Nick sabía que ya debía haberse marchado.
Que no tenía por qué haberse encontrado con la hermana de Miley, aunque al final no le hubiese apuñalado con la cucharilla del café.
Con su jet privado, podía haber vuelto al barco en Fort Lauderdale para disfrutar de la segunda parte del crucero, que iba de camino a Italia. Así no habría tenido que hacerse el simpático con la hermana de Miley, que era evidente que lo odiaba. Y tampoco lo habría atormentado el deseo cada vez que estaba cerca de Miley.
Las dos últimas noches que había pasado en su incómodo sofá habían sido las más largas de toda su vida. Se había despertado a media noche y se había imaginado atravesando el corto pasillo hasta llegar a su habitación, metiéndose en su cama y haciéndola suya. Se había levantado tan excitado que le había dado la sensación de que iba a explotar de deseo y frustración. Y verla a ella poco después, oliendo a champú, tomándose un café, había sido otra tortura.
Estaba allí.
Pero no era suya.
En esos momentos se había marchado a entregar una de sus cestas de regalo y él se había quedado solo con sus hijos.
Entró en su habitación y vio que estaban despiertos, mirando los móviles que colgaban sobre sus cabezas. El que pendía sobre la cuna de Jerry estaba formado por animales de vivos colores, que bailaban con la suave brisa que entraba por la ventana entreabierta. Y el de Adam estaba hecho de estrellas y lunas crecientes.
Miró a los dos niños, fijándose en sus similitudes y diferencias. Los dos tenían el pelo suave, ralo y moreno, y un hoyuelo en la mejilla izquierda, igual que él. Ambos tenían los ojos azules claros, aunque los de Adam eran un poco más oscuros que los de su hermano.
Y los dos le habían robado el corazón.
—¿Cómo os voy a dejar? —preguntó en voz baja. —¿Cómo voy a volver a mi vida y no saber lo que estáis haciendo? Sin saber si os ha salido un diente o si habéis empezado a gatear. ¿Cómo no voy a estar aquí cuando empecéis a andar? ¿O cuándo os caigáis por primera vez?
La luz del sol entraba por la ventana entreabierta, haciendo brillar el suelo. En el exterior, un cortacésped se puso en marcha con un estallido y Jerry se sobresaltó.
Al instante, Nick se acercó a la cuna y puso la mano sobre el pecho de su hijo. Sintió como le latía el corazón a toda velocidad y un amor profundo y puro lo embriagó de tal manera que no pudo ni respirar.
No había esperado sentirse perdidamente enamorado de unos niños de los que no había sabido nada hasta dos semanas antes. No había pensado que le divertiría el mero hecho de mirarlos a los ojos. No había pensado que le gustaría tanto estar allí con los niños, y con su madre.
Pero ya lo sabía y en ese momento la cuestión era qué hacer al respecto.
Fue hacia la cuna de Adam, se dobló, lo tomó en brazos y lo apretó contra su pecho. Su calor, su cuerpo blandito y su expresión pensativa le hicieron sonreír. Le pasó un dedo por la mejilla y el niño giró la cara hacia él. A Nick se le encogió el corazón y miró aquellos ojos que tanto se parecían a los suyos.
—Te prometo que siempre estaré ahí cuando me necesites —dijo en un susurro, pero Adam pareció entenderle y le regaló una de sus poco frecuentes sonrisas. Nick tragó saliva, se acercó a la cuna de Jerry y, observándolos a los dos, dijo: —Os quiero, chicos. A los dos. Y voy a encontrar la manera de que esto funcione.
Jerry sacudió las piernas y los brazos a modo de celebración.
«Por Fin», se dijo Nick.
Miley regreso esa noche acompañada por el ultimo cliente, uno de sus mejores clientes que le habia entregado la canasta he insistio llevarla de regreso a casa.
Nick escucho el ruido de un motor y se asomo por la ventana y se impresiono al ver a Miley bajando soriente con otro hombre. Sonreía a un hombre que no era el. Sintio como un fuego se apoderaba de sus venas, un fuego que jamas había experimentado, y en ese instante se dio cuenta lo que eran los celos.
Miley se despidio con la mano mientras el coche se alejaba, se volteo para abrir la puerta pero no le dio tiempo cuando esta se abrio de la nada. Era Nick quien la abrio.
—Crei que ibas a entregar unas cestas— pregunto sin dejarla hablar— pero por lo visto no fue así.
—Claro que fui a entregarlas solo que Steve me trajo.— dijo entrando en la casa con Nick a siguiéndola.
— ¿ Así que su nombre es Steve?
— Si y no se que tanto te interesa a ti, tu y yo ya dejamos claras las cosas, Nick somos de mundos diferentes no podemos estar juntos.
— Claro que podríamos por los niños, pero por lo visto tu ya tienes a alguien mas...—dijo el levantando las manos y agarrándose el cabello— Steve.
— No tengo a nadie mas solo es un cliente.
— Dime ese "cliente"— dijo haciendo comillas con sus dedos ¿te hace sentir lo mismo que yo? ¿El cuidara de nuestros hijos?
—Estoy harta de esta situación—grito ella— Si no me quieres creer es tu problema, Creo que lo mejor es que me valla a dormir contigo no se puede hablar cuando estas celoso, y no quiero despertar a los bebes.
— ¿Celoso yo?
— Si tu— dijo ella dirigiéndose a su cuarto.
Tenia unas ganas de cerrar la puerta de un portazo pero pensó en sus hijos.
¿Nick celoso?. Una ligera sonrisa atravesó su rostro pero se desvaneció al instante.
No el no podía estar celoso, por lo menos de ella no, pero tal vez si de sus hijos, de que otro hombre ocupara su lugar en la vida de ellos mas no en la vida de ella.
Nick se quedo mirando la puerta por un instante y se dirigio al sofá donde había estado durmiendo las ultimas noches.
No podía haber otro hombre en la vida de sus hijos y mucho menos en la vida de Miley.
Siguió recostado en el sofá dando vueltas y pensando en que era lo que tenia que hacer, hasta que se quedo dormido.
Al dia siguiente Miley estaba cuando estaba terminando de dar el desayuno a los gemelos Nick entro en la cocina.
Despues de mirarse en silencio fue Nick quien decidio romper con el.
—Siento, el modo en el que me puse a noche.
Miley lo miro por un instante y miro hacia otro lado diciendo.
— Yo siento haberte dicho celoso, se que no lo estabas, pero..
— Si lo estaba, Miley.—dijo hacercando se a ella— no puedo soportar que le sonrias a otro hombre que sea yo, o los gemelos claro— dijo con una sorisa.
Miley contuvo la respiracion y la vista apartada.
—Tengo que ir al garaje a trabajar. Encargate de los niños porfavor.
Dijo ella sin mas se marcho de ahi al garaje donde la paso el resto del dia trabajando.
Hola niñas aqi traigo otro capitulo qe creo qe estaban esperando jajaja espero os guste, estense pendientes por qe pronto llegara el final las amo besos!!
wow me encantooo el capiitulooo
ResponderEliminarsiguela
quiero ver como nick conquista a miley
Ayyyyyyyyyyyy Benditooo Dios!
ResponderEliminarMiche, no es justo que la dejes ahí...
Quieroo saber pronto que va a pasar, Nick va a pelear por una familia??! Yaaa decime que va a pasar :)
xoxox
aaaaaaahhhhhhhhhh me encanto mitchie por favor sube sube sube sube me encanta gracias por subir tq♥ sube pronto
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