miércoles, 11 de julio de 2012

A New Woman cap.18



Demi pasó el resto del día admirando su brazalete y soñando
despierta sobre su relación con Joe. Se había convertido en
algo diferente de lo que ella había esperado y en mucho más de
lo que había esperado de cualquier relación en el pasado.
Sin embargo, intentó proteger su corazón para no creer que
Joe era el hombre de sus sueños. Se sentía como si aún
hubiera algo entre ellos que deberían arreglar. No le había preguntado por su compromiso con Nessa ni si lo había roto. Pero
Lance le había asegurado que lo haría y ella confiaba en él.
Y estaba lo del brazalete. Demi dejó de teclear al ordenador y lo
tocó. Era una joya hermosa. El único otro hombre que le había
regalado una joya había sido su padre, que le había comprado
unos pendientes con un diamante de un quilate cuando se había
graduado en el instituto.
Aquello era diferente. Aunque su cabeza le decía que tuviera
cuidado, su corazón iba a todo galope y Demi no se sentía capaz
de hacerse con las riendas. Todo se había salido de control... y
ella lo estaba disfrutando.
-Demi, ¿puedes venir a mi despacho?
Ella agarró su cuaderno de notas y se dirigió al despacho de
Joe. La jornada laboral había terminado hacía una hora y casi
todos los empleados se habían ido.
-¿Sí, Joe? -preguntó ella.
Demi se quedó petrificada al ver que había una cestita de picnic
sobre la mesa de él y una botella de vino abierta, enfriándose
dentro de un cubo de hielo.
-¿Quieres cenar conmigo?
-Supongo que mi jefe no se dará cuenta si falto de mi mesa unos
minutos.
-Ya he aclarado eso con tu jefe.
Demi cerró la puerta tras ella. No quería que sus compañeros de
trabajo los vieran. Su relación con Joe era demasiado privada
como para airearla a los cuatro vientos.
-Entonces, me encantaría acompañarte -dijo ella-. ¿Cómo has
planeado todo esto tú solo?
Joe le sirvió un vaso de vino blanco y se lo tendió.
-Yo también soy capaz de hacer cosas por mi cuenta.
-Lo sé. Es que...
-¿Qué?
-Debes de haberte esforzado bastante para darme esta
sorpresa... y no lo esperaba de ti.
-¿Por qué no? Me gusta darte sorpresas.
Demi no estaba acostumbrada a eso, ni a tener una relación, y
apenas sabía qué esperar. Había pasado de ser invisible a ser
mimada como una reina... y le resultaba abrumador.
-Gracias.
-De nada -repuso él-. Quiero que esta noche sea especial para ti.
Joe era todo lo que buscaba en un hombre, pensó Kate. Eso no
podía negarlo, por muy cauta que quisiera ser con él.
Sin pensarlo, Demi se puso de puntillas y lo besó. Había estado
esperando todo el día para hacerlo.
Joe la tomó entre sus brazos y la besó también.
-Trabajar juntos es una tortura.
-¿Por qué? -preguntó ella mientras Joe le acariciaba la espalda
y le colocaba la otra mano en el borde de la falda.
-Tenerte delante todo el día, queriendo quitarte esta faldita y
tumbarte sobre mi mesa... -dijo él y la besó en el cuello.
-¿Qué más te gustaría hacer? -inquirió ella, excitada por la
imagen que él acababa de describirle.
-Muchas cosas, Demi, pequeña. Pero lo que de veras quiero hacer
es lo que tú quieras hacer. ¿Cuál es tu fantasía?
-¿En la oficina?
-Podemos empezar aquí.
-Quítate la camisa -pidió Demi. Desde que habían empezado a
dormir juntos, había fantaseado muchas veces con entrar en su
despacho y encontrarlo con el torso desnudo.
-¿Que me quite la camisa?
Demi asintió.
Joe se desabotonó la camisa, rozando los pechos de ella con
los dedos. Demi se estremeció al sentir su contacto y se mordió
los labios para no pedirle más.
-Ahora quítate tú la tuya -dijo él.
-Eh... creí que era yo la que mandaba.
-Así es, pero necesito algún incentivo.
-Y si me quito la blusa...
-Prometo ser como un juguete en tus manos.
Demi se quitó la blusa por encima de la cabeza. Llevaba un
sujetador muy sexy que había comprado en la tienda de lencería
de Taylor. Era de encaje y se abrochaba delante.
-Muy bonito -observó Joe, acariciándole el torso, por encima
del esternón y entre las costillas, para detenerse en el ombligo y
en la cintura de la falda.
Joe posó la mano en el broche del sujetador y lo desabrochó.
Demi se quedó quieta, sintiéndose como si estuviera al borde de
un precipicio. El le tocó entre los pechos, sin quitarle la pieza de
