miércoles, 23 de mayo de 2012

Two Lonely Hearts cap.14




Demi subió las manos a su pecho y empezó a acariciarlo, pero él tomó una y la dirigió lentamente a la parte de su anatomía que lo definía como hombre. ella al principio vaciló, pero finalmente comenzó a tocarlo, a apretar sus dedos contra su masculinidad, y Joe gimió extasiado.
los latidos del corazón de miranda se habían disparado. jamás había tocado a un hombre tan íntimamente, ni siquiera a su marido, y el sentir a Joe de aquel
modo hacía que todo su ser palpitase. sin embargo, cuando estuvo a punto de bajarle la cremallera, su mano se detuvo, y hundió el rostro encendido en el cuello de Joe.
—tienes razón —murmuró él, esforzándose por recobrar el aliento, y volviendo a llevar la mano de miranda a su pecho—. estamos dejando que esto vaya demasiado lejos.
Con delicadeza hizo que se bajara de encima de él, temblando aún los dos por el deseo contenido, y le dijo con voz ronca:
—ponte la ropa, cariño.
Demi se quedó mirándolo con el vestido en las manos.
—pero no es eso lo que tú quieres, lo sé —murmuró.
Joe cerró los ojos y echó la cabeza hacia atrás en el sofá.
—Dios, no, claro que no es lo que quiero —farfulló—, lo que quiero es hundirme dentro de ti.
Ella se estremeció por el deseo que la sacudió ante esas palabras, y lo miró con los labios entreabiertos.
—yo... yo te dejaría que lo hicieras, Joe — murmuró con ardor.
Él levanto la cabeza y la miró, pero, a pesar de leer en sus ojos la misma necesidad que sentía él, la vio tan vulnerable, que se forzó a resistir la tentación.
—Demi, no debes tomar esa clase de decisiones aún, es demasiado pronto.
demasiado pronto, demasiado pronto... aquellas palabras devolvieron la cordura a Demi.
—esto es algo serio —le dijo Joe—, y tú tienes una tragedia que superar antes de dar ese paso. no quiero empañar tu dolor con deseo. tienes que poder ver con claridad para saber qué es lo que quieres.
Demi asintió en silencio.
—Joe —le dijo al cabo de un rato, cuando él estaba terminando de ponerse la chaqueta—. yo nunca había sentido nada parecido con Sterling —le confesó—. ¿es igual cuando se va hasta el final? —inquirió curiosa, mirándolo a los ojos.
Joe sonrió, se puso de pie y le acarició el cabello con ternura.
—es aún más intenso —respondió—. verte alcanzar la cima del éxtasis casi me llevó a mí allí también.
ella extendió las manos y le acarició las mejillas mientras escrutaba su rostro, como si quisiera memorizar sus rasgos.
—pero tú... yo no te he dado placer a ti —balbució.
—no lo creas —replicó él sonriendo con complicidad. tomó las manos de Demi y las apartó suavemente de su rostro—. tengo que irme. Demi.
—voy a echarte muchísimo de menos, Joe.
Él esbozó una sonrisa y la tomó por la barbilla para que lo mirara a los ojos.
—esto no es un adiós, es solo un hasta luego.
ella asintió y harden se inclinó para besarla. se quedó observándola largo rato, para finalmente, caminar de espaldas hasta la puerta y marcharse en silencio.





