sábado, 30 de junio de 2012

The Man She Loves to Hate cap.31




Selena se marchó. Miley se quedó mirándose en el espejo. Una sencilla cena de trabajo. Eso era lo que Nick le había dicho. Sólo un paso más en su relación. Nada de pruebas. No debía considerarlo una prueba.
Ella le había dicho que no estaba lista y así era. Había demasiadas cosas en juego. La relación era demasiado reciente y ella estaba demasiado asustada de todo lo que Nick estaba dispuesto a hacer sólo por estar con ella y ver adónde podía llevarles aquella relación.
Se retocó el maquillaje y se volvió a aplicar el lápiz de labios con mano temblorosa. Regresó al bar, pero el bar ya estaba vacío. Un camarero estaba esperándola para indicarle el camino al restaurante.
Miley sintió unos deseos inmensos de huir, de retirarse a su mundo de fantasía. Un mundo donde, simplemente, la realidad no existía.
—El caballero me dijo que la acompañara —dijo el camarero con una agradable sonrisa.
Señaló hacia un lugar y Miley cometió el error de mirar en aquella dirección.
Allí estaba Nick. Un hombre fuerte y apuesto, de ojos verdes como la hierba, cabello como el carbón y alas para los que se las pudieran ver.
¿Cómo se podía marchar y dejarlo allí, solo, esperándola? Nick se merecía un trato mejor por su parte, por parte de todo el mundo.
Comenzó a caminar hacia él. Sonrió al llegar a su lado y dejó que sus ojos revelaran lo mucho que le gustaba lo que veía. Él le devolvió el gesto y, durante un instante, fue como si sólo existieran los dos.
Ojalá estuvieran solos los dos.
Nick le ofreció el brazo, ella lo aceptó y dejó que él la condujera al salón.
Entró con la cabeza bien alta, con una máscara que ocultaba el terror que sentía en aquellos momentos. Nick la sentó al final de la larga mesa y se sentó frente a ella. Selena no parecía estar por ninguna parte.
—¿Dónde está Selena? —le preguntó ella en voz baja.
—No se sentía muy bien —respondió el hombre con ojos de granito que había llegado con Selena y que se había sentado al lado de Nick—. Manda disculpas.
—Miley, éste es Kevin Haynes, mi mano derecha. Kevin, Miley.
Entonces, la mujer embarazada entró y se sentó al lado de Miley.
—Y ésta es Susan Price, asistente personal tanto de Kevin como mía.
Susan sonrió a , aparentemente sin ninguna malicia.
—Yo gané dinero contigo —dijo—. Y, antes de que las cosas se pongan incómodas, te diré que el padre del bebé ya no está conmigo. Tampoco estoy casada. Prefiero pensar que esto es la prueba de que tengo cerebro, aunque lo perdiera temporalmente.
—A Susan le gusta ir directamente al grano y dejar las cosas bien claras — dijo Nick secamente—. A veces, resulta muy útil. ¿Con quién has hablado? —le preguntó a Susan.
—Max Cato es tuyo. Simon Pell es tuyo. Rufus es de Christina y Jasper está dudando. Es mejor decir que es de Christina.
El aficionado a los Warhammer, que estaba sentado al otro lado de Susan, le preguntó a ésta si quería un poco de agua. Cuando ella asintió, él le llenó el vaso y luego hizo lo mismo con los que le rodeaban. Susan comenzó a charlar con ese grupo, lo que le dio a Miley la oportunidad de llevar una conversación casi
privada con Nick, a pesar de que Kevin estaba escuchando.
—¿Eso que cuentas son votos? —le preguntó a Nick en voz baja.
—No necesariamente.
—Hannah me habló del plan de tu madre para quitarte Jonas Holdings.
—Selena exagera.
—Pues a mí no me lo pareció —dijo Miley tratando de sonreír—. Hace tres meses, yo tenía una existencia útil y perfectamente decente. Dudas manejables.
Nada de grandes negocios ni desagradable política de sociedad por ninguna parte. Entonces, viniste tú.
—Ya me darás las gracias más tarde.
—En este momento, no me apetece lo más mínimo darte las gracias.
—Ya somos dos, castaña.
—Lo sé. La cena duró una eternidad, o, al menos, eso fue lo que le pareció a Miley. En realidad, terminó poco después de las diez. Kevin seguía siendo una incógnita, aunque su alianza con Nick parecía evidente. Susan era maravillosa. El de Warhammer se llamaba en realidad Mark. Jasper quería que Nick le enviara el
informe trimestral, para lo que, aparentemente, faltaban otras dos semanas. Nick le prometió que se lo enviaría aquella misma noche o al día siguiente por la mañana, dado que Jasper lo quería tener para la reunión del consejo del lunes.
Jasper también le sugirió que enviara el informe a todos los demás miembros del consejo.
A Miley le pareció que a Jasper no le importaba en absoluto quién era Miley o por qué Christina se oponía a ella. A Jasper, que, según Nick, llevaba en el consejo desde que lo fundó su abuelo, sólo le importaba el bien de la empresa.
—¿En tu casa? —le preguntó Kevin después de que Jasper se marchara.
Ncik asintió.
—Miley... no me había imaginado que terminaríamos así la velada, pero, ¿te importaría?
—No me importa.
—También vamos a necesitar que esté Selena — dijo Kevin tras mirar rápidamente a Miley—. Iré a buscarla.
—Dile... —susurró Miley. Deseó que hubiera otro modo menos público de hacer aquello—. Dile que yo no estaré.
