sábado, 5 de mayo de 2012

The way you are Jemi cap.15


La mañana siguiente la sorprendió sentada en el borde de la cama con una taza de café en la mano, mirando fijamente la fotografía de Wil. Cada vez le parecía más joven y, mientras le miraba, recordó todas las cosas que habían pasado hacía ya tantos. años. No había sido lo que se puede decir un gran amor. Él era un chico muy guapo con una gran personalidad. En aquella época ella éra bastante joven y tímida y se dejó deslumbrar por sus atenciones. Pero con el paso de los años había idealizado su recuerdo. Había hecho falta el deseo que había despertado en ella Joe para hacerle comprender eso. Se ruborizó cuando recordó lo que había pasado entre ellos esa noche. Él había sido tan cariñoso, tan paciente. Si no hubiera visto esa foto... Se puso en pie con el ceño fruncido y se dedicó a dar paseos por la habitación.
Su mirada cayó involuntariamente sobre la cama y recordó todos y cada uno de los detalles de lo ocurrido la noche anterior: Joe besándola con ese ansia, acariciándola como nunca nadie lo había hecho antes, comiéndosela con los ojos... Amándola...
Demi cerró los ojos. De alguna manera, eso había sido amor. Ella le habla deseado desesperadamente, y aquella noche no había sido la primera vez. Hacía ya tiempo que le deseaba; quizás desde la primera vez que le vio. Pero no lo había querido reconocer ante sí misma. No hasta que él le había pedido que le diera esas «lecciones». Y, ahora, Demi se preguntaba si no lo habría hecho precisamente para llegar a .ese fin, si no habría decidido ya él que era hora de saciar su violento deseo. 
¿Le importaría ella algo a Joe? Eso era lo que le estaba torturando. ¿Todo eso era solamente un apetito fisico que estaba tratando de satisfacer, o es que realmente sentía algo por ella? Llevó la taza a la cocina y se vistió para ir a trabajar. Probablemente, a juzgar por la forma en que él le había hablado esa noche, no iba a querer volverla a ver en la vida. 
Angie tenía varios mensajes para ella, Demi los cogió y, metiéndose en su despacho se los quedó mirando sin pensar en nada. Tardó aproximadamente una hora en hacerse a la idea de que tenía que ponerse a trabajar y, cuando se puso a hacerlo, se movió como un autómata. Se pasó el día entero mirando al teléfono, esperando que Joe la llamara. 
Pero, a las cinco de la tarde, todavía no lo había hecho, y se dio cuenta de que, probablemente, ya no lo haría. Se fue entonces a su casa y se pasó .el resto de la tarde mirando a las musarañas. 
El viernes llegó por fin y Ashley le recordó nada más llegar a la oficina que tenía que ir esa noche a su fiesta. 
-¿La fiesta? 
Demi se sintió mal al acordarse de que Joe había quedado en pasar a recogerla
-No... no lo sé, Ashley. 
-Tienes que venir, Joe dijo que te iba a traer él. 
El corazón de Demi dio un salto. 
-¿Te lo ha dicho recientemente? 
-Esta misma mañana, cuando he ido a su rancho a echarle el último vistazo a su toro. Estaba como tonto, hasta que le mencioné que los Gibson iban a venir a cantar. Hace años él solía acompañarles. Ya sabes que es un magnífico guitarrista. 
-No, no lo sabía -le dijo Demi lentamente. 
Al parecer, había un montón de cosas que no sabía de Joe. -Lo más probable es que estén toda la noche tocando. Nos lo vamos a pasar muy bien. ¡Te veré a eso de las seis! 
-De acuerdo. 
-Me encantaría ir -dijo Angie cuando Ashley se marchó- Pero tengo que cuidar de los niños de mi hermana. Ashley me iba a presentar a un chico que va a ir. Y todo poda partida de Bridge de mi hermana. 
Demi esbozó una sonrisa al ver el aspecto de tristeza que tenía la joven. 
-Te cambiaría el lugar si pudiera. 
Lo que no dejaba de ser cierto no estaba dispuesta a estar toda una tarde alrededor de Joe, quien, seguramente, la odiaría. 
-Casi estoy por tomarte la palabra -la replicó Angie-Pero no hay problema, sobreviviré he sido boy scout. 
-Sí, supongo que eso te ayudará. 
En ese momento, sonó el teléfono. Lo cogió Angie y se lo pasó enseguida a Demi. 
-Es. para ti, el señor Wayne. 
Demi sintió cómo el corazón se le subía, a la garganta. Estuvo tentada entonces de decirle a Angie que fe contara una mentira y le dijera que no estaba o que estaba reunida o algo por el estilo. Era curioso ver cómo Joe era incluso capaz de despertar en ella esas reacciones tan cobardes. 
-De acuerdo -dijo por fin dirigiéndose lentamente a su despacho. Cogió el teléfono con las manos temblorosas. 
-¿Diga? 
-¿Podrás estar lista a las cinco y media? -le preguntó 
Joe fríamente y sin preliminares. El sonido de su voz la hacía ponerse mala. Cerró los ojos y se puso a jugar con el cordón del teléfono. 
-Sí.

-Ha sido idea de Ashley -le recordó él - Por mí, hubiera ido solo. 
-¡Bueno, si prefieres...! -empezó a decide ella, sintiéndose herida. 
-¡Sí, demonios, lo preferiría! Pero no quiero que seamos la comidilla del pueblo por si vamos o no juntos a la fiesta. Estate lista a esa hora -y colgó el teléfono de golpe. 
Demi colgó también el teléfono con furia y, soltando un gruñido, tiró' un tomo de la guía telefónica contra la puerta. Angie entró entonces asustada. 
-¿Estás bien? -le preguntó asustada. Era la primera vez que veía a su jefa tan enfadada como para ponerse a tirar cosas. -No -le contestó Demi con la furia brillándole en los ojos-. No lo estoy. Algún día le mataré. ¡Le voy a pegar un tiro! ¡Le voy a hacer comerse un cactus! Mejor, se lo voy a meter... 
-¿Al señor Wayne? -le preguntó Angie extrañada por el súbito arrebato de furia de Demi-. Pero si erais amigos. 
-¿Yo? ¿Amiga de ese animal? 
Angie se quedó muy quieta, buscando las palabras adecuadas. 
-Me vaya casa -le dijo Demi cogiendo su bolso y abalanzándose hacia la puerta-. Cierra tú, ¿de acuerdo? 
-Por supuesto. Pero... 
-Le vaya meter cerillas bajo las uñas -iba murmurando Demi-. Le vaya quemar el... . 
Angie, se limitó a sacudir la cabeza. 
-Debe ser el amor-murmuró divertida. 



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