viernes, 27 de julio de 2012

Contract Compliance cap.25






El solar hervía de actividad cuando llegó Nick. Habían empezado las excavaciones porque querían iniciar el proyecto en serio antes de fin de año, pues ya llevaban tres meses de retraso. Y tenía que agradecer que el proyecto le consumiera tanto tiempo, porque evitaba que pensara demasiado en Miley.
Se apoyó en la puerta del coche y miró la grúa que colgaba sobre el solar. Hacía más de un mes que ella se había ido y aún no había conseguido aceptar lo ocurrido, pero sabía que no lo quería y que no podía hacer nada para cambiar eso. La atracción de lo inalcanzable era para ella más fuerte que la posibilidad de un futuro con un hombre que tenía al lado.
-Pensé que te encontraría aquí.
Nick se volvió hacia su padre, que se acercaba con un casco en la mano. Se lo tendió a su hijo.
-La seguridad ante todo -bromeó.
-Te dije que vendría yo, que no hacía falta que vinieras tú.
-Quería hablarte fuera del despacho.
-¿Qué pasa ahora? Porque te advierto que no estoy de humor para otra pelea.
-Pues me parece que vas a necesitar tapones además del casco, porque no te va a gustar lo que voy a decir -Paul hizo una pausa-. No creo que sea buena idea que te cases con esa chica. Su padre es amable, pero no podría pasar otra festividad con su madre. Y esto de la Navidad... Si os casáis, su madre no puede decidir dónde tiene que pasarla. Miley y tú no estuvisteis juntos en Nochebuena.
Nick soltó una risita.
-No tienes de qué preocuparte, papá. Miley me dejó el día después de Acción de Gracias y no he vuelto a verla.
-¿Te dejó hace más de un mes y no has dicho nada?
-Sí. Supongo que no quería oír el sermón de siempre sobre que arruino mi vida.
Paul frunció el ceño.
-Lo siento. Pero puede que sea para bien. Dicen que una mujer acaba pareciéndose a su madre -se estremeció-. Y dentro de veinte años, Miley sería igual que la suya.
Nick lo miró con rabia.
-¿Por qué hablas así de ella si no la conoces? Es buena y sensible. Y es lo mejor que me ha pasado en la vida.
-Puede que lo creas así, pero...
-Me da igual lo que tú pienses, así que déjame en paz.
Paul movió la cabeza.
-Estaba equivocado. No debo presionarte en un tema tan importante como el matrimonio.
Esta mañana he hablado con Justin y le he dicho que te nombraré presidente ejecutivo en abril. Lo ha entendido y me ha asegurado que cuentas con todo su apoyo.
Nick miró a su padre con la boca abierta.
-¿Así sin más? ¿Sin ataduras ni exigencias?
-Así sin más. Mañana empezaremos a planear la transición. El proyecto de Denver es tuyo.
Nick levantó la mano.
-Espera, no sé si quiero el puesto.
-¿Qué?
-He estado pensando en montar algo por mi cuenta.
-¿Y por qué? Yo te doy todo lo que he pasado mi vida construyendo -le dio una palmada en el hombro-. Acéptalo antes de que cambie de idea y luego sigue adelante con tu vida. El pasado es el pasado.
Nick pensó que su padre tenía razón. No podía pasarse la vida lamentando lo que no podía tener. Era preciso seguir adelante.




-¿Seguro que deberíamos estar aquí? -susurró Demi.
-Tengo que recoger el resto de mis cosas - Mileymetió la llave en la cerradura-. ¿Quieres que lo haga con él aquí?
-¿Y por qué no las dejas? ¿Qué es eso tan importante sin lo que no puedes pasar?
-Mis plantas -respiró hondo-. Tengo que desactivar la alarma. Espero que no haya cambiado la clave.
-¿Y si lo ha hecho?
-Entonces corremos -abrió la puerta, introdujo rápidamente los números que le había dado Nick la noche que llegó allí y comprobó con alivio que seguían siendo válidos-. Ya está.
-Esto no me gusta nada.
-No hacemos nada ilegal, tengo llave -tiró de Demi hacia las escaleras-. Pero Thurgood tiene que estar por aquí y suele venir a la puerta cuando oye a alguien fuera.
Subió rápidamente las escaleras.
-Vamos a buscar las plantas y nos marchamos.
Cuando llegó a su antigua habitación, se detuvo de repente, con la atención fija en un ruido sordo.
-¿Qué es eso?
Se volvió y vio a Thurgood en la puerta del cuarto de Nick, cuya jamba golpeaba con la cola. Se acercó a ella y Miley le rascó las orejas.
-Buen perro.
-Deja de jugar con el perro -susurró Demi. Abrió la puerta.
Miley  entró en la estancia. Sus plantas estaban exactamente donde las había dejado.
-Están vivas -comentó. Introdujo un dedo en la tierra de Anya-. La ha regado, tienen buen aspecto -reprimió una emoción repentina-. Las ha cuidado bien.
Demi sacó unas bolsas de plástico del bolsillo del abrigo y se las pasó.
-Yo me encargo de las plantas, tú recoge tu ropa y las cosas del baño.
-No puedo creer que las haya regado.
-Date prisa -susurró su amiga-. No quiero estar aquí más tiempo del necesario.
Miley salió de la habitación y fue al cuarto de baño del pasillo, pero cuando abrió la puerta, se encontró de bruces con un pecho desnudo. Soltó un grito y retrocedió un paso.
-¿Miley?
-Nick -murmuró ella. Él llevaba sólo unos calzoncillos de seda y nada más-. ¿Qué haces aquí?
-Vivo aquí -sonrió él-. ¿Qué haces tú?
-He venido a recoger mis cosas. No esperaba encontrarte aquí a estas horas. 
-¿Qué narices pa...?
Los dos miraron a Demi, que salía del dormitorio. Ésta abrió mucho los ojos. 
-Hola, Nick.
-Hola.
-Quiero que sepas que no ha sido idea mía.
-No sabíamos que estarías en casa - explicó Miley-, o no habríamos venido.
-Anoche me acosté muy tarde y esta tarde salgo en viaje de negocios para Denver - musitó él-. Seguramente pasaré mucho tiempo allí si conseguimos el proyecto. Tengo buenas noticias. Mi padre me deja la compañía desde el uno de abril.
-Estupendo -dijo Miley.
-Sí -asintió Demi.- ¿Pero por qué quieres irte de Chicago? ¿No echarás de menos...? -vio que los dos la miraban-. Voy a terminar en el dormitorio.
-O sea que has conseguido todo lo que querías -murmuró Miley.
Nick se apoyó en la pared del pasillo.
-Casi todo.
-Yo también estoy pensando en mudarme -anunció ella.
-¿Sí?
-Es difícil aguantar un negocio como el nuestro con este clima, así que debería irme a un lugar cálido, Florida o California. Aunque allí las plantas serán diferentes y habrá otros insectos y... -se interrumpió.
-Los dos nos movemos -dijo él-.Eso está bien.
-Muy bien.
-¿Dónde te alojas ahora? 
-¿Por qué?
-Por nada, por si te dejas algo y necesito contactar contigo.
-Estoy en casa de Joe y Demi, en Wicker Park -buscó algo más que decir, pero no se le ocurrió-. Bueno, creo que debo irme.
Nick le tomó una mano.
-Me alegro de verte. Es agradable tenerte de nuevo aquí aunque sólo sea un rato.
Miley asintió con la cabeza y volvió al dormitorio. Antes de entrar, miró hacia atrás, pero Nick había desaparecido ya escaleras abajo.



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