que lo separaba del océano y apoyó una mano en la fría superficie de cristal. 
Dos hijos. Gemelos. Volvió a tener aquella sensación de emoción contenida y dijo:
—La cuestión es qué hacer. ¿Cuál es la mejor manera de manejar la situación?
Miley se había marchado, dando por hecho que él mantendría las distancias y se pondría en contacto con sus abogados. Frunció el ceño y notó que la ira iba creciendo en su interior, mezclándose con una sensación de orgullo y confusión. No estaba acostumbrado a todas aquellas emociones.
No le gustaba que nadie se acercase a él demasiado. No obstante, eso iba a cambiar. Tenía que cambiar.
Miley pensaba que lo conocía. Pensaba que se contentaría con seguir siendo un extraño para sus hijos. 
Pensaba que iba a continuar con su vida, dejándolos a un lado a ella, a Jerry y a Adam. Conociéndola, seguro que pensaba que se contentaría con enviarles dinero.


—Se equivoca —murmuró. —Tal vez, no sepa nada acerca de cómo ser padre, pero esos niños son míos. Y no permitiré que nadie me mantenga alejado de ellos.


Se dio la vuelta y golpeó el botón del intercomunicador.
—¿Teresa? —gruñó.
—¿Sí, jefe?


Dobló el informe del laboratorio, se lo metió en el bolsillo de la camisa y dijo:


—Llama al aeropuerto. Alquila un jet privado. Vuelvo a California.

Chicas se qe es corto pero es todo lo qe puedo subir por hoy mañana subo mas Besos!!!