A New Woman cap.8

Demi estaba muy nerviosa cuando se bajó del coche a la mañana siguiente. La noche anterior, la ropa nueva que se había comprado con Taylor en Houston le había parecido divertida y atrevida, pero, en ese momento, ataviada con un traje veraniego ajustado y con un nuevo peinado, se sintió como una impostora.
Le había costado un poco ponerse las lentillas esa mañana pero, al fin, había conseguido tener el mismo aspecto que la noche anterior, después de pasar por el estilista.
Pero estaba nerviosa... y hablando sola. Aquella mañana, su
monólogo interior rozaba el borde de la locura.
Todos sus pensamientos se reducían a uno. ¿Qué pasaría si, al entrar en la oficina, todo el mundo se reía de ella?
Era una mujer adulta y no debería darle importancia a lo que pensaran los demás, se dijo. Pero había cambiado de aspecto y se sentía insegura, a pesar de que Taylor le había asegurado que estaba muy atractiva. Ella seguía sintiéndose la misma Demi gorda y fea de siempre, disfrazada de otra persona.
Cuando Demi entró, Stan, el guardia de seguridad, levantó la vista.
-Buenos días...
-Buenos días, Stan -respondió Demi mientras el hombre la miraba.
-Tiene buen aspecto esta mañana, señorita Thornton -dijo Stan-. Está muy guapa.
-Gracias, Stan -dijo ella, sonrojándose.
Demi se dirigió al ascensor de ejecutivos y, mientras esperaba, miró su reflejo en la brillante puerta de metal del ascensor.
Lo más raro de todo era que no se reconocía a sí misma.
-Disculpe, señorita, pero este ascensor es sólo para la planta de ejecutivos -señaló Joe, detrás de ella.
Ella se giró.
-¿Demi?
Demi se quedó esperando para ver si él decía algo más. No fue así. Se sintió un poco herida en su amor propio, pero no le dio importancia. Había decidido dejar de intentar complacer a Joe, como había estado haciendo todos aquellos años por inercia, sin darse cuenta siquiera.
-He visto a los empleados en el programa de televisión “Hoy” esta mañana. Han hablado muy bien.
-Ally hizo un buen trabajo al prepararlos sobre qué decir. Me
alegro de que se estén recuperando bien -dijo Joe.
El ascensor llegó y Joe esperó a que ella entrara. Demi sintió los ojos de él clavados en la espalda. ¿Sería su falda demasiado corta para ir a trabajar?
Cuando se volvió,Demi se encontró con que Jor le estaba
mirando las piernas y se dio cuenta de que el traje estaba
causando en él el efecto esperado. Al fin, Joe la estaba viendo como a una mujer. Se sintió... muy rara.
Llevaba años muñéndose por captar la atención de Joe y, al
fin, la tenía. Pero no estaba segura de qué hacer con ella.
-¿Qué tal anoche? -preguntó ella.
-Pasé casi todo el tiempo al teléfono... Las cosas hubieran sido mucho más fáciles si mi secretaria hubiera estado aquí.
-Tal vez, tu secretaria ha decidido que es hora de vivir su vida -repuso ella y apretó los labios.
-¿Es eso, Demi? ¿Se trata de eso?
Demi asintió con la cabeza.
-Llevo demasiado tiempo ignorándome a mí misma. Sé que no fui muy oportuna ayer, pero ¿cómo iba a sospechar que iba a desatarse un incendio en la refinería principal?
-Nadie podía saberlo. No me importa si quieres tomarte una tarde libre. De hecho, si eso puede convencerte para que te quedes, estoy seguro de que podemos permitirte un horario más flexible -propuso Joe.
El ascensor llegó a su planta v. de nuevo,
Joe le hizo un gesto para que pasara delante. Al hacerlo, Demi lo oyó respirar hondo.
-¿Llevas perfume? -preguntó él.
-Sí -contestó ella, arqueando las cejas.
Demi movió la cabeza
-Siento la indiscreción -dijo él-. Huele muy bien.
-Gracias -repuso ella. Su nuevo aspecto parecía estar
desconcentrando a Joe. O, quizá, lo que pasaba era que él no había dormido bien esa noche-. Puedo ocuparme del despacho esta mañana, si tú quieres volver a la refinería.
-Gracias, Demi, pero creo que soy necesario aquí. Sobre todo, si tú estás decidida a dejar el trabajo.
Demi asintió y entró en el despacho. El contestador de su mesa parpadeaba y ella imaginó que habría muchos mensajes esperándola.
Joe cerró la puerta y pasó junto a Demi para entrar en su
despacho, rozándola un poco y haciendo que ella perdiera el
equilibrio desde sus altos tacones. El la sujetó de la cintura. El pelo de ella rozó a Joe en el movimiento.
Joe olía bien. A Demi siempre le había gustado el aroma de su loción para después del afeitado.
Joe la miró, posando una mano en su hombro.
-Nunca me había dado cuenta de lo bonitos que son tus ojos -dijo él. Demi se sonrojó.
-Supongo que no podías vérmelos cuando llevaba gafas.
-O, quizá, nunca me había fijado.
-No había nada en lo que fijarse -replicó Demi. Taylor había tenido razón la noche anterior cuando le había sugerido que guardara en un cajón sus gafas y sus ropas viejas.
-Mereces que te miren, Demi.
-¿De veras?
-Sí. Siento no haberme dado cuenta antes.
-¿Por qué lo sientes?
-Porque eres muy guapa.
-No soy yo, es el maquillaje y el corte de pelo -indicó ella,
sintiéndose incómoda ante el cumplido. Empezó a pensar en
todas las cosas que su madre siempre le había criticado-. Tengo la boca demasiado grande.
Joe negó con la cabeza v le acarició los labios con el pulgar.
-Tu boca es preciosa. Muy tentadora... 
-¿Tentadora? Soy yo. Joe. Demi Thornton. Nunca antes habías pensado que era tentadora.
-Debo de haber estado ciego, Demi, porque me resultas muy
tentadora.
Entonces, Joe inclinó la cabeza y acercó su boca. La besó.
Demi se puso de puntillas y lo besó también. Fue como ella
siempre lo había imaginado y, al mismo tiempo, inesperado. Lo que nunca había podido imaginar era el sabor de su lengua. O el contacto de sus grandes manos sobre el pelo. Tampoco había podido prever que un solo beso fuera capaz de cambiar su vida por completo.

Hola Chicas Mitchie de nuevo!! regresando de una Tarde con papa nos la incre jojo

bueno les dejo los capis de las demas noves gracias por sus coments ;) Besitos♥