viernes, 27 de julio de 2012

A New Woman Final




Demi salió del gimnasio del Ritz y agarró una botella de agua
antes de dirigirse al ascensor. Necesitaba alejarse, pero ir a casa
de sus padres no le había parecido buena idea. No tenía ganas de
viajar a ningún sitio, así que había hecho la maleta y se había ido
a un hotel.
Allí, podía sentirse mimada, pedir servicio de habitaciones y
olvidarse de Joe Brody... aunque lo último no estaba
funcionando. En absoluto. Esa mañana se había despertado
echándolo de menos.
Demi no había podido dormir al no sentir el pecho de él a su lado
ni el latido de su corazón. Se preguntó si habría cometido el
mayor error de su vida al dejarlo.
Sin embargo, al mismo tiempo, sabía que su relación no tendría
ningún futuro si ella no se mantenía firme.
Así que allí estaba, manteniéndose firme. Y sola.
Estar sola no era problema para ella, pero sentirse sola sí lo era.
Se sentía perdida y no sabía quién era ni qué quería.
Demi esperó al ascensor, mientras se sentía más fuera de lugar
que nunca. Y no era el opulento entorno lo que la hacía sentirse
así. Eran sus propios sentimientos.
Joe había ocupado sus pensamientos durante mucho tiempo,
había sido una parte muy importante de su vida y siempre lo
sería, pensó. Su vida no tenía sentido sin amar a Joe. Y eso era
parte del problema. Sobreponerse iba a llevarle más de una
semana. Si era que podía conseguirlo alguna vez.
El ascensor llegó y Demi entró y pulsó el botón de la planta dos.
Cuando las puertas se abrieron, salió y vio a un hombre en el
pasillo, ante la puerta de su habitación.
De espaldas, tenía la misma complexión que Joe y Demi se
quedó un momento sin respiración, pensando que podía ser él.
Pero enseguida se dio cuenta de que era imposible. Joe no
sabía dónde estaba.
Al acercarse, Demi reconoció a Zac. El estaba hablando por
teléfono y levantó la vista al oírla.
Zac colgó y se guardó el móvil en el bolsillo.
-Apuesto a que te estás preguntando qué hago aquí.
-Sí.
-¿Podemos hablar en tu habitación?
Demi asintió y abrió la puerta, dejándolo pasar. Zac se sentó en
una de las sillas y ella se sentó en la cama.
-¿Por qué? 
-Necesita verte.
-Y no podía venir él mismo -dijo Demi-. Siempre eres el emisario
de tu hermano -añadió.
Sin embargo, Demi se sentía eufórica. Al menos, Joe había dado
un paso para intentar salvar su relación.
-Lo sé y creo que es hora de dejar de hablar por él -replicó Zac-.
Tengo mucho trabajo que hacer en Washington D.C. para arreglar
el lío que Joe ha causado al romper su compromiso.
Demi se mordió el labio inferior.
-Lo siento, Zac.
-No lo sientas -replicó Zac, moviendo la cabeza-. Joe siempre
ha sido el hombre de tus sueños.
Demi se encogió de hombros.
-Ya no estoy tan segura -dijo ella-. Ya no sé qué pensar.
-Por eso me ha enviado Joe. Quiere hablar contigo cara a cara
y, como no respondes a sus llamadas, ha pensado que es mejor
que recibas la invitación de mí en persona, en vez de a través del
contestador.
-No pretendía portarme como una niña -explicó Demi-. Sólo
necesitaba tiempo para pensar. No sé si puedes entenderlo,
Zac, pero cuando amas a alguien como yo amo a Joe, te
sientes muy vulnerable.
-Dale a Joe la oportunidad de arreglar las cosas -sugirió Zac-,
Sea lo que sea lo que causó vuestra ruptura, sé que tiene la
intención de solucionarlo.
-No estoy segura de que pueda. Yo quiero cosas de él... supongo
que no tienes por qué saberlo.
-No. Pero si necesitas hablar, adelante.
Demi negó con la cabeza. No necesitaba hablar con nadie que no
fuera Joe.
-¿Dónde está?
-En el Club de Ganaderos de Texas, en Somerset. Estás invitada a
cenar con él en el comedor principal.
-De acuerdo. Pero no sé dónde está el club.
Zac se rió.
-Yo voy a llevarte hasta allí -señaló Zac.
-No hace falta, de verdad. Puedo ir sola. Sólo dime dónde está.
-¿Estás segura?
Demi asintió.
-¿A qué hora tengo que estar allí?
-A las seis.
Zac se marchó y Demi se dio una ducha. Se arregló y se tomó su
tiempo en peinarse y maquillarse. No tenía ningún vestido de
noche, pero llamó a la boutique del hotel y arregló el problema en
un momento. Se compró un precioso vestido de cóctel y unos
zapatos de tacón muy sexys.
Y, al mirarse en el espejo, Demi se dio cuenta de que, por primera
vez, la mujer que llevaba en su interior concordaba con la imagen
de sí misma que daba al exterior. Al margen de lo que Joe le
dijera esa noche, al fin se sentía en paz consigo misma.

