sábado, 5 de mayo de 2012

Blackmail A Woman Niley cap.19




Miley miró su reloj. Nick habría llegado a Edimburgo ya. Había dicho que sólo estaría un par de días, pero ella ya lo echaba de menos.
Aquélla era la noche del lanzamiento de una nueva marca de botas de fútbol. Estaba tensa con la respuesta que había recibido a invitaciones que había enviado, y hasta Dorsland estaría allí.
Sonó su teléfono móvil, y su corazón se sobresaltó al ver que era Nick.
Aunque no estaban viviendo juntos, pasaba más noches en casa de Nick que en la suya.
—¿Ha enviado tu madre las invitaciones a la boda ya? —preguntó él.
—Las envió ayer. Pero también ha llamado por teléfono a algunos, por si no les llegaba a tiempo la invitación. Te das cuenta de la cantidad de invitados que habrá en nuestra boda, ¿no, Nick? —le advirtió Miley.
—Doscientos y algo… Y eso sin incluir a mis primos segundos de Nueva Escocia… —respondió Nick.
—¿Qué? No, Nick. Son más bien…
—Doscientos cada uno. Es decir, mi madre piensa invitar a doscientos invitados, y tu madre no invitará a menos de doscientos cincuenta.
—Oh, Nick. Dijimos que queríamos una boda sencilla…
—Habla con tu madre… Al parecer, ésa es una boda sencilla, para ellas —le dijo Nick.
Miley suspiró.
Menos mal que no es verano, porque mi madre dijo el otro día que, si lo fuera, sería buena idea poner carpas en tu jardín —dijo Miley.
—Sí he visto que lo hacen…
—Sí, yo también, y sé cuánto trabajo supone. Yo creí que estábamos de acuerdo en celebrar una boda sencilla y no una boda con quinientos invitados y un salón de baile en el Ritz —comentó Miley.
—Bueno, es posible que nosotros estuviéramos de acuerdo. Pero no nuestras madres. Deja de preocuparte por ello, y déjalas que lo organicen todo y disfruten con ello. No quiero que estés cansada para la luna de miel.
Miley se puso colorada.
—Si lo estoy, no será por los preparativos de la boda —le dijo ella valientemente.
—¿Ya estás cansada?
—Mucho. ¿Cuándo vuelves, Nick?
—Oh, ¿no estás tan cansada como para querer que no vuelva todavía?
—Te lo pregunto por lo del bautizo.
—¿Eh? Bueno, no te preocupes. No me olvido de que tenemos que ir al bautizo el jueves.
Selena y Justin bautizaban a su hijo de tres meses el fin de semana, y Miley iba a ser una de las madrinas junto con Demi.
Aunque Justin tenía su trabajo en ,Selena y él pasaban todo el tiempo que podían en Inglaterra, sobre todo por el abuelo de Selena, que era muy mayor, y el bautizo sería en un pequeño pueblo cerca de su mansión.
—Tengo que colgar. Cuídate —le dijo antes de poner fin a la llamada.
No hubo ningún «te quiero». Pero era normal, porque Nick no la amaba.
—Me voy, señora Crabtree —le dijo Miley al ama de llaves, tratando de reprimir las lágrimas que asomaban a su ojos.
El ama de llaves de Nick estaba contenta de que Nick se casara. Y Miley y ella se habían pasado tardes enteras hablando de cómo reformar la cocina.
—Acaba de llegar un paquete para ti, Miley —le gritó la mujer desde lejos.
—Oh…
Miley fue a la cocina y miró la caja que había encima de la mesa. Tenía una nota con la letra de Nick:
Espero que esto haga que te despiertes con ganas cuando durmamos juntos.
Nick hacía que se despertase con ganas por las mañanas, haciéndole el amor. Y ella no podía imaginarse ningún placer mayor que ése.
Con manos temblorosas y las mejillas rojas, empezó a abrir la caja.
Pero se dio cuenta de que se equivocaba pensando que se trataba de algún juguete sexual puesto que era una cafetera Express.
—¡Oh Nick! —susurró, abrumada por la emoción.
—Me dijo cuánto echabas de menos tu café expreso por la mañana —le comentó la señora Crabtree sonriendo.
Ella hubiera deseado llamarlo inmediatamente y agradecérselo, pero se contentó enviándole un mensaje de texto, por si Nick estaba ya con su cliente.
Miley respiró profundamente, aliviada. Al parecer el evento iba a ser un éxito, como esperaban sus clientes.
Las estrellas del fútbol y modelos eran una buena propaganda para los fabricantes. Se había inventado un cóctel naranja y rojo a juego con los adornos naranja y rojos del salón, que era el color del logo que llevaban las zapatillas de fútbol.
Los futbolistas parecían ser la mayor atracción para las invitadas. Y los medios de comunicación, el atractivo principal de sus clientes.
—¡Miley!
—¡Dorsland! —Miley saludó afectuosamente al editor y director de la revista A-List Life.
—Has sido una piílla no diciéndome lo tuyo con Nick —le dijo Dorland—. He tenido que enterarme de tu compromiso por el The Times.
Lucy se rió y dijo:
—Ha sido culpa de Nick, Dorland, no mía. Pero vas a venir a la boda, ¿no?
—Por supuesto —dijo Dorland con gesto más suave.
Miley había insistido en invitar a Dorland aunque su madre no había estado de acuerdo totalmente.
—Miley, hay algo de lo que quiero hablarte —agregó Dorland, serio—. Ven aquí y siéntate un momento.