—Quédate —le dijo Nick más tarde, sacando las cosas de la bolsa de viaje de Miley casi a la misma velocidad a la que ella las metía—. Podemos superar esto.
—No. No podemos. Sé que crees que puedes conseguir doblegar a tu familia y hacer que me acepten, pero no va a ocurrir, Nick. No voy a consentir que pierdas todo por mi culpa. Es hora de terminar con esto.
—Te necesito aquí.
—No. Necesitas a Kevin y a Selena. Tú necesitas hacer ese informe.
—¿Por qué te estás comportando como un mártir? ¿Porque mi madre está molesta porque estoy saliendo contigo? Ella sola se hizo la cama y todos los demás tuvieron que tumbarse con ella. Debería haber dejado marchar a mi padre.
Al menos, ella podría haber tenido la oportunidad de ser feliz.
—Estoy de acuerdo contigo —repuso Miley—. Al cien por cien. Tu madre no sabía cuándo debía dejar marchar, pero yo sí.
—¡No voy a consentir que me chantajeen para que te deje!
—¡En ese caso, hazlo por mí! —le gritó ella—. No puedo vivir en ese mundo al que me has llevado esta noche. Con jueguecitos y comentarios hirientes. ¡No voy a vivir mi vida así!
—¡No lo hagas! Sin embargo, eso no significa que me tengas que dejar a mí. He oído hablar del compromiso, Miley. ¡Lo hago todos los malditos días! Te estoy pidiendo que creas en mí. Tienes que creer que puedo sacarnos de esto.
—¿Compromiso? ¡Nick, por favor! —exclamó ella con incredulidad—. No sabes el significado de esa palabra. Tomas lo que quieres, sin pedirlo. Bien o mal, deseabas mi presencia en esa cena esta noche, por lo que la forzaste. Yo estoy aquí, tratando de hacer mi maleta y tú estás deshaciéndomela. No escuchas lo que te dice la gente que te rodea. ¿Cómo puede ser eso un compromiso? ¿Acaso
es eso diferente de lo que hizo tu padre tomando una amante sin pensar en los sentimientos de las personas que lo rodeaban?
—¡Yo no soy mi padre! —gritó él, cada vez más furioso.
—¡Entonces, deja de comportarte como él! —replicó ella, también muy enojada—. ¿Cuándo vas a aprender que no se puede tener siempre lo que uno quiere? ¿Que a veces, el precio que se ha de pagar es demasiado alto? ¿Que tú tienes siempre la última palabra cuando se decide si se continúa una relación? No soy lo suficientemente fuerte para esta batalla, Nick. Te estoy diciendo que no puedo andar en tu mundo sin perder hasta el último retazo de confianza que he tenido nunca. Te digo que llevo enfrentándome a la desaprobación de tu familia toda la vida y que estoy cansada, Nick. Tan cansada...
Las lágrimas comenzaron a caerle abundantemente por las mejillas.
—Dejaré Jonas Holdings —dijo él—. A mi familia también. Si es eso lo que necesitas para ser feliz, haré ese sacrificio.
—No me haría feliz, ¿no te das cuenta? Yo no merezco esa clase de
sacrificio.
—En mi opinión, sí.
—Me ha encantado pasar estas semanas contigo. Me ha gustado conocerte, pero hay cosas sobre ti que me dan miedo. Tu fuerza de voluntad. Tu crueldad.
—Tú también eres así, castaña. No eres tan diferente.
—No te amo.
Era una mentira. La mentira más cruel que había dicho en toda su vida. Sus siguientes palabras fueron aún más crueles, pero las dijo porque sabía que, sin ellas, Nick no la dejaría marchar.
—Esta noche te miré y no me gustó lo que vi. Vi a James.
Aquella vez, Nick sacudió la cabeza y se dio la vuelta. Miley cerró los ojos y deseó estar en el infierno, porque seguramente allí estaría mejor que en la tierra.
—Vete —susurró él con la voz entrecortada—. Vete...
Nick abandonó el dormitorio. Ella terminó de recoger sus cosas y llamó a un taxi. Con la bolsa de viaje cargada al hombro y la cabeza baja se dirigió hacia la puerta de la casa de Nick, donde él la estaba esperando con la boca tensa y los ojos vacíos.
—¿Ha sido algo de todo esto real o tu única intención era conseguir que me enamorara de ti para que pudieras vengarte por fin de los pecados de mi padre conmigo? —le preguntó Nick mientras Miley extendía la mano para abrir la puerta —. Dímelo, castaña. Me gustaría saberlo.
Mileylo miró y deseó no haberlo hecho. Los ojos de Nick le hicieron más daño que sus palabras.
—¿Estuviste siempre planeando dejarme en el peor momento posible?


Hola Niñas 
aqi les dejo un capi tiste =(
bueno espero os guste !!
tambn dejare un capi Jemi!


2 comentarios:

  1. DIOS MITCHIE♥ MORI ... X.X
    el cap estuvo hermoso triste :'( pero bonito
    aawww pobre miley & nick
    oww me encanto la aptiud de nick :" Dejaré Jonas Holdings —dijo él—. A mi familia también. Si es eso lo que necesitas para ser feliz, haré ese sacrificio. " fue tan lindo :3'
    me muero por leer el siguiente cap
    por favor mitchie sube pronto pliss
    gracias x subir tq♥ byee besitos xoxoxoox

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  2. sube sube xq Miley hiciste esa tonteria xqqqqq el aria cualkier cosa x ser felizz contigo tontis sube prnto esta nove solo me falta 2 para terminar todas :p sigo hehe

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