domingo, 13 de mayo de 2012

The way you are Jemi cap.20




Entonces él se paró en seco, mirándola con ojos escrutadores. 
-Pero a ti te gusta la cultura, ¿no, querida? 
El sarcasmo de su voz era evidente. 
-También me gustan los hombres que cantan canciones de amor con voz profunda. 
Joe pareció desconcertado durante un instante. Se volvió y la guió a través de la multitud con un cierto aire de confusión en el rostro. Todo parecía ir mal. Sus entradas eran para otro día, tal como le dijeron a Joe educada pero firmemente en la taquilla. 
-Y un cuerno! -le dijo al hombre bajito que estaba en la puerta. Entonces sonrió, y Demi supo que eso quería decir que iba a haber problemas. 
-Escucha, muchacho, se suponía que eran para esta noche, así que ya que estoy aquí, me quedo. 
-Por favor, señor, baje la voz -le suplicó nerviosamente el tipo bajito mirando a los lados. 
-¿Qué la baje? ¡Nada de eso! -le gritó Joe-. Si lo que está buscando son problemas, los va a tener. 
Joe cerró los ojos. ¿Cómo se le ocurriría caer siempre en lo mismo y no aprender? 
-Por favor entre, señor. Estoy seguro de que este malentendido ha sido culpa nuestra -dijo por fin el hombrecillo en voz alta y con una sonrisa forzada Joe asintió y sonrió fríamente. 
-Estoy seguro de ello. Vamos, Dems. 
Cuando llegaron a sus localidades, Joe metió como pudo sus largas piernas en el reducido espacio de la butaca y se puso a estudiar el programa. 
-¿El Lago de los Cisnes? -le preguntó a Demi cuando vio las fotos del programa-. ¿Quieres decir que hemos venido aquí para ver como se pasean dando saltitos por el escenario unas cuantas individuas vestidas de cisne? ¡OH, Dios! 
Demi se puso a rezar para qué le diera una laringitis Y se callara. A su alrededor, todo eran murmullos de desaprobación. 
Demi le tocó una mano. 
-Joe, el ballet es una forma de arte, Es un baile, ya lo sabes. 
-De acuerdo, pero una cosa es bailar y otra es que le una se ñora hecha y derecha vaya por ahí vestida de cisne.
Demi trató de esconder el rostro en el programa, se dejó deslizar en su butaca y se puso a rezar también para que hubiera un apagón. Allí había demasiada luz, todo el mundo podía ver que ese bestia iba con ella. . 
Joe continuó haciendo comentarios en voz alta hasta que las luces se apagaron.
Demi casi se desmayó de placer y alivio cuando se hizo la oscuridad. Pero debería haberle conocido mejor. En el mismo instante en que la orquesta empezó a tocar y la bailarina principal apareció por fin Joe se estiró en la butaca y se inclinó hacia adelante. 
-¿Cuando empieza el ballet? -preguntó entonces. 
-¡Acaba de hacerlo! -susurró ella. 
-¡Pero si todo lo que está haciendo es correr por el escenario! 
-Cállese de una vez! -dijo el hombre que estaba sentado detrás de Joe. 
Él se volvió y trató de mirarle a ltra en la oscuridad. 
-Yo he pagado mi entrada como tú, así que te aguantas tú si quieres o te largas. 
El hombre en cuestión doblaba en edad a Joe y era bastante más rechoncho. Se aclaró la voz tratando de parecer más agresivo; pero se quedó quieto y no dijo más. Joe miró a Demi.
-¿Tienes algo en el zapato? -le preguntó- ¿Por que te escondes? 
-No me estoy escondiendo- le contesto ella completamente ruborizada y enderezándose en su asiento. 
Joe miró al escenario. En ese momento, salió un musculoso bailarín pegando saltos, lo que le hizo estallar en carcajadas. 
-OH, estate quieto -le suplicó Demi. 
-¡Pero mira eso! Parece como si llevara leotardos. Y, ¿qué demonios es eso que lleva entre las piernas...? 
-OH, cielos -murmuró ella apoyando el rostro en. Las manos. 
Joe siguió riéndose y Demi no pudo soportado más. Todo el mundo a su alrededor estaba hablando; habían fastidiado toda la representación. Pasó por encima de él y salió corriendo hacia el servicio de señoras. Se quedó allí un largo rato mesándose el pelo. ¿Cómo podía hacer una cosa así? 
Sabía comportarse mejor de como lo había hecho esa noche. Lo había hecho a propósito y ella lo sabía. Lo había hecho para tratar de ponerla en ridículo, de Humillada delante de la gente que él suponía que era de su misma clase. .Lo que más le dolía era que lo había hecho para herida. 
Joe la estaba esperando, tenía la cabeza baja y se miraba la punta de los zapatos. La oyó acercarse y levantó la mirada. -Ya te has divertido -le dijo ella con dignidad-. te has vengado, como quieras llamarlo. Ahora que me has arruinado la velada, por favor llévame a casa. 
-Ha hablado la señorita Bush, de Charlestón. La dignidad es lo primero. 
-Me queda muy poca dignidad, muchas gracias. Y ya estoy cansada de este juego de intentar civilizarte. Me doy cuenta de cuándo se trata de un caso sin esperanza en cuanto lo veo. 
Los ojos de Joe brillaron por un momento 
-¿Abandonas? 
-OH, sí -le contesto ella con una sonrisa helada-Y es pero que tu mujer te disfrute, Joe. A lo mejor, si consigue ponerte unas riendas, podrá decide a la gente que eres un mulo y que no sabes comportarte mejor. 
La expresión que cruzó el rostro de Joe fue indescifrable. Se dio la vuelta y se dirigió hacia la puerta. Ella le siguió en silencio hasta el coche. Fue una larga y tensa vuelta a casa. Joe puso la radio y la dejó sonar para hacer desaparecer el silencio. Cuando pararon a la puerta de la casa de Demi, ella estaba demasiado agotada como para ponerse a pensar en lo sucedido. Él la había dicho con sus actos lo mucho que la despreciaba. 
-Demi -le dijo. Ella ni siquiera le miró. 
-Adiós, Joe. 
-Quisiera hablar contigo -le dijo él entre dientes-. Quiero explicarte algo.  
-¿ Y qué me puedes decir que me interese? Tú y yo no tenemos absolutamente nada en común. Invítame a la boda, ya veré si encuentro algo apropiado para ponerme. A lo mejor hasta te hago un regalo. Pero tiene que ser algo que tenga alguna utilidad para un salvaje como tú. Salió del coche y cerró la puerta de un golpe. Le costó el resto de la noche olvidar la mirada que le había dirigido Joe cuando le dijo eso. No había querido ser tan cruel, lo único que había querido era herirle tanto como él la había herido a ella. Había ido a decide que su mundo era superficial y estúpido y eso había sido la gota que colmó el vaso; porque fue entonces cuando comprendió la razón por la que le había hecho tanto daño estaba enamorada de él. Y acababa de perderle para siempre.


espero qe les haya gustado 
ya se imaginan a Joe gritando el pleno teatro y Demi muriendose de verguenza jajaja es divertido jaja

2 comentarios:

  1. dios comprendo a demi pero que le querria explicar joe dios eres mala me encanta jemi espero que subas pronto

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