jueves, 10 de mayo de 2012

The way you are Jemi cap.17




-¡Joe! ¡Demi! ¡Ya era hora de que llegarais! -Les dijo Ashley acercándose y agarrando a Joe del brazo. 
Demi no había sentido en su vida una necesidad tan grande de golpear a otra mujer. Ashley, sin darse cuenta de la reacción de su amiga, se aproximó aún más a Joe y sonrió. 
-Los Gibson te están esperando -le dijo-. Jack ha llegado incluso a decir que no tocaban si tú no venías.
Joe se echó a reír, pero Demi se hubiera puesto a llorar si no hubiera estado mal visto. Le parecía que había pasado mucho tiempo desde que se había reído con ella de esa forma. 
-En ese caso, es mejor que vaya a verles. Estás muy guapa
-le dijo a Ashley observando su vestido azul. 
-Gracias-le contestó Ashley mirándole a los ojos coquetamente-. Me gusta que se aprecien mis esfuerzos. 


Esa noche llevaba el pelo suelto y nunca antes había parecido más femenina y sin ese aspecto de chico travieso que tenía normalmente. Jake la miró de reojo y frunció el ceño. Demi fue la única persona de los presentes que se dio cuenta de esa mirada y se preguntó por un momento si Jake no estaría celoso. ¡Vaya una idea curiosa! El capataz de Joe nunca miraba así a las mujeres. 
-Perdónanos, Demi -le dijo Ashley llevándose a Joe. Él la siguió como un corderillo, sin ni siquiera mirar atrás. Demi se sintió entonces fuera de lugar. No estaba de humor esa tarde para disfrutar de la fiesta. Pero Jake pareció darse cuenta de lo que le pasaba y dejó a los otros vaqueros con los que estaba charlando para reunirse con ella. 
-Parece usted sentirse tan fuera de lugar como yo, señorita Bush -le dijo él amargamente-. Yo no soy ni mucho menos amigo de estas fiestas. 
-y yo no estoy tampoco ni mucho menos de humor como para estar en ésta. 
Demi estaba mirando a Joe. Él le dio la mano a cada uno de los componentes del grupo musical y cogió una guitarra. Arrojando entonces su sombrero hacia donde estaba Ashley, se sentó con ellos. 
-Bueno, por lo menos, vamos a oír tocar al jefe –dijo Jake-. No suele hacerla mucho últimamente. 
-Yo no le he oído nunca. 
-No me sorprende-le dijo él mirándola- Probablemente él piensa que usted prefiere las cosas más clásicas. 
-Todo el mundo parece conocerme mejor que yo misma -murmuró ella. En realidad, la música country le gustaba mucho. 
-¿Se han peleado ustedes dos? -le preguntó Jake tranquilamente-. Ha estado verdaderamente insoportable los últimos días. . . 
-Ya me he dado cuenta. 
Jake se encogió entonces de hombros y se apoyó contra el quicio de la puerta para escuchar la música más cómodamente. Los dedos de Joe empezaron a rasgar las cuerdas metálicas de la guitarra en una movida versión de San Antonio Rose. Demi se quedó extasiada. Hasta entonces, suponía que no lo iba a hacer mal, pero lo que estaba haciendo con ese instrumento hacía que le temblaran las rodillas. Era todo un experto 
-Es bueno, ¿verdad? -le dijo Jake-. Siempre he dicho que tenía que hacerse profesional; pero él siempre me ha contestado también que eso de ir de un lado a otro con un counto no le parecía divertido. Le gusta más ser ganadero. Demi le dirigió a Joe una mirada cargada de tristeza. 
-Es maravilloso -dijo suavemente y, por el tono que empleó estaba claro que no se refería solamente a sus cualidades como músico. Jake la miró con curiosidad, extrañado por lo que había dicho y por la curiosa expresión que se reflejaba en sus ojos grises. Así que era eso. Volvió a mirar a su jefe y sonrió. Ashley estaba cerca de él, aplaudiendo y riéndose. Joe la miró y sonrió cuando terminó la canción.
-¿Qué tal si cantáis Dos mundos? -gritó Jake 
Joe le miró y frunció el ceño cuando vio que Jake estaba al lado de Demi. 
-Sí, cantala -apoyó Ashley-. ¡Adelante, Joe, cántala! 
-Él escribió esa canción -le dijo Jake a Joe-. Tuvimos que obligarle á que la registrara, pero nunca ha dejado que nadie la cante o la grabe en disco.