De nuevo en el rancho, Joe estaba echando tanto de menos a miranda que se sentía aún más irritable que de costumbre. esa tarde, Kevin y él se disponían a salir
de casa para ir a comprar algunas provisiones a jacobsville cuando vieron detenerse el coche de Nick.
—¡oh, Dios, no, aquí vuelve! —gimió Kevin al verlo.
—esa no es forma de hablar de tu hermano—lo reprendió Joe.
—tú espera y verás —lo cortó evan.
—¡no puedo soportarlo! —exclamó Nick nada más salir del coche, sin saludarlos siquiera—. esta mañana la llevo al hospital, hago todas las llamadas necesarias, ¡y nos dicen que había sido una falsa alarma, que ni siquiera había roto
aguas!
Kevin y Joe intercambiaron una mirada hastiada.
—vosotros no lo entendéis —masculló Nick.
Joe observó que tenía cara de cansancio—. la he dejado durmiendo, y me he venido a buscar a mamá para llevármela. lo que Miley necesita es una mujer que
entienda de estas cosas, no a mí que me pongo hecho un flan cada vez que empieza con las contracciones.
—está en el estudio, leyendo un libro que se ha comprado de arreglos de fontanería —le dijo Joe, señalando la casa con un gesto de la cabeza.
—cielos —farfulló Nick contrayendo el rostro—. tranquilos, la sacaré de aquí antes de que rompa otra tubería.
—sí, por favor, la última vez inundó toda la cocina y el vestíbulo —recordó Kevin —. pero, oye, Nick, a Miley ya no le faltará mucho para dar a luz, ¿verdad?
—supuestamente ya ha salido de cuentas. ¿por qué lo preguntas? —inquirió su hermano extrañado.
—porque yo también necesito a mamá aquí. siempre se pone de mi parte cuando tengo una discusión con él —dijo señalando a Joe con una sonrisa burlona.
—lo raro sería que se pusiera de mi parte cuando sabe que la odio —dijo Joe, encendiendo un cigarrillo.
—Joe, deberías pensarlo dos veces antes de decir esas cosas, porque un día puede que acabes arrepintiéndote —murmuró Nick.
Nick por lo general no solía decir nada sobre ese tema porque siempre había pensado que era algo que su madre y su hermanastro debían solucionar sin intromisiones, pero la actitud de Joe estaba empezando a parecerle excesiva. de hecho, no solo había ido a buscar a su madre para que estuviera con Miley en esos días decisivos del embarazo, sino también porque la había notado bastante deprimida
desde que Joe regresara de su inexplicada larga estancia en chicago.
—dile a Miley que le mandamos saludos y que esperamos que el parto sea pronto y que salga bien —le dijo Joe, ignorando el reproche.
Nick se quedó mirándolo muy serio, pero finalmente se despidió de ellos y entró en la casa. 
Joe y Kevin bajaron las escaleras del porche y se dirigieron a la camioneta, pero antes de que su hermano mayor pudiera adelantársele, Joe rodeó el vehículo y se sentó frente al volante.
—¡eh! —se quejó Kevin, aún fuera, con los brazos enjarras—. ¡quería conducir yo!
—ni hablar —dijo Joe tajante mientras ponía el coche en marcha y salían a la carretera—, pisas demasiado el acelerador.
—¿y qué? me gusta la velocidad —repuso Kevin.
—eso ya lo sabía, pero últimamente conduces como si estuvieras en un circuito de carreras —le dijo Joe sin mirarlo—. vamos, entra de una vez.
Kevin abrió la puerta del acompañante y se dejó caer de mala gana en el asiento.
—la verdad es que no pareces el mismo desde que rompiste con aquella última chica con la que estuviste saliendo —le dijo Joe mientras se abrochaba el cinturón de seguridad.
Kevin pareció entristecerse de repente, como si su alma se hubiese nublado, y volvió el rostro hacia la ventanilla.
—perdona —le dijo Joe sorprendido por su reacción—, no tenemos por qué hablar de ello si no quieres. pero tampoco tienes que angustiarte por ello. estoy seguro de que tiene que haber una mujer para ti en alguna parte.
Kevin dejó escapar un suspiro.
—tengo treinta y cuatro años —murmuró—. dudo que vaya a encontrarla a estas alturas —dijo girando la cabeza hacia Joe—. hubo una época en la que estuviste considerando la posibilidad de hacerte sacerdote. pues bien, tal vez yo
debería ir pensándolo también.
Joe se rio suavemente.
—¡qué tontería! ¡mira que puedes ponerte melodramático!
—es una lástima que no me guste el tabaco —farfulló Kevin, observando el cigarrillo en los labios de Joe—. a lo mejor fumar me mantendría tan calmado como a ti.
—¿qué te hace creer que estoy calmado? —replicó Joe con la vista fija en la carretera—. yo también tengo mis problemas.
—¿como Demi por ejemplo? —inquirió evan en un tono cauteloso.
Joe se puso tenso al instante. esa noche había vuelto a soñar con ella, con el delicioso sabor de sus labios, con el tacto de seda de su piel. la echaba muchísimo de menos, pero se había prometido que sería paciente, que esperaría hasta que ella hubiera superado su dolor. echó una mirada de reojo a Kevin, el único de sus hermanos con el que podía hablar de verdad.
—sí —admitió finalmente, dejando escapar un suspiro.
—¿y por qué no te quedaste más tiempo en chicago? aunque el trabajo se estuviese acumulando un poco aquí en el rancho, no...
—no volví por eso, Kevin —lo cortó harden—. yo estaba seguro de que tú te las estarías apañando bien sin mí. lo hice por ella. todavía es demasiado vulnerable, y yo
no podía saber si de verdad sentía algo por mí, o si inconscientemente me utilizaba para no acordarse de sus penas.
—¿y tú?, ¿la quieres?
Joe dio una calada al cigarrillo antes de girar la cabeza hacia Kevin para contestarle.
—la quiero tanto que, ahora, estando lejos de ella, es como si me faltara el aire.
—¿y qué vas a hacer?
Joe se encogió de hombros.
—no lo sé. en principio hemos quedado en escribimos, y tal vez yo vaya de vez en cuando a verla a chicago. no voy a presionarla, voy a darle tiempo. no quiero tener que compartir su corazón con sus fantasmas.
—se me hace raro, ¿sabes? —dijo Kevin tras unos minutos de silencio—, el tratar de imaginarte enamorado.
—nos pasa a todos antes o después. ¿no es eso lo que dijo Nick?
Kevin sonrió.
—supongo que sí —asintió—. en cualquier caso, esa chica es una preciosidad. debo decir que tienes buen gusto. te ha llevado tiempo encontrar a la mujer de tus sueños, pero al final parece que has sabido escoger muy bien.
—Demi es mucho más que una cara bonita —le respondió Joe—. es distinta de todas las mujeres que he conocido. Es especial.



Bien hermosas esto es todo por hoy me tengo qe ir espero les aya gustado comenten!!!

2 comentarios:

  1. awwwwwwwww me encanto el capi super joe enamorado

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  2. awwwwwwwwwwwwwwwwwwww me encantooo
    porfin joe acepta haberse enamoradooo
    porfa siguelaaaaaa
    amo esta noveee

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