lencería todavía. Y ella se sintió deseada... y perversa.
Despacio, Joe le recorrió el pecho con la punta de los dedos,
rozándole apenas los pezones. Ambos se endurecieron y ella se
estremeció de deseo.
Demi quería más. Necesitaba más. Su corazón latía a toda
velocidad, resonando en sus oídos. Recorrió el pecho de Joe
con la punta de las uñas, enredándolas en su vello.
Joe gimió con un sonido masculino y profundo. Entonces, se
apoyó sobre el escritorio.
-Soy todo tuyo, Demi.
Los músculos de él se tensaron al sentir el contacto de sus dedos
mientras lo acariciaba. Demi le rodeó los pezones con la yema de
los dedos, sin llegar a tocarlos, y siguió bajando hasta la cintura
de sus pantalones.
Joe le quitó el sujetador y dejó sus senos al descubierto. La
acercó contra su cuerpo hasta que los pezones de ella le rozaron
el pecho.
-Demi.
Ella se estremeció al oírle decir su nombre. Era lo que siempre
había querido de Joe. Que fuera suyo. Y, en ese momento,
Joe era suyo, al fin.
La erección de él la tocó en el vientre y Demi apretó los músculos
de la vagina, deseando que estuviera dentro. Pero era imposible
disfrutar más de su contacto con la falda puesta. Se la levantó,
pero no fue suficiente.
Joe la besó en el cuello y le mordisqueó la nuca. Ella tembló,
apretando los hombros de él con las manos, hundiéndose aún
más en su cuerpo.
Él encontró la cremallera de la falda. La bajó y deslizó las manos
por debajo de la tela, agarrándole los glúteos y urgiéndola a
montar sobre su erección. Casi al mismo tiempo, inclinó la cabeza
y le lamió y chupó uno de los pezones.
Demi estaba al borde del clímax. Se movió más deprisa contra la
erección de él y el orgasmo la recorrió como un tornado. Luego,
se dejó caer sobre el pecho de él. Joe la abrazó. Joe había
hecho realidad sus fantasías más secretas, convirtiéndose en un
hombre que la satisfacía por completo en el terreno sexual. Y
aquello era mucho más de lo que ella había esperado. Lo rodeó
con los brazos y apoyó la cabeza en su pecho, escuchando los
latidos de su corazón.
Aquello era más que una fantasía. Era amor, amor verdadero, y
Demi no sabía qué sería de ella si llegaba a su fin.
Joe nunca había visto nada tan hermoso como la pasión de
Demi. Era más de lo que él podía haber soñado. Su cambio de
aspecto le había mostrado la mujer que ella era en realidad y,
durante la última semana, él la había ayudado a darse cuenta de
la mujer que podía ser.
Tenía un cuerpo exquisito. También tenía sus imperfecciones,
pero a Joe le encantaban. Eran lo que la convertía en una
mujer real y no un ideal intocable. Era tan suave y tan femenina
que hacía aflorar en él su instinto protector, sus deseos de
resguardarla del mundo.
Joe le quitó los tirantes del sujetador. Ella tenía la piel
sonrojada por el orgasmo. Despacio, le acarició el torso, casi
temiendo creer que fuera suya.
Entonces, Joe le chupó los pezones. Le encantaban sus pechos
y nunca se cansaba de ellos.
-Lo siento -dijo ella en voz baja con el rostro sonrojado.
-¿Por qué?
-Por llegar al orgasmo sin ti.
Demi no podía ocultar su fragilidad y, por mucho que Joe se
esforzara en demostrarle que la deseaba, ella siempre parecía
tener dudas sobre sí misma, pensó él. La abrazó con fuerza y ella
cerró los ojos, ocultando la cabeza en el cuello de él.
Joe percibió en el cuello cada respiración de su amante. La
deseaba.
Su erección era tan grande que, quizá, llegaría al orgasmo sin ni
siquiera quitarse los pantalones. Pero quería esperar a que ella le
diera la señal. Aquél era el objetivo de la cena sorpresa que le
había preparado. Quería pasar tiempo a solas con ella, en un sitio
distinto de su casa, dándole a Joe la oportunidad de tomar las
riendas en su relación sexual.
Sintió cómo Demi le rozaba el cuello con la lengua, con suavidad,
y su erección se endureció aún más. Ella deslizó la mano por su
pecho y llegó hasta el cinturón. Se lo desabrochó v le bajó la
cremallera del pantalón.
Entonces, Demi introdujo la mano dentro de los calzoncillos de él
y lo acarició en toda su longitud. Los músculos de Joe se
tensaron y miró hacia abajo. Vio la pequeña mano de ella dentro
de sus pantalones, moviéndose con tanta ternura que tuvo que
apretar los dientes para no llegar al clímax en ese instante. Sin
