sábado, 5 de mayo de 2012

Blackmail A Woman Niley cap.18




—¿Estás seguro de que estamos haciendo lo correcto?
Acababan de volver de visitar a los padres de ella, que estuvieron encantados de saber que se iban a casar.
Pero, a pesar de que todo el mundo se alegraba de su compromiso, Miley empezó a sentirse cada vez más triste.
Miley miró el anillo que Nick le había regalado para su compromiso. Los diamantes brillaban en la mañana de octubre en el jardín de la casa de Nick.
En Mallorca, llevada por una ola de pasión y fantasías, había pensado que cualquier cosa era posible, hasta que Nick llegase a amarla. Pero ahora, de vuelta en Londres, la realidad se imponía.
—¿Qué quieres decir exactamente? —preguntó Nick, irritado—. Yo creí que, con la reacción tan favorable de nuestras familias, era evidente que estábamos haciendo lo correcto —se puso de pie y fue hacia la ventana.
Miley agarró su taza de café con fuerza Era evidente que él no quería continuar la conversación. Pero ella necesitaba hacerlo. Ella necesitaba… su amor. Y si no lo tenia al menos, necesitaba esperanza; la esperanza de que él pudiera llegar a amarla algún día. Per no podía decírselo.
—Nuestras familias suponen que nos amamos. No saben la verdad. Yo no sé si una relación… un matrimonio sin amor puede sobrevivir.
—¿Amor? —Nick agitó la cabeza—. ¿Por qué todo el mundo está obsesionado con eso a lo que llaman amor? No tiene el valor que le dan. Deberías saberlo. Después de todo, te casaste con Blayne porque «lo amabas», ¡y mira en qué acabó…! Tú y yo tenemos razones prácticas para casarnos que valen más que el amor. Yo necesito y quiero una esposa que comprenda mi forma de vida y que comparta conmigo mi deseo de tener hijos. No quiero ser el primer Canning sin un heredero. Sexualmente, como los dos sabemos, somos compatibles. Tú quieres hijos, y no eres el tipo de mujer que los tendría fuera del matrimonio. Tú te casaste una vez por lo que llaman «amor», Miley. Creí que serías lo suficientemente inteligente como para no volver a cometer el mismo error.
—¿Y qué me dices si un día te enamoras de alguien, Nick?
—¿Enamorarme? —la miró horrorizado—. ¿No me has oído? En lo que a mí me concierne el amor, es una forma de tapar el egoísmo mezclado con lascivia. Mi padre se enamoró, o es lo que decía, y abandonó a mi madre. Nos abandonó por causa del amor. Y si no hubiera sido porque se mató en un accidente poco después, habría destruido al banco así la felicidad de mi madre. En aquel momento, vi lo que era el amor, y me juré que jamás caería en semejante cosa.
«¡Pero tenías seis años entonces!», hubiera querido decirle Miley. Pero se reprimió.
No sabía que Nick tuviera un concepto tan amargo del amor.
—¿Qué ocurre? —preguntó Nick al ver la desesperación en los ojos de Miley.
Ella agitó la cabeza.
—Yo… No estoy segura de que debamos casarnos, Nick.
—Es demasiado tarde ahora. Por un lado tu madre está organizando la boda. Por otro… No nos olvidemos de que puedes estar embarazada de un hijo mío. Vamos a casarnos, Miley. Y eso no lo cambiará nadie ni nada.
¿Cómo había podido engañarse a sí misma pensando que él podría llegar a amarla? Nick no quería amarla. No quería amar a nadie.
—Quiero hablar contigo acerca de Prét & Party —continuó Nick, brusco.
Miley se puso tensa. No quería hablar con Nick de su negocio. Había recibido Una carta de Lucas Till reiterándole que no quería que hablase con nadie sobre su encuentro, explicándole que aún estaba fuera del país en viaje de negocios, y que se pondría en contacto con ella a su regreso. Ella pensaba que no debía haber secretos entre marido y mujer, pero el hecho de que Liam la hubiera traicionado, y la inseguridad sobre el futuro de su matrimonio con Nick, la hacía aferrarse fuertemente a la seguridad de  Prét & Party . Si en algún momento Nick decidía que su matrimonio no estaba funcionando con la eficiencia de reloj suizo que esperaba, ella necesitaría su negocio, no sólo para mantenerla económicamente, sino para validarla como persona.
—He pensado que la manera más sencilla de solucionar la situación es que yo inyecte suficiente capital en tu negocio para pagar tus deudas —dijo Nick.
—¡No! No… No quiero que hagas eso.
Miley se dio cuenta de que su reacción había sorprendido a Nick.
—¿Por qué no? Hace menos de dos meses me pediste que te dejara utilizar lo que quedaba del fideicomiso para invertirlo en tu empresa.
—Eso fue distinto. Ese era mi dinero, no el tuyo. Y además…
No podía hablarle de Till. Nick se dio cuenta de que Miley no estaba segura de su decisión de casarse con él.
¿Sería porque a pesar de lo que le había hecho Blayne, todavía lo amaba? ¿Por qué rechazaba su oferta de pagar las deudas de su empresa pensó Nick?
—Miley…
Prét & Party es responsabilidad mía, Nick, y quiero que siga siendo así.
Y tal vez sería su salvación si Nick decidía terminar con su matrimonio.
Miley se sintió muy sola. Tenía ganas de llorar, pero por supuesto no debía hacerlo. ¡Sus dos amigas íntimas habían tenido tanta suerte de encontrar hombres que las amaban! Sus maridos eran sus almas gemelas, y podían compartir con ellos sus pensamientos y sus sentimientos. En cambio, ella jamás podría compartir sus más íntimos sentimientos con Nick ni con nadie.
Casarse con Nick sería cerrar la puerta a sus más profundos sentimientos. Pero sabía que no sería capaz de dejarlo y que él buscase otra mujer. No podría soportarlo.
Y como había dicho Nick, tal vez fuera tarde, porque podía estar embarazada.
Era demasiado tarde para echarse atrás en su decisión de casarse con él.




2 comentarios:

  1. Este par me saca canas... acomplejados... porque no se aman de una vez y que va a pasar con el negocion de Mileyy?!

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