Miley se secó las lágrimas de las mejillas con impaciencia y se puso en pie.
-No es nada. Esta mañana olvidé cerrar la puerta de mi cuarto y Thurgood ha entrado aquí. Parece que le gustan las plantas tanto como a mí.
Cuando ella llegó a casa un rato atrás, se encontró con una escena de una película de terror... por lo menos para ella. Sus plantas yacían en el suelo, arrancadas con violencia de las macetas, con las raíces al descubierto y tierra por todas partes. Al principio
intentó salvarlas, recogiendo la tierra con las manos, pero luego la emoción pudo con ella y se sentó a llorar en el suelo.
-Las ha mordido todas excepto a Regina -Miley se inclinó y tomó el tallo de la planta.
Sus ojos se llenaron de lágrimas nueva Tenía esta planta desde los once años.
Nick se la quitó de la mano.
-¿No se puede hacer nada? -preguntó.
-Sí, puedo replantarlas o tomar esquejes y esperar a que echen raíces.
-¿Entonces por qué lloras?
Miley se cubrió el rostro con las manos y sollozó.
-No lo sé -y era verdad. Sabía que cada día que pasaba se le hacía más difícil ignorar sus sentimientos por Nick, que se había comido sus cenas horribles y tolerado su gusto decorativo cuestionable, que había hecho lo posible por ayudarla a vencer sus malos humores. La conocía mejor que ningún otro hombre del mundo y aun así no podía permitirse amarlo.
Reprimió un sollozo y dejó caer las manos a los costados. Nick se arrodilló delante de ella y le miró la cara con la frente arrugada por la preocupación.
-Lo siento, no sabía que Thurgood haría algo así, yo nunca he tenido plantas. Le gusta escarbar fuera y quizá tenía que haber supuesto que lo haría.
Miley le miró la boca y sólo pudo pensar en lo mucho que deseaba que la besara de nuevo. Todo parecía siempre mucho mejor cuando estaba en sus brazos. Tragó saliva con fuerza y se agarró las manos.
-Tenía que hacer cerrado la puerta.
-Dime lo que debo hacer -musitó él.
Le acarició las pantorrillas con gentileza y Miley cerró los ojos e intentó recordar su determinación y erigir las barreras que la habían protegido de sus deseos.
-No tienes que hacer nada -contestó con voz débil.
-Quiero hacerlo, dime lo que quieres que haga.
Ella gimió interiormente, sabedora de que su respuesta no tendría nada que ver con las plantas. ¿Por qué lo combatía tanto? Por una vez en su vida tenía ocasión de conocer la auténtica pasión, de estar con un hombre que encarnaba su fantasía sexual por excelencia. Y no podía decidirse a hacer el primer movimiento, a poner sus necesidades y deseos por encima del código de conducta estricto que le había inculcado su madre.
Quería que volviera a besarla y no parara en mucho rato. Y tampoco le importaría que acabaran arrancándose la ropa y haciendo el amor.
-¿Miley?
Ella parpadeó y se sorprendió mirando fijamente la boca de él.
-¿Qué?
Nick se enderezó y le tendió la mano.
-Vamos -tiró de ella por el pasillo en dirección a su dormitorio-. Tienes que alejarte de ahí -se sentó con ella en el borde de la cama-. Ahora dime lo que puedo hacer para salvar tus plantas.
-Pue... puedes ponerlas en agua - murmuró ella-. O envolverlas en toallas de papel mojadas. Yo traeré tierra para replantarlas.
-¿Por qué no te tumbas y te relajas mientras me ocupo de eso? Puedo traerte tierra del jardín del vecino.
-No es la tierra que necesito.
-¿Hay más de un tipo de tierra? -preguntó él.
Miley asintió.
-La del jardín tiene muchos microbios y enfermedades de hongos. Y no transpira bien y...
Nick le puso un dedo en los labios.
-Nada de tierra del jardín -dijo-. Vuelvo enseguida.