Demi le entregó las llaves al guardacoches del Club de Ganaderos
de Texas y siguió sus indicaciones hacia la entrada principal.
Despacio, subió las escaleras, sintiendo la brisa cálida de la
noche de verano y notando cómo el cabello le rozaba la espalda
desnuda. Un portero le abrió la puerta al verla llegar y ella le
sonrió para darle las gracias.
-Buenas noches, señora. ¿Puedo ayudarla?
-He venido a cenar con Joe Brody.
-Claro. Es por aquí.
El portero la guió por el pasillo izquierdo de la antesala y se
detuvo a los pies de unas escaleras. El Club de Ganaderos de
Texas era una gran mansión señorial reformada y, aunque Demi
había oído hablar de él antes, ésa era la primera vez que estaba
allí.
Demi se dio cuenta de que había un camino de pétalos de rosa
sobre las escaleras.
-Siga los pétalos, señora.
Eso hizo, agarrándose a la barandilla mientras subía. Se quedó sin habla al pensar en todo el esfuerzo que Joe había hecho para planificar aquello. Y tuvo la intuición de que no iba a ser capaz de  alejarse de él nunca más.
Cuando llegó a lo alto de las escaleras, Demi vio que Nick la
estaba esperando.
-Hola, Demi. Estás muy guapa esta noche.
-Hola, Nick. ¿Qué estás haciendo aquí?
-Otro favor para Joe. Ese hombre va a deberme la vida como
siga así.
Nick le ofreció el brazo y la escoltó hasta el comedor. La sala
estaba iluminada sólo con velas y había flores frescas en todas
las mesas. La condujo hasta la mesa central, que estaba puesta
para la cena. La ayudó a sentarse.
-Joe estará aquí dentro de unos minutos. Quería que te diera
esto.
Nick le tendió un sobre blanco a Demi. Su nombre estaba escrito
en la parte delantera, con la letra de Joe.
Nick se alejó mientras ella deslizaba el dedo por detrás de la
solapa del sobre, para abrirlo. Sacó una tarjeta que tenía una foto
de ambos, tomada en la fiesta del Cuatro de Julio.
Iba acompañada de un sencillo mensaje:
Te pido disculpas. Tu amor es un regalo precioso y es una
bendición para mí.
Demi dejó la tarjeta y se giró, al mismo tiempo que Joe se
acercaba. Llevaba un traje de chaqueta y estaba muy atractivo,
tan sexy que a Demi se le saltaron las lágrimas porque sabía que
Joe Brody era su hombre, que le pertenecía.
-Hola, Demi.
-Gracias por la tarjeta -dijo ella.
-De nada. Siento que las cosas se me escaparan de las manos la
otra noche.
Demi negó con la cabeza.
-No pasa nada. Creo que yo esperaba que sintieras lo mismo que
yo siento por ti desde hace tanto tiempo. Pero sé que estaba
pidiendo demasiado.
Joe le tendió la mano y la ayudó a levantarse. La besó en los
labios con suavidad.
-No, no estabas pidiendo demasiado.
Entonces, la abrazó y le susurró al oído:
-Te amo, Demi Thornton. No sé cómo he tardado tanto en darme
cuenta. Pero no puedo vivir sin ti a mi lado.
Demi se apartó un poco para mirarlo a los ojos. Necesitaba estar
segura de que él creía lo que decía y vio que el amor se reflejaba
en su mirada. Sin pensarlo, lo abrazó con fuerza y cerró los ojos,
temiendo que todo fuera un sueño.
Pero los brazos de Joe, rodeándola, eran sólidos y reales y su
aroma impregnaba todo el aire que ella respiraba.
-Siéntate, Demi.
Demi se sentó y Joe se puso de rodillas a su lado. Tomó las
manos de ella entre las suyas y se las llevó a los labios para
besarlas.
-¿Quieres casarte conmigo, Demi?
Demi lo miró durante un segundo.
-¡Sí! -exclamó ella.
Demi se puso en pie y Joe también. Ella se lanzó a sus brazos y
lo abrazó con fuerza, había encontrado al hombre de sus sueños.
Zac y Nick los felicitaron y Joe afirmó que no quería
esperar ni un día más para casarse con ella. Quería ir en su jet
privado a Las Vegas y contraer matrimonio esa misma noche.
-No puedo casarme sin mi mejor amiga -dijo Demi.
-Por eso la he llamado. 
-¿Taylor? 
Taylor entró en el salón, sonriente.
-Incluso he invitado a tus padres. 
Como Joe había pensado en todo, lo único que Demi pudo hacer fue decir que sí.





Bueno niñas se qe no he eh subido esta semana asi qe les dejo el final de esta nove y nos capis mas con todo mi cariño para todas :)
las amo

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