embargo, quería estar dentro de ella la próxima vez que alguno
de los dos alcanzara el orgasmo.
Al mirarla, se dio cuenta de que Demi le sonreía. Joe se apartó
un poco y se tumbó sobre la manta de cachemira que había
llevado, pidiéndole que se tumbara a su lado. Ella dio un paso
hacia él, llevando puesto sólo unas diminutas braguitas de encaje
y los tacones.
-Me gustaría que pudieras verte ahora mismo. No volverías a
dudar de tu atractivo nunca más.
-Es por ti -repuso ella, sonriendo.
Joe se inclinó, la besó y se quitó los pantalones. Luego, ambos
de tumbaron y él se colocó sobre ella. Demi abrió las piernas y él
se posicionó entre sus muslos.
La húmeda calidez de Demi aumentó la excitación de su amante,
que la penetró sin pensarlo. Maldición, era tan agradable estar
dentro de ella, pensó él.
Joe quiso entrar dentro de ella desnudo por completo. Sin
embargo, antes habían hablado sobre el control de natalidad y
Demi le había dicho que no tomaba la píldora, así que tenían que
seguir utilizando preservativos.
-¿Puedes pasarme los pantalones, cariño?
Demi alargó la mano para agarrarlos. Ella misma le sacó el
preservativo del bolsillo y se lo tendió.
Joe se apartó un instante de ella y se puso de rodillas. La miró
y se dio cuenta de que Demi lo observaba. Tenía los ojos fijos en
su erección y eso hizo que él se endureciera aún más. Se puso el
preservativo con un solo movimiento y se volvió hacia ella.
-Date prisa, Joe. Te deseo mucho.
Era la primera vez que Demi le había rogado que la poseyera y él
no pudo resistirse. Ella abrió los brazos y las piernas, invitándolo
a su cuerpo. Joe se inclinó y frotó su erección contra el sexo de
ella. Movió su cuerpo para acariciarla, piel con piel.
Demi alargó la mano entre sus cuerpos y agarró la erección de él.
Joe se estremeció.
-No hagas eso, cariño, o terminaré enseguida.
-¿Sí? -preguntó ella, sonriendo.
Al ver la mirada maravillada de ella, Joe tuvo deseos de
abrazarla con más fuera. Demi era una amante deliciosa porque
disfrutaba mucho con el cuerpo de él y haciendo el amor.
-Sí.
Joe cambió de posición y le levantó los muslos, haciendo que
ella lo rodeara con sus piernas por la cintura. Ella lo acarició con
las manos y sus miradas se encontraron.
Joe sostuvo las caderas de ella y la penetró despacio, poco a
poco, en profundidad. Demi abrió los ojos cada vez más, al sentir
cada centímetro de él. Enseguida, lo agarró de las caderas,
atrayéndolo más hacia ella, con los ojos medio cerrados y la
cabeza hacia atrás.
Joe se agachó y mordisqueó uno de los pezones de ella, con
mucha suavidad. El vientre de Demi empezó a tensarse y movió
las caderas cada vez más rápido, pidiendo más. Pero Joe
mantuvo el ritmo lento, continuo, pues quería que ella llegara al
orgasmo antes que él.
Joe le chupó el pezón y rotó sus caderas para llegar al punto G
de su amante con cada arremetida. Demi enredó los dedos en el
pelo de él y echó la cabeza hacia atrás, mientras el orgasmo la
recorría.
Joe empezó a moverse más deprisa. Agarró a Demi de las
caderas para poder entrar con más profundidad en su cuerpo. El
interior de ella seguía siendo recorrido por espasmos de placer
cuando él explotó. La penetró dos veces más y se dejó caer sobre
ella. Con cuidado para no aplastarla con su peso, Joe se puso
de lado, llevándola con él, sin dejar de abrazarla.
Joe apoyó la cabeza entre los pechos de ella, al mismo tiempo
que le recorría la espalda con los dedos. Lo único que quería era
quedarse allí tumbado, abrazándola durante el resto de la noche.
Sin embargo, alguien llamó a la puerta de su despacho, haciendo
que ambos se pusieran de pie de un salto.

hola niñas les dejo este capi de esta nove qe casi va acabar nose si les comente qe era corta?
jajajaj bueno como sea cuando termine esta y Contract Compliance empezare una Niley con Nick el amigo de Joe en esta nove 
bueno espero os guste mil besos!!*♥

2 comentarios:

  1. hay dios como lo dejas ahi mori quien tocaria la puerta dios me vas a matar aaaaaaaaa

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  2. quien seraaa el que esta detras de la puerta?
    me encantoooooooooo
    vas hacer secuela pero niley?

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