miércoles, 4 de julio de 2012

Two Lonely Hearts cap.32



 
Durante casi un minuto, Joe se quedó allí de pie, mirando a su hermano como si no hubiese entendido lo que acababa de decir. y entonces, de repente, se empezó a reír, ligeramente al principio, para acabar a mandíbula batiente sin poder parar.
Kevin, entretanto, lo observaba asombrado.
—¿qué diablos tiene tanta gracia? —le preguntó al fin, lanzando los brazos al aire.
Joe se agarró el costado, y se secó las lagrimillas que se le habían escapado con las risas con el dorso de la mano, tratando de recobrar el resuello para poder contestarle.
—nunca me he molestado en negarlo cuando me has hecho una insinuación sobre eso porque me daba igual —le dijo poniéndose serio—, y hasta me hacía gracia, pero desde luego debería estrangularte por haberle contado ese rumor absurdo a
Demi.
—¿rumor? —repitió evan atónito. pero harden no estaba escuchándolo.
—Dios, acabo de comportarme de un modo detestable con miranda, y resulta que ella creía que estaba ayudándome...
—¿quieres decir que... no eres virgen?
Joe no le contestó a eso.
—¿es por eso por lo que se fue a la ciudad con Denise?, ¿para comprar esa lencería?, ¿para seducirme? —inquirió, empezando a comprenderlo todo.
—sí —farfulló Kevin—. diablos, está visto que últimamente no hago más que meter la pata, igual que mamá, porque mira que decirle a miranda que no creía que superarías jamás lo de Chelsea...
—¡¿que le dijo qué?! —exclamó harden fuera de sí—. ¿cuándo le dijo eso?
Kevin se mordió el labio inferior al comprender que harden no lo sabía.
Estupendo. acababa de contribuir a que detestase a su madre un poco más.
—¿cuándo? —exigió saber harden impaciente.
—em... el día de la boda, antes de que os marcharais a cancún —respondió Kevin a regañadientes—. pero lo dijo sin darse cuenta —se apresuró a puntualizar.
Joe dejó escapar un gruñido de frustración y, girándose hacia la pared del establo, golpeó con el puño los tablones de madera.
—¡maldita sea!
—no fue más que un desliz, Joe —le dijo evan tratando de calmarlo. su hermano se había quedado callado, con la vista fija en la pared—. pero di, ¿tenía razón mamá?, ¿sigues enamorado de Chelsea? —le preguntó muy serio, apoyando un hombro en un tabique junto a él.
Joe se quedó callado, frotándose los ojos antes de contestar.
—no lo sé —admitió—. me acuerdo de ella muchas veces, de lo trágica y absurda que fue su muerte, y...
¿sigues culpando a mamá de lo que pasó? —inquirió Kevin en un tono grave.
Joe se volvió hacia él y lo miró.
—no —murmuró finalmente, meneando la cabeza— . no, ya no. Últimamente he estado pensando en ello. supongo que su error no fue más que un eslabón en la cadena de circunstancias que llevó a Chelsea al suicidio. para ella la negativa de sus padres a nuestra relación era el fin del mundo. era impaciente, y se sentía enjaulada.
la idea de escapar juntos y casamos en secreto fue de ella. yo le decía que tenía que hablar con sus padres, hacerles comprender, pero el miedo a ellos la paralizaba. de hecho ni siquiera estoy seguro de que lo que había entre nosotros fuera amor.
Éramos demasiado jóvenes para comprender lo que era eso. ninguno de los dos nos sentíamos integrados, nos rebelábamos contra lo establecido, contra la hipocresía de la gente de jacobsville, y eso fue lo que nos unió. fue terrible que segara su vida antes siquiera de que hubiera empezado, pero, aunque deseo que esté bien dondequiera que esté, hace tiempo que comprendí que debía dejar atrás su recuerdo y seguir adelante.
Kevin lo estaba mirando como si le pareciera un milagro que estuviera hablándole con tanta cordura.
—diablos, Joe, no puedo creer que te esté oyendo lo que estoy oyendo. ¿no tendrás fiebre? — inquirió con ironía.
Joe caminó hasta la puerta abierta del establo y alzó la cabeza hacia la ventana iluminada del dormitorio que compartía con miranda.
—sí, tengo fiebre —murmuró—, pero sé exactamente cómo curarla.
Dejó a Kevin allí solo, y regresó a la casa con una expresión traviesa en los ojos, anticipando el placer de una noche de pasión con la mujer a la que amaba.
Sin embargo, cuando llegó a la habitación se encontró con que Demi se había vestido y estaba haciendo las maletas. al oírlo entrar se giró hacia él con los ojos enrojecidos por el llanto.
—no te preocupes —le dijo—, no hace falta que me eches tú. ya me marcho yo, por mi propio pie.
Joe cerró la puerta despacio, echó el pestillo y dejó su sombrero sobre una silla antes de ir a su lado.
—no te acerques un paso más —le advirtió ella—, ¡me voy a casa! 
—ya estás en casa —le dijo Joe.