De pronto, se sentía cansada, como si el deseo y la indecisión hubieran agotado sus últimas reservas de energía. Se acurrucó en la cama y cerró los ojos. ¿Por qué había firmado aquel contrato? Porque esperaba que un día él volviera a ella como un caballero
de brillante armadura, agitando el contrato en la mano y declarándole amor eterno. Y aunque la fantasía parecía ahora una tontería, una parte de su corazón aún quería que fuera verdad, quería el final de cuento de hadas.
Cerró los ojos para apartar aquella idea ridícula de su mente. Había hecho un plan encaminado a proteger su corazón de los encantos de Nick, pero cuando lo hizo, no esperaba que fuera tan difícil cumplirlo.
-Si esto sigue así, tendrán que ingresarme en una institución mental antes de los tres meses -susurró.
Oyó a Nick moverse por el pasillo y pensó levantarse a ayudarlo, pero su cama era muy cómoda y todavía no estaba preparada para verlo y fingir que no sentía nada.
Permaneció inmóvil, con los ojos cerrados, esforzándose por reconstruir las barreras que usaba para protegerse.
-He limpiado ese desastre.
La voz de él era suave y tan cercana, que sentía el cosquilleo de su aliento en la mejilla.
Miley abrió los ojos despacio y lo descubrió arrodillado al lado de la cama.
-Aunque algunas heridas son graves, creo que sobrevivirán todos los pacientes. Los he devuelto a las macetas y les he echado agua; están en la bañera, con la puerta del baño cerrada. También le he echado un buen sermón a Thurgood y ha prometido no volver a
cenarse tus plantas.
Miley sonrió débilmente.
-Gracias.
Nick estiró el brazo y le pasó un dedo por el labio inferior.
-Eso está mejor. No me gusta verte llorar. Sé que amas tus plantas y si alguna...
-No lloraba por eso -murmuró ella-. Sólo son plantas.
El hombre frunció el ceño y le acarició la mejilla.
-¿He hecho algo malo?
Miley respiró con fuerza, dividida entre el deseo de decir la verdad y el de guardar sus sentimientos para sí misma. Acabó optando por la verdad.
-Me he esforzado mucho para que no me gustes.
Nick sonrió y la miró a los ojos.
-Lo he notado. ¿Y cómo te va en ese sentido?
-No muy bien -admitió ella, con ojos otra vez llenos de lágrimas-. No esperaba que fueras tan bueno conmigo.
-No es difícil ser bueno contigo -la besó en los labios y ella cerró los ojos y se permitió disfrutar del momento sin vacilar; pero terminó demasiado pronto.
Nick apoyó su frente en la de ella, que sintió que se le aceleraba el pulso. ¿Cómo era posible que un beso de él provocara más pasión que una seducción completa de otro hombre? Controlaba ya su corazón y ahora asumía también el control de su cuerpo. Sus
labios estaban muy cerca, invitándola a perderse en otro beso más.
-¿Ahora estás bien? -preguntó él.
Miley negó con la cabeza.
-¿Qué ocurre? -preguntó Nick.
Ella tragó saliva con fuerza. Tardó un momento en hablar.
-Bésame otra vez.
Bueno mechame tenia razon Thurgood destruyo las plantas jajajaja
y gracias a Yazmin qe esta leyendo mi blog y comentando las noves pasadas Saludos(aunqe no se si ya lea esta jajajja)...
sere un pokito mala y ahi lo dejare comenten mucho y mañana lo continuo
Miles de besos las Amo♥
aaawwww♥ mitchie estaba muy lindo el cap
ResponderEliminarme encanto seguro despues de ese beso va a venir un cap hot :3' ahhhhh!
estuvo increible amiga sigelaaa
tq♥ besitos :* xoxox
aww!! kasi muero!! okno.. jajaja esta super mega genial me encanta esta nove!!!! espero el proximo besos!!! ILY!
ResponderEliminarobiooo, ya me puse al corriente wiiiii :p subeee kiero kiero mas haha me han encantado todas me llevo como 3 dias leerme todas las noves:o ne traume con tu blog sube pronto cuidate.
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