Blackmail A Woman Niley cap.20

Miley miró la carta que acababa releer. Estaba dirigida a Lucas Till. Le decía que, puesto que se iba a casar, había decidido no seguir con la aventura del negocio del que habían hablado. Su esposo iba a ser su nuevo socio, había agregado, aunque no era verdad.
Decidió ir al correo personalmente y enviarla con acuse de recibo para asegurarse de que Till la recibía.
Se estremeció al cerrar el sobre. ¡Menos mal que Dorland se lo había advertido! Miley reconocía que su empresa habría sido ideal para blanquear dinero. Se alegraba de no habérselo contado a Nick. Se imaginaba lo que le habría dicho si se enteraba de lo fácilmente que había caído en la trampa de Till. Nick. Volvería aquella tarde. Y al día Siguiente irían al bautizo.


—Estás muy callada.
—¿Sí? —Miley miró a Nick con una sonrisa.
Viajaban en el coche de Nick. Iban un par de días antes del bautizo, para que Selena, Demi y Miley pudieran tener dos días para ellas solas antes de que llegasen los otros invitados. Miley tenía muchas ganas de ver sus dos amigas.
Nick había reservado habitación en un hotel pequeño que había sido una mansión, y había bromeado diciéndole que podrían practicar para su luna de miel, que sería en el Caribe.
Lo había echado de menos terriblemente mientras había estado fuera, pero la noche anterior, cuando había llegado Nick, ella había estado tan nerviosa por el asunto de su negocio con Till, que no había podido relajarse con él.
Ni siquiera en la cama.
—¿Qué tal fue el evento de las botas de fútbol?
—Oh bien —dijo Miley.
Se puso colorada simplemente pensando lo que le había contado Dorland. Sentía culpa de no contárselo a Nick.
Nick frunció el ceño mientras la escuchaba. Algo había cambiado mientras él había estado fuera. Miley había cambiado, pensó Nick. ¿Por qué? ¿Porque todavía
seguía dudando en casarse? Su gesto se endureció. No tenía intención de renunciar a Mileyy. Seguramente sus dudas tenían que ver con que aún añoraba a Liam. Si era así, renunciaría menos aún a ella.
—He hablado con el señor McVicar y le he dicho que pensaba inyectar efectivo en la cuenta de Prét & Party, el suficiente para saldar deudas y cubrir el descubierto del banco, además de invertir una pequeña cantidad de capital.
—¡No! —exclamó Miley, más fuerte de lo que quiso—. Ya te he dicho que no quiero que lo hagas. Tengo dinero suficiente en mi fideicomiso para hacerlo, Nick. Supongo que eres tan rico, que no te importa pagar mis deudas, pero no quiero que lo hagas. Prefiero pagarlas yo misma. No quiero sentir que te debo nada económicamente por mi negocio.
—De acuerdo. Entonces, si quieres, ¿porqué no me dejas que sea tu socio en tu empresa. Podríamos…
—¡No! No quiero eso.
«¿Por qué?», quería preguntó Nick.
Pero notó lo enfadada que estaba Miley y tubo miedo.
¿El tenía miedo?, pensó. Era algo que jamás le había ocurrido.
Tenía miedo de perderla, se dio cuenta.
¿Todavía amaba a Liam?
Liam Blayne la había dejado por otra mujer pero, ¿esperaba ella que volviera? ¿Creía que aferrándose a su empresa atraería a Liam?
¿Qué estaba sucediendo? Al principio ella había parecido contenta de casarse con él, feliz de su futuro juntos. Y contenta con él en la cama también, reflexionó. Pero, al parecer, no había sido así, pensó.
La noche anterior la había notado rígida, y la había dejado marchar. Y hoy Miley se estaba comportando como si él fuera la última persona con la que quisiera estar.
También se dio cuenta de que le dolía que Miley no lo dejara ayudarla. ¿Cómo era posible? ¿Por qué?