Con ambas manos, tiró del borde de la maleta, abierta sobre la cama, y la arrojó al suelo sin preocuparse de que la ropa se desparramara en todas direcciones.
y entonces, sorprendiendo a la joven más aún, la tomó en brazos y la levantó en volandas.
—¡suéltame! —le gritó ella, furiosa.
—como desees —respondió él, y la echó sobre el colchón, colocándose encima de ella antes de que pudiera rodar y bajarse de la cama.
Demi se retorció, peleando como una tigresa, pero finalmente Joe se impuso, agarrándola por las muñecas y sujetándoselas contra el colchón a ambos lados de la cabeza.
—¡estoy harta de los hombres! —le miranda enfadada—. ¡ya tuve bastante con que Sterling me dijera que no era lo suficientemente mujer como para excitarlo como para que ahora vengas tú también a restregármelo por la cara! tengo mi orgullo y...
—oh, sí, orgullo entre algún que otro defecto más —murmuró él—, como mal carácter, impaciencia, una tendencia a interferir en asuntos que no te conciernen...
—¿y tú quién te has creído que eres? ¿don perfecto?
—no, no lo soy, ni de lejos —contestó él, mirándola a los ojos—. eres lo que siempre he querido, Demi, sólo que me ha llevado demasiado tiempo darme cuenta.
—no es cierto —balbució ella confundida—, tú ni siquiera me deseas, me lo has dicho hace un momento.
—¿eso te dije? —respondió él con una sonrisa picara—. fíjate bien, siente esto.
Y se frotó contra ella, haciéndole sentir la rápida respuesta de cierta parte de su cuerpo. miranda contuvo el aliento sorprendida.
—sí te deseo, Demi —le dijo Joe—, pero lo que siento por ti es mucho, mucho más que deseo —la besó suavemente, tirándole del labio inferior mientras ella se estremecía de placer.
poco a poco el beso se hizo más ardiente, más profundo, y las manos de Joe descendieron hasta las caderas de Demi, y la atrajo hacia sí. ella no pudo pronunciar palabra, porque los labios de Joe silenciaban los suyos mientras sus manos comenzaban a desnudarla y a recorrer todo su cuerpo. jamás habría imaginado que existiera nada tan delicioso como algunas de las caricias que su esposo le estaba prodigando, ni como sentir al fin su gloriosa desnudez contra la suya de un modo tan íntimo. aquello era el paraíso: besar y ser besada, acariciar y ser acariciada...
—Kevin dijo... que eras... virgen —jadeó entre beso y beso.
Joe se rio suavemente.
—¿y tú que crees?, ¿lo soy? —inquirió en un susurro seductor, hundiéndose en ella con fuerza.
Demi no podía creer las sensaciones que estaban estallando en su interior.
De pronto se le nubló la vista; el rostro de Joe se convirtió en una mancha borrosa, y todo fue un movimiento frenético de caderas, gemidos y respiración entrecortada, y un placer inigualable que los llevó a los cielos.
Momentos después. Demi yacía en los brazos de Joe, aún temblando por el climax al que habían llegado juntos, con lágrimas de felicidad rodándole por las mejillas mientras él le acariciaba abstraído el oscuro cabello.
—¿estás bien? —inquirió Joe suavemente.
—sí —musitó ella, apoyando la mejilla en el hombro de él—. es que... no tenía ni idea... —balbució—. no sabía que podía ser tan maravilloso.
—es diferente cada vez —le contestó él besándola en la frente—, pero yo creo que solo puede ser así de perfecto cuando la otra persona es a la que amas —le explicó. ella alzó los ojos hacia él sorprendida—. y yo te amo. Demi, ¿o es que no lo sabías? —y la besó en los labios con exquisita ternura.



Hola niñas bellas de mi corazon qiero pedir unas disculpas asi rapiditas por qe tengo unos dias qe no he subido pero estos dos ultimos dias en la familia tuvimos la perdida de un amigo mui allegado a mi familia y estuvimos despidiendole... y ahorita qe puedo aprovecho y subo este y talvez otro de Niley... Gracias por su comprension las Amo♥

4 comentarios:

  1. hay dios si antes odiaba a joe ahora lo amo jajaja habeses creo que soy bipolar jajaja :P me encanta siguela pronto plisss

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  2. síguela pronto excelente capitulo

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  3. OMGGG! ME ENCANTA! cuando subieras más capitulos?
    Todas las historias que publicas son increíbles...

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