domingo, 3 de junio de 2012

Two Lonely Hearts cap.19


Demi se sentía terriblemente nerviosa cuando salieron del aeropuerto en coche en dirección al rancho Jonas. apenas escuchó una palabra de lo que Joe le estaba diciendo acerca de la localidad de jacobsville y de los lugares que iban pasando. estaba aterrada ante la idea de conocer a la madre de Joe. ¿le parecería una buena esposa para su hijo? y, respecto a los hermanos, ya había conocido al mayor, Kevin, pero estaban los otros dos, y sus esposas...
cuando Joe detuvo el automóvil frente a la casa del rancho, Demi se dio cuenta de que estaba conteniendo el aliento y lo expulsó lentamente en un intento de calmarse.
—no tienes que preocuparte por nada —le dijo Joe—. estás preciosa, y les vas a caer estupendamente a todos, ya lo verás.
Demi esbozó una débil sonrisa, pero se notaba las manos frías y sudorosas, y no logró borrar de su rostro la expresión de aprehensión cuando Joe abrió su puerta y la ayudó a salir del coche.
entretanto, Denise Jonas estaba escondida dentro junto con Kevin espiando por entre las cortinas de la sala de estar.
—¡ha traído a una mujer con él! —exclamó indignada—. me ha atormentado durante años por lo que hice, primero por lo de su verdadero padre, y después por esa... esa chica de la que estaba enamorado —Kevin frunció el ceño y la miró sin
comprender, pero su madre no lo vio, porque se había tapado el rostro con la mano—. me amenazó con traer a casa a una prostituta en venganza, y eso es lo que está
haciendo, ¿no es verdad, Kevin? ¡va a castigar mi debilidad metiendo a una mujer de la calle en nuestro hogar!
Kevin estaba demasiado atónito como para responder a eso, y cuando recordó que no le había hablado a su madre de Demi, ya era demasiado tarde. Denise era una mujer de campo, y al ver a Demi salir del coche de Joe, tan sofisticada, maquillada y con aquellas sandalias de tacón, la había tomado por lo que no era.
Al cabo de un rato se abrió la puerta principal y apareció Demi, con Joe detrás de ella.
—Demi, esta es mi madre, Denise.
El tono arrogante que usó, y el hecho de que no dirigiera siquiera una palabra de saludo, no hizo sino cimentar las espantosas sospechas de la señora Jonas.
Demi miró a la mujer baja y morena frente a ella, que permanecía con las manos enlazadas en la cintura.
—es... es un placer —murmuró finalmente, con voz ligeramente temblorosa, al ver que la madre de Joe no había esbozado siquiera una leve sonrisa.
De hecho parecía furiosa por alguna razón, y resultaba casi tan intimidante como Joe cuando estaba irritado. ella se sentía incómoda, pero trató de hacer un esfuerzo a pesar de todo—. Joe ha sido muy amable conmigo —comenzó.
—apuesto a que sí —masculló Denise con puro veneno en la voz.
Demi no había esperado aquello, y se sintió francamente desconcertada.
Tragó saliva y contuvo las lágrimas que estaban empezando a agolparse en sus ojos.
—creo... creo que deberíamos irnos, Joe — balbució, girando el rostro hacia él. los ojos de él relampagueaban.
—¿qué clase de recibimiento es este? —le exigió saber Joe a su madre.
—¿qué otra clase de recibimiento esperabas? —le espetó ella con la mandíbula apretada—. esto ha sido un golpe realmente bajo.
—¿y cómo crees que se siente ella? —rugió Joe.
—no recuerdo haberla invitado —le contestó la señora Jonas con aspereza.
Demi quería que se la tragara la tierra.
—Joe, marchémonos, por favor —le suplicó, tirándole suavemente de la manga de la chaqueta.
—no podéis iros —intervino Kevin en su favor al ver a la pobre joven tan atemorizada—.. acabáis de llegar. vamos, venid y sentaos.
pero Demi no se movió de donde estaba. alzó de nuevo suplicante los ojos hacia Joe.
—está bien —la tranquilizó él tomándola de la mano—. nos marcharemos —le prometió—. pero antes —dijo volviéndose hacia su madre con gesto furioso—, quiero que ella sepa que tu marido murió en una accidente de tráfico hace unos meses —masculló, observando cómo la sorpresa distendía las facciones de la señora Jonas —, que perdiste también al hijo que llevabas en tu seno, que he estado saliendo
contigo en chicago, y que quería que vinieras a jacobsville para presentarte a mi familia, pero que, dada la recepción que te ha dado, dudo que quieras tener ningún
trato con ella.
y, dicho eso, Joe apretó la mano de Demi y se dirigió con ella hacia la puerta. Denise, que, azorada por su exhibición de arrogancia sin motivo, estaba conteniendo las lágrimas a duras penas, extendió el brazo para detenerlos.

1 comentario: