Two Lonely Hearts cap.5

Lo que Joe no se esperaba en absoluto era que su hermano Kevin hubiera decidido tomar un avión muy temprano aquella mañana para asistir a la convención como había planeado, y mucho menos, que apareciera frente a ellos cuando llegaron al vestíbulo y se abrieron las puertas del ascensor.
—estupendo —masculló Joe tapándose el rostro con una mano.
Joe lo miró sin comprender, mientras que evan se había quedado paralizado, como si hubiera visto una aparición. parecía que se le fueran a salir los ojos de las órbitas.
—¡¿...Joe?! —exclamó inclinándose hacia delante, como si creyera que la vista estaba engañándolo.
Los ojos de Joe se entornaron peligrosamente y, aunque se sonrojó ligeramente, tomó el brazo de miranda pretendiendo que no había advertido su estupefacción.
—Perdona, pero llegamos tarde —le dijo a Kevin.
Su hermano sonrió como un pillo, mostrando sus blancos dientes.
—¿Es que no vas a presentarnos?
—soy Demi Knight —murmuró la joven, tendiéndole la mano a pesar de la mueca de disgusto que mostraba el rostro de Joe.
—Kevin Jonas —dijo evan estrechándosela—. es un placer.
—Vuelve al rancho —masculló Joe.
—No pienso irme —replicó evan indignado—. He venido a ver cómo te las apañas en el congreso. es lo menos que podía hacer. después de todo yo te metí en esto.
—No creas que lo he olvidado —farfulló harden—. esta te la pienso guardar. No me haces ninguna falta aquí. puedes volver a casa.
—Ni hablar —repitió Kevin—. además, me encanta chicago. hay un montón de chicas guapas por aquí —dijo sonriendo de un modo seductor a Demi.
—Ella no está libre —le advirtió Joe en un tono amenazador.
—Perdona la indiscreción —le dijo Kevin a Demi—, ¿pero cómo lo has conseguido? quiero decir, ¿lo has drogado o le has hecho algún encantamiento? por lo general no puede ver a las mujeres ni en pintura.
Demi no pudo reprimir una sonrisa divertida.
—Bueno, en realidad...
—Tuvo un problema anoche y la ayudé. eso es todo —la cortó Joe—. y ahora voy a llevarla a su casa —le dijo a Kevin, retándolo con la mirada a hacer una sola
pregunta más—. nos vemos luego.
Y, sin decir otra palabra, se alejó, tomando a Demi de la mano, y arrastrándola con él.
—Tu hermano es altísimo —comentó ella, tratando de ignorar el agradable cosquilleo que le producía el contacto con la cálida mano de Joe.
—Sí, es el más alto de los cuatro —contestó él vagamente—, pero también el que tiene menos tacto.
—Mira quien fue a hablar —la joven no pudo resistir la impertinente contestación.
Joe la miró sorprendido, pero la sonrisa en los labios de Demi arrancó otra de los de él. Parecía tan distinta de la joven asustada y desesperada que había salvado la noche anterior... tal vez aquella era la verdadera miranda, la Demi cuyo espíritu aquel canalla de Sterling había amordazado.

—Supongo que no volveremos a vemos —murmuró ella cuando llegaron junto al
coche, en el aparcamiento.
—Me parece que no hay muchas razones para ello... a menos que se te ocurra intentar saltar de otro puente —contestó Joe tratando de mostrarse lo más distante posible. la verdad era que le entristecía la idea de no volver a verla, pero ella acababa de perder a un marido y un hijo, y él no quería una relación. Era mejor dejarlo así. además, él todavía tenía las cicatrices de la única vez que había
entregado su corazón sin reservas a una mujer.
—No volveré a hacerlo —le prometió ella, entrando en el vehículo.
—Deberías buscar algo que ocupe tu mente —le aconsejó él mientras arrancaba —, algo que te ayude a superar los momentos difíciles.
Se quedaron un rato en silencio, hasta que de repente, ella dijo:
—Supongo que tu hermano habrá pensado que nos hemos acostado.
—¿Qué importa lo que piensen los demás?
Ella giró la cabeza hacia él para mirarlo.
—Ya veo que a ti no, pero a mí no me hace gracia que nadie me tenga por lo que no soy.
—Pondré las cosas en claro en cuanto lo vea.
—Gracias.
La joven volvió a apartar el rostro, y Joe creyó advertir que la tristeza ensombrecía otra vez su rostro.
—¿Cuánto tiempo dijiste que ha pasado del accidente? —inquirió Joe.
— Casi un mes — murmuró ella.
—Es poco tiempo. es natural que aún lo sientas muy reciente. cuando murió mi padrastro las cosas tardaron prácticamente un año en volver a la normalidad en casa.
—Joe... —dijo ella de pronto—. me he fijado en que llevas el mismo apellido que tu hermano.
—¿y te preguntas por qué? —adivinó él—.Mi padrastro me adoptó legalmente.
Solo la gente que ha vivido toda su vida en Jacobsville lo sabe, aunque quienes no están enterados siempre se sorprenden de que sea el único con ojos de color en la
familia.
—¿De veras? mi madre era pelirroja y tenía los ojos verdes y mi padre rubio con los ojos azules —comentó ella—. y aquí me tienes a mí, con el pelo negro y los
ojos marron. todo el mundo pensaba que había sido adoptada —añadió riéndose.
—¿Y a quién sales entonces?
—a mi abuela materna —contestó ella con una sonrisa—. aunque ella era muy guapa.
—¿Y tú que crees que eres?, ¿La bruja del este? — le espetó él soltando una carcajada de incredulidad. la modestia de aquella chica era enfermiza. giró la cabeza
para mirarla cuando se detuvo en un semáforo—. Dios, pero si es eres preciosa... ¿nunca te lo ha dicho nadie?

Bien chicas es todo por hoy nos leemos pronto las amo♥

Pliis a las que leo sus noves suban!!!