Miley se llevó la mano a la sien. Hubiera querido que la relación con Nick fuera diferente, que pudiera confiar en él y poder contarle la historia de Till.
—Tenemos que desviarnos de la autopista en la próxima salida —dijo Nick—. El hotel está a pocos minutos de aquí. He pensado pasar primero por allí para dejar las cosas. ¿A que hora dices que nos esperan Selena y Justin?
—A partir de las dos —dijo Miley—, así que no tenemos prisa.
Se daría cuenta Nick de que ella le estaba proponiendo algo para que pudieran estar solos un rato antes de ir a ver a Sel y Justin?, se preguntó Miley.
Sería una oportunidad de enmendar un poco la noche anterior en que había estado… fría. ¿Lo hacía por él o por ella?
—Me parece que también van a tener suerte con el tiempo —dijo Miley—. El pronóstico es bueno para todo el fin de semana.
—Ésta es nuestra salida —comentó Nick. Nick no habló apenas hasta que pasaron por varias carreteras comarcales y pasaron varios pueblos.
—Esta es una parte muy bonita del país. Además, está cerca de Londres. Vale la pena tenerla en cuenta para buscar casa. ¿Qué opinas?
—Me encanta esta zona. Solía venir a pasar las vacaciones con Sel cuando estábamos en el colegio, y siempre he pensado que me gustaría vivir aquí.
—Aquí está el hotel.
Bajaron del coche.
Las hojas del otoño, el humo de las chimeneas, la fragancia del humo de leña y el aire fresco se correspondían con la imagen que uno tenía de la campiña inglesa, pensó Miley mientras estaba de pie junto al coche y miraba a los ciervos en el parque detrás de casa.
En la recepción del hotel había olor a lavanda mezclada con cera y popurrí de rosas. La recepcionista sonrió. Parecía la dueña del hotel. Les explicó que les habían dado una habitación en lo que antiguamente había sido el granero, separada del edificio principal del hotel.
—Creo que les gustará. Pero vengan a verla…
Mientras cruzaban el patio, Miley vio que el antiguo foso había sido transformado en un estanque, en el que había patos y cisnes.
—Nos adoptaron —dijo la recepcionista con una sonrisa.
El bloque del establo era un edificio de dos plantas con una entrada y unas escaleras anchas.
—Tenemos dos suites abajo, y dos arriba. A ustedes los hemos puesto arriba.
Nick y Miley la siguieron y esperaron a que abriese la puerta con una llave grande antigua.
La habitación tenía un vestíbulo y, detrás, una enorme habitación con una cama grande y una chimenea.
—La suite tiene dos cuartos de baño, uno a cada lado de la cama —les señaló las puertas.
Abrió una puerta al lado de la chimenea. Era una sala con una mesa para desayunar. Tiene balcón con vistas al campo.
—¿Y? —le preguntó Nick a ,Miley.
—Es preciosa —le dijo cálidamente a la recepcionista.
—Bien, me alegro de que le guste. Enviaré a alguien para que los ayude con el equipaje.


—Nick, es muy bonita —dijo Miley cuando se fue la mujer—. Muy romántica. Sobre todo con esa chimenea… —se acercó a él.
El día antes no lo había dejado que la abrazara siquiera, por miedo a que ella se derrumbase y terminase llorando en su hombro.
Pero, ¿por qué no se olvidaba de todo el episodio con Till y disfrutaba de estar con Nick?
—Mmmm… Oye, será mejor que nos vayamos. Hemos tardado más tiempo en llegar aquí del que esperaba —le dijo Nick, alejándose de ella.
Al parecer, no había comprendido la indirecta de que le gustaría que la llevase a la cama. Ella conocía bien las señales de la indiferencia. Después de todo, las había experimentado muchas veces con Liam.

Bueno chicas hoy es todo lo qe subo si mañana puedo o pasado subo puro Jemi bueno os qiero y comenten muchooooo BESITOS