sábado, 30 de junio de 2012

Two Lonely Hearts cap.31






Aquella noche, después de la cena. miranda subió al dormitorio que compartía con Joe y se puso la lencería sexy y el camisón trasparente color verde lima que había comprado, se puso unas gotas de perfume detrás de las orejas, en las muñecas y el escote, y se tumbó en la cama adoptando una postura sugerente. si lo que Kevin había dicho era cierto, se dijo, iba a resultar delicioso seducirlo. tendría que tener cuidado de no herir su orgullo, claro, y no dejarle entrever que sabía que era virgen, pero eso lo hacía aún más excitante.
Unos minutos después se abrió la puerta y apareció su cansado marido con la ropa polvorienta, y cara de mal humor. se detuvo con una mano en el picaporte y la otra en el sombrero, y se quedó mirándola boquiabierto.
—Hola, vaquero —lo saludó ella con voz mimosa y una dulce sonrisa—. ¿has tenido un día duro?
—¿qué diablos es eso que llevas puesto? —le preguntó él con aspereza.
Demi lo miró contrariada, pero, sin darse por vencida, se bajó de la cama y caminó hacia él para que pudiera admirar mejor las curvas que se insinuaban bajo la escasa tela del camisón. cuando estuvo frente a él se estiró, y sus senos se elevaron, de modo que los pezones, ya de por sí endurecidos, empujaron la parte frontal de la
prenda, marcándose aún más.
—me he comprado algo de ropa nueva, eso es todo —murmuró en un tono perezoso—. ¿vas a darte una ducha?
Joe masculló entre dientes algo sobre «una bien fría» y se metió en el cuarto de baño, dando un portazo.
Bueno, aquello no había salido exactamente como la joven esperaba, pero ya había imaginado que no iba a ser fácil, así que volvió a sentarse en la cama, apoyándose en los almohadones, dejó caer uno de los finos tirantes del camisón, y se subió un poco el dobladillo dejando al descubierto sus suaves muslos.
Por fin, Joe salió del baño con una toalla alrededor de las caderas. Demi alzó el rostro hacia él, mirándolo de un modo seductor, con los labios entreabiertos.
En una muda invitación. Joe, sin embargo, le dedicó solo una breve mirada, y le espetó con desagrado:
—¿era eso lo que tenías que hacer para llevarte a la cama a tu anterior marido?
Su tono era insultante, y miranda se incorporó dolida y confundida, poniéndose bien el camisón.
—Joe, yo no... —comenzó a explicarle.
—pues yo no necesito esa clase de estimulación para excitarme —masculló, conteniendo a duras penas la ira que se estaba apoderando de él ante el comportamiento de ella. ¿qué se creía?, ¿que era impotente o algo así?
—pero... yo pensaba que me deseabas —balbució la pobre Demi.
—y así era, antes de que empezaras a intentar darme lecciones de moralidad — le espetó él con puro veneno en la voz—, antes de que empezaras a interferir en mi vida. te deseaba sí, pero ya no siento siquiera eso por ti, así que puedes ahorrarte todos esos trucos baratos de seducción. no tienen el más mínimo efecto sobre mí.
Demi se dio la vuelta hacia la pared, acurrucándose y mordiéndose el labio inferior en un intento por contener las lágrimas. estaba temblando, y escuchaba tan fuertes los ecos de aquellas crueles palabras en sus oidos, que no se dio cuenta de que él estaba abriendo cajones para sacar ropa y que estaba vistiéndose. aquella
había sido el arma que tim siempre había utilizado contra ella: hacerla sentirse poco deseable, demasiado poco femenina como para despertar su interés. cerró los ojos con fuerza, y las lágrimas comenzaron a rodar silenciosas por sus mejillas.
—si quisiera sexo—masculló Joe con desprecio mientras abría la puerta del dormitorio—, sería yo quien lo habría iniciado. si no lo he hecho, es porque no lo quiero contigo. te dije que lo nuestro se había acabado. debiste escucharme.
—sí, debería haberlo hecho —musitó ella con el rostro pálido.
Joe la maldijo para sus adentros. ¿por qué tenía que haberse entrometido en sus asuntos con Denise? no podía haberse limitado a ser su esposa, también creía tener la obligación de reformarlo, hacerlo parecer cruel y egoísta. no sabía nada, nada. y aquello era la gota que colmaba el vaso, aquel... despreciable acto de
seducción. varias mujeres habían tratado de hacer lo mismo, pero él siempre había detestado esa agresividad en las féminas, y lo único que habían conseguido con esa actitud dominadora era hacer que se desvaneciera todo su interés. lo último que había esperado era que Demi lo tratara también como a un semental con el que
satisfacer sus deseos. ¿tan desesperada estaba por un poco de sexo?
se giró sobre los talones y salió de la habitación, cerrando la puerta tras de sí.
Se sintió mal cuando la oyó sollozar desconsolada, pero no se dejó ablandar, y bajó las escaleras.
Sin embargo, Kevin que salía en ese momento de su dormitorio, al fondo del pasillo, también oyó el llanto de Demi y fue tras Joe y se enfrentó a él en el establo.
—ya no lo aguanto más —le dijo yendo hacia él y clavándole el índice en el pecho mientras hablaba—.no lo aguanto más. ¡esa pobre muchacha te ha soportado demasiado!
Joe se quitó el sombrero y lo tiró al suelo.
—¿qué vas a hacer, pegarme? —necesitaba descargar adrenalina como fuera, y si su hermano estaba dispuesto, por él no había problema—. vamos, pégame. cada puñetazo te lo devolveré con intereses —se los merecía por entrometido, se dijo.
—no quiero pegarme contigo, idiota —le espetó Kevin, poniendo los brazos en jarras—, aunque lo haría si eso fuese a hacerte entrar en razón. Demi va y compra ropa sexy para excitarte, y tú vas y la haces llorar. eres un canalla. ¡y pensar que solo estaba tratando de ponértelo fácil!
Joe frunció el ceño. allí había algo que no le encajaba.
—¿ponerme fácil el qué? —repitió suspicaz.
Kevin resopló hastiado.
—no quería decírtelo para no herir tu orgullo, pero tal vez sea mejor que lo haga: le he contado lo tuyo.
—¿y qué se supone que es «lo mío»? —inquirió Joe empezando a irritarse.
—¡ya sabes qué! —gruñó Kevin—. tenía derecho a saberlo, es tu esposa.
—Kevin, quiero que me digas ahora mismo qué diablos le has dicho —masculló Joe, a punto de perder la paciencia.
—la verdad —respondió su hermano, preparándose para el estallido de furia que estaba seguro se produciría a continuación—, le dije que eres virgen.

Un capi mas Jemi
gracias por sus coment 
las qiero!!♥

3 comentarios:

  1. hay dios siguela plisss no la dejes ahi odie con toda a joe sies cruel pobre demi espero y ella se haga respetar y cambie con el para ver si reacciona

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  2. síguela se esta poniendo buena la novela pobre Demi como le hace eso Joe

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