—¿Sucede algo malo? —preguntó Miley cuando se sentaron en un rincón.
—Uno de mis fotógrafos me ha dicho que te vio almorzando con Lucas Till en la Brasserie la semana pasada.
Miley se puso colorada. Ella había visto a los paparazzi fuera de la Brasserie, y debía haber sabido que la reconocerían.
—Conoce a mi primo —explicó ella sin darle demasiada importancia.
Dorland agitó la cabeza.
—Es un mal tipo, Miley. No te involucres en nada con él —le advirtió.
Miley lo miró, asombrada.
—¿Qué quieres decir?
—¿Qué sabes de él?
—Que es un empresario con mucho éxito que ha creado una empresa de servicios domésticos cuyas oficinas centrales están en Londres, y que suministra servicios domésticos a gente rica que no tiene tiempo para ocuparse de esas cosas.
—Esa es la punta legal del iceberg de su negocio —le dijo Dorland—. La verdad es que trabaja para un grupo mafioso de Europa del Este, que se ocupa de lavado de dinero. Los empleados que usa en su negocio de servicios varios son casi todos ilegales, traídos al país para trabajar casi como esclavos. En primer lugar, los pobres tienen que pagar miles de libras para entrar a este país, y luego cuando entran les dicen que los pueden deportar en cualquier momento si las autoridades descubren que están aquí. Así que son forzados a trabajar por casi nada y a vivir en condiciones infrahumanas…
Dorland continuó:
—Y eso no es lo peor. Mujeres jóvenes, a veces vendidas por sus familias, otras veces secuestradas, son vendidas como prostitutas y pasan de un dueño a otro. Ese hombre está involucrado en el negocio más cruel del mundo. Trafica con la degradación y la miseria humana. Y por cierto, Lucas Till no es ni siquiera su verdadero nombre.
—¿Cómo sabes todo esto? —protestó Miley.
—Lo sé porque el año pasado se acercó a mí para ofrecerme un negocio relacionado con la revista. Me dijo que estaba buscando algún sitio donde invertir los beneficios de su negocio. Me habló de llevar A-List Life a Europa y Rusia. Debo reconocer que al principio me sentí tentado, y no sólo por el dinero que era mucho. Pero cuando empecé a ahondar un poco y a hacer preguntas, salieron a la luz todo tipo de negocios sucios.
Dorland respiró hondo y siguió:
—La razón por la que quería ser socio de la revista era porque necesitaba blanquear dinero que proviene del negocio que hace con los emigrantes y las prostitutas. Me habló de que podíamos emplear nuestras propias chicas como anfitrionas de los eventos de famosos. Pero en realidad lo que quería era usar la revista para suministrar prostitutas de lujo.
Miley estaba en estado de shock.
—No quiero meterme en tus negocios personales, Miley, pero sé cómo trabaja esta gente, Te ofrecen un negocio fabuloso que tiene que ser secreto. Si estabas comiendo con él por ese motivo, te aconsejo que lo olvides.
—Si es tan malo como dices, ¿por qué no han hecho nada las autoridades? —preguntó Miley.
—Probablemente porque es demasiado listo y no tienen pruebas. Yo lo sé porque me he informado. Londres tiene su grupo de rusos oligarcas, y sucede que conozco a algunos de ellos, que conocen a gente que conoce a otra gente, etcétera. No tienen relación con él, pero tienen contactos y conocen a gente que hacen negocios con él. Y me han aconsejado no involucrarme con él en nada. ¿Le has comentado a Nick el negocio con el?
Miley agito la cabeza.
—No. Y yo… No he podido. Ahora, no.
—No. No le va gustar —le dijo Dorland.
—Sólo hemos tenido un encuentro, eso es todo —subrayó Miley—. Nada más.
—Bueno, yo en tu lugar,  Miley, no tendría más encuentros con él. Y me aseguraría de que Till supiera que no estás interesada en ninguna de sus propuestas. Sé que no es asunto mío, pero siempre he tenido simpatía por tu negocio y por ti. Tienes clase, Miley, y eso me gusta… Admiro lo que hiciste con Prét & Party, aunque las cosas luego no te hayan salido bien. Pero tu empresa es el tipo de negocio que busca él, y una vez que te meta en el fango junto con él, no podrás salir. Esa gente sabe cómo tener atrapadas a sus víctimas. Y arrastrarán a Nick también.
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3 comentarios:

  1. lucas es el malo ....
    wow siguela quiero saber mas...

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  2. AAAAAAAAAAAA MITHIE!! como la vas a dejar ahi u.u DIOS me vas a matar :P jaja ME ENCANTO! ya odio a Lucas -.- y aaa se me hace que Nick se va a enterar y se pudre todo :P bueno seguila pronto, besitos ♥

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  3. Diooooos! Tantas cosas que no se por donde empezar
    Tantos invitados a la boda!!!
    Bautizo de Jelena's baby!!
    Le reaglo una cafetera... una cafeteraaaaaaaaaaaa :3 (lindoo)
    Mafiiiia?! Y ahora que va a hacer Miley sin ese cliente potencial??!
    Sigo leyendooo!

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