domingo, 17 de junio de 2012

Two Lonely Hearts cap.28






Tal y como habían acordado, se casaron el lunes siguiente. Sam, el hermano de Demi, fue el padrino, y Miley la madrina.
Después de la ceremonia, fueron todos al rancho. allí, en el terreno que había detrás de la casa, habían dispuesto las mesas para el banquete y una improvisada pista de baile. habían contratado a un grupo de músicos para la ocasión, un servicio de catering y un fotógrafo.
Joan, la esposa de Sam, logró llevar aparte un momento a Demi para desearle lo mejor.
—no más mirar hacia atrás —le dijo con una sonrisa—, ¿prometido?
—prometido —contestó Demi, sonriendo también.
—ese hombre parece un potro salvaje —dijo señalando con la cabeza a Joe, que estaba hablando con sus hermanos y Sam—. ¿estás segura de que sabrás domarlo?
—muy segura —respondió Demi—.lo quiero con toda mi alma.
Joan asintió con la cabeza.
—entonces todo irá bien.
Sam se acercó a ellas en ese momento.
—son todo un carácter, esos Jonas —le dijo a miranda, rodeándola con el brazo—. bueno, al menos no eres una novata en esto de los caballos y las reses. creo
que encajarás muy bien aquí, Dems. ¿estás contenta?
—muy contenta —respondió ella, dándole un abrazo.
Kevin y el resto de la familia Jonas se acercaron a felicitarla. Denise la besó y abrazó con ternura de madre, dirigiendo después una mirada desesperanzada a Joe, que apenas le había dirigido la palabra en todo el día.
—algún día lo superará —le dijo Demi, deseando de corazón que así fuera, porque se sentía muy mal al ver sufrir así a la señora Jonas.
—puede que supere el hecho de haber nacido siendo hijo ilegítimo—murmuró Denise—, pero lo de Chelsea... —añadió meneando la cabeza—. no creo que eso lo
supere jamás —dijo, sin ver la sombra que cruzó por el rostro de la joven. solo al darse cuenta de lo que había dicho se llevó una mano a la boca, sonrojándose—. Dios
mío, cuánto lo siento. Demi, yo... no quería decir eso... cielos, no hago más que meter la pata —murmuró sintiéndose fatal.
—no tiene que disculparse —le respondió la joven quedamente—. sé que Joe no me ama... al menos no como debió amarla a ella, pero no me importa. me esforzaré
por ser una buena esposa, y tendremos hijos. eso hará feliz a Joe, y a mí también, y tal vez con el tiempo...
Denise contrajo el rostro. ¿cómo podía haberle dicho aquello a la pobre muchacha? en ese momento apareció Joe, que atrajo a Demi hacia sí, besándola suavemente en los labios.
—¿cómo estás? ¿todo bien? —le preguntó afectuosamente.
Demi tragó saliva, y esbozó una sonrisa lo más convincente posible.
—todo bien —asintió—. ¿y tú?
—bien, y estaré mejor en cuanto nos hayamos quitado el banquete de encima — le dijo—. no tenía ni idea de que teníamos tantos parientes —murmuró riéndose.
Entonces, sin embargo, sus ojos se cruzaron con los de su madre, y su sonrisa se desvaneció—. claro que muy pocos son parientes míos en realidad —añadió en un tono
gélido.
Denise no respondió a la puya, sino que lo miró con tristeza y le dijo:
—espero que tengas un buen viaje de luna de miel, Joe, y tú también, Demi —dijo apretando suavemente la mano de la joven. y se alejó, regresando junto a Kevin y los demás.
Demi alzó el rostro hacia harden preocupada.
—no puedes seguir tratándola así. la estás destrozando.
Joe se giró hacia ella con los ojos entornados.
—no te metas en esto, Demi —le advirtió—. esto es un asunto entre ella y yo.
—pero ahora soy tu esposa —replicó ella dolida.
—eso no te convierte en la voz de mi conciencia —le espetó él—. no pongas esa cara. anda, acabemos con esto. estoy deseando que podamos estar a solas.
Y tomándola del brazo se dirigió hacia donde estaban sus familiares y los invitados, esperándolos para comenzar el banquete.
El almuerzo transcurrió entre animadas conversaciones, brindis, un interminable discurso de Kevin, más felicitaciones, y después de bailar el vals nupcial,
y unas cuantas piezas más, Joe y Demi lograron escabullirse al fin, despidiéndose para ir al aeropuerto, donde iban a tomar un vuelo a cancún.
Habían optado por ese destino porque a ambos les gustaba la arqueología, y habían planeado emocionados las ruinas mayas que iban a visitar, pero para ella el viaje había perdido su color. Quizá deberían haber esperado un poco más para casarse.
Joe observó la expresión apagada de Demi por el rabillo del ojo mientras conducía, y se dijo que seguramente habría sido porque aquello le habría recordado su boda anterior, o tal vez porque otra vez había visto a Nick y Miley con su bebé.
Y de pronto, como para intensificar el ambiente sombrío que había invadido lo que se suponía que tenía que haber sido un día feliz, comenzó a llover.



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