Era una canción de amor. Hablaba de dos mundos muy diferentes, sin posibilidad de acercamiento entre ellos. Y Joe la cantaba con una voz profunda y modulada. Era la voz más atractiva que Demi había oído nunca y durante el tiempo que duró la canción estuvo como hipnotizada. En una pausa, Joe levantó la mirada y miró a Ashley. Demi tuvo que cerrar los ojos, embargada por la pena y el dolor.  Cuando terminó, se produjo un momentáneo silencio e inmediatamente después, una oleada de aplausos. 
-y se dedica a cuidar ganado. ¿Podéis creéroslo? -gritó Ashley riendo. Se inclinó sobre él y le besó en los labios firmemente. -¡Eres grande! 
Demi se sintió mal y Jake dijo algo rudo en voz baja. Entonces la miró, se dio cuenta de la palidez que súbitamente se había apoderado de su rostro y la cogió del brazo. 
-¿Se encuentra bien? 
-Sólo un poco mareada -le contestó ella riéndose nerviosamente-. He estado trabajando mucho últimamente. --No ha sido usted sola. También lo ha estado haciendo el jefe. 
El conjunto había empezado a tocar de nuevo, esta vez música de baile. Jake miró a su jefe, que también estaba mirando en su dirección, y desvió la mirada. 
-¿Querría bailar conmigo, señorita Bush? 
-Bueno... 
-Yo Creo que podemos jugar a su mismo juego-dijo Jake mirando a Joe. 
-No lo entiendo. 
Él la acompañó entonces a la pista de baile. 
-No importa -murmuró. Jake bailaba tan mal como lo había hecho Joe la famosa noche de las lecciones de baile...
Ashley, por su parte, les estaba mirando con un aire de curiosidad. Jake le dedicó entonces una fría sonrisa y continuó bailando con Demi. Entonces ella le miró y vio una expresión de furia en su rostro. Así que era eso, Jake y Joe estaban compitiendo por Ashley! 
Suspiró. 
Entonces no era ella la única que estaba sufriendo. Jake también quería a Ashley. Estaba claro que no podía ganar en esa competición. Supo instintivamente que Joe le ganaría a Jake en cualquier terreno, especialmente si se trataba de amor. 
-¿Está segura de que se encuentra bien? -le preguntó Jake. -En realidad, no -admitió ella-, pero lo soporto. 
Él la sonrió.
-Sí, señorita. Me imagino que lo puede hacer. 
La velada prosiguió y Joe no dejó a los Gibson ni por un instante. Estuvo todo el tiempo tocando, y Ashley estaba cerca de él embobada. Demi se sentó después del primer baile, dejando que Jake se ocupara un poco de las otras mujeres. Había mucha gente allí, más de la que ella se hubiera imaginado. Y todo el mundo parecía estar pasándoselo muy bien. Demi se fue poniendo más y más melancólica, hasta que terminó por rogar que se acabara la fiesta para poder irse a casa. Nunca Se había sentido tan desplazada en su vida. Ver lo bien que se llevaban Ashley y Joe era más de lo que podía soportar. Al cabo de un rato, Jake volvió a su lado y se quedó allí, observando cómo charlaban Joe y Ashley. 
-Ashley está muy guapa -dijo Demi tranquilamente. Él se encogió de hombros y miró a un trozo de cuerda que tenía entre los dedos y con el que estaba haciendo un nudo de horca. 
-Sí, supongo que sí. 
Demi sintió entonces un súbito sentimiento de solidaridad con Jake y murmuró impulsivamente
-¿Tú también, eh?- Él levantó la mirada, se ruborizó y volvió a bajarla. -A lo mejor es contagioso. . 
-Y a lo mejor también tiene cura.
-¿En serio? Si encuentra un antídoto, dígamelo. 
-Leí mismo digo. 
Jake volvió a mirar a Joe y a Ashely. 
-Es desagradable Ella es demasiado joven para él. 
-Pero tú tienes casi la edad de Joe. También es un poco joven para ti, ¿no? 
-¿y qué tiene eso que ver? -protestó Jake.
Demi se limitó a sonreír. Probablemente él se sentía tan deprimido como ella, así que apoyó amablemente una mano sobre uno de sus anchos hombros. 
-No te vengas abajo. Coge una guitarra y practica. 
-Si ni siquiera sé tocar la armónica -suspiró él-. Pues usted tenía que ponerse a estudiar veterinaria. 
-Me desmayo cuando veo sangre. 
Jake le contestó sonriendo. 
-Creo que los dos estamos fuera de lugar. 
-Yo también. 

Hola chicas aqi subiendo y cambiando el estilo del blog antes de dormir 
gracias por sus comentarios espero les gusten estos dos capis qe subire ;)

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