-¿Y bien? -susurró Demi-. ¿Qué tal?
-Guarda las plantas y vámonos -musitó Miley con voz temblorosa-. Ha dicho que me enviará el resto de las cosas.
Tomó una de ellas y avanzó hacia las escaleras. Esperó a Demi en la acera, envuelta en una nube de emociones distintas e impaciente por alejarse de allí. Cuando vio salir a su amiga, corrió hacia la camioneta.
-¡Espera! -gritó Demi.
-¿Has visto eso? Está frío y distante. Y anoche se acostó tarde. ¿Qué crees que significa eso?
-No sé. ¿Qué?
-Que estuvo con una mujer. ¿No te has dado cuenta de lo satisfecho que parecía?
-Parecía dormido, como si acabara de salir de la cama.
-Exacto -Miley movió la cabeza-. Es evidente que ya ha olvidado todo lo que tuvimos juntos y seguido adelante.
-Eso no lo sabes. A lo mejor estuvo trabajando o viendo una película.
-¿Por qué lo defiendes?
Demi levantó las manos en un acto de rendición.
-No lo defiendo. Sólo digo que no debes sacar conclusiones precipitadas. He visto cómo te ha mirado.
-¿Y cómo me ha mirado?
-No te quitaba los ojos de encima, Miley. Te mira como un hombre enamorado.
Miley se volvió y siguió andando por la acera.
-No digas eso, no puedo dejarme llevar otra vez por esa fantasía. Tengo que seguir con mi vida y él tiene que seguir con la suya.
-¡Eh! ¿Adónde vas? El coche está aquí.
Miley se detuvo y volvió hacia el coche de su amiga.
-No quiero oír nada más, ¿entendido?
Se hizo la firma promesa de dejar de pensar en Nick en aquel mismo momento.
-¿Te vas a pasar el resto de tu vida en ese sofá? -preguntó Demi.
Miley levantó la vista.
-No. Sólo un mes o dos más más, hasta que se anime el trabajo.
Llevaba ya dos meses viviendo en casa de su amiga y durmiendo en el sofá. Los fines de semana iba a casa de sus padres para dejar intimidad a Joe y Demi, pero no podía soportar más de dos noches con su madre y solía a acabar de nuevo en el sofá el lunes por la noche.
-Si se anima -Demi se dejó caer en un sillón y puso los pies en la mesa de café-. Tenemos, que hablar de eso.
Miley se incorporó en el sofá.
-Lo sé. Empiezo a pensar que un negocio como el nuestro no puede sobrevivir sin trabajo de invierno.
-Supongo que podríamos colocarnos de dependientas -dijo su amiga-. O yo puedo trabajar en la empresa de Joe.
-¿Qué?
-La administrativa acaba de irse y Joe me ha pedido que ocupe su puesto. El sueldo no está mal -Demi se mordió el labio inferior-. Pero si no quieres, no aceptaré. Windy City Gardens era nuestro sueño y no quiero dejarlo hasta que no lo dejes tú.
-No -Miley apretó la mano a su amiga-. Ya es hora. Además, yo estaba pensando en irme hacia el sur a empezar de nuevo, buscar un sitio donde las plantas crezcan doce meses al año.
-¿Y Nick? -preguntó Demi.
-¿Qué pasa con él?
-Todavía lo quieres. Creo que siempre lo has querido.
-Eso no significa que tenga que seguir queriéndolo.
Demi miró su reloj.
-¿Llegas tarde a algún sitio? -preguntó Miley.
-No, es sólo...
Sonó el timbre de la puerta y Demi se puso en pie.
-Creo que debes peinarte y sacudirte esas migas del pijama -dijo.
-¿Por qué?
-Porque Nick está aquí.
-¿Qué?
-No te enfades. Llamó el otro día para decir que quería devolverte unas cosas y yo le dije que podía pasarse.
El timbre de la puerta volvió a sonar y Miley se puso en pie de un salto.
-No le dejes entrar.
-Yo creo que está enamorado de ti - dijo Demi-. Y sé que a ti te pasa lo mismo, pero los dos sois demasiado testarudos como para admitirlo.
-Tú lo conoces tan bien como yo y sabes que no es capaz de amar.
-¿Cómo lo sabes? Tú viviste un mes con él. ¿Se iba con otras mujeres o se quedaba toda la noche por ahí con sus amigos? ¿Te hizo sentir alguna vez que no podías confiar en él?
-No, pero eso no significa...
-¿Qué? Porque yo veo a un hombre que ha madurado mucho en seis años y puede estar preparado para aceptar un compromiso. Sugiero que entres al baño a peinarte y pintarte los labios mientras le abro.
Miley soltó un grito y sacó unos vaqueros y un jersey de la maleta que había en un rincón. Entró en el cuarto de baño, donde se lavó la cara y pasó los dedos por el pelo revuelto.
El corazón le latía con violencia, pero se esforzó por mantener la compostura. Hacía casi un mes que no veía a Nick, pero eso no le había impedido pensar en él.
Se vistió y se puso perfume en el cuello y las muñecas. Se sentó un momento en el borde de la bañera para tranquilizarse.
Demi llamó a la puerta con los nudillos y entró.
-¿Te vas a quedar aquí toda la noche?
-¿Qué aspecto tiene? ¿Parece con ganas de pelear o parece contento?
-Está muy guapo -declaró su amiga-. Si yo no estuviera casada, intentaría algo con él. Y parece ansioso por verte, así que sal ahí y habla con él. Y procura ser amable -Demi la empujó hacia la puerta.
Miley respiró hondo y entró en la sala de estar. Nick estaba cerca del sofá, de espaldas a ella.
-Hola.
Él se volvió al oírla.
-Hola.
Ella cruzó la estancia hasta el sofá, donde se sentaron los dos en silencio.
-¿Cómo estás?-preguntó Miley.
Nick estiró el brazo y le tomó la mano.
-Bien, ocupado con el trabajo.
-Yo también. Muy ocupada.
Nick respiró hondo.
-Te echo de menos, Miley. Creo que me acostumbré a tenerte en casa.
-¿Por mis maravillosas comidas y mi gran gusto para la decoración?
-Claro -declaró él-. Por eso y muchas más cosas. Y Thurgood también te echa de menos -le soltó la mano y tomó una bolsa que había dejado en la mesa de café-. Te he traído esto. Es tu cinta de Desayuno con diamantes. Estaba dentro del vídeo.
-Gracias. No la había echado de menos.
-Tengo algo más -dijo él-. Una especie de regalo de Navidad retrasado, aunque, como casi estamos en San Valentín, también puede ser por eso -le pasó la bolsa.
Miley miró en su interior, donde había un DVD de Desayuno con diamantes, otro de Vacaciones en Roma y otro de Sabrina.
-Recuerdo que te gustaban mucho las películas de Audrey Hepburn -dijo él-. También te he comprado un reproductor de DVD, está en el coche.
Miley le dio un beso en la mejilla.
-Gracias. Audrey Hepburn es mi favorita.
-Lo recuerdo.
Volvió a tomarle la mano y la acercó a su boca para besarle los dedos.
-¿Cómo te encuentras? -preguntó de nuevo.
-Bien -repitió ella-. Ocupada con el trabajo. Estoy buscando otro apartamento. Creo que Demi y Joe empiezan a cansarse de tenerme aquí.
Nick la miró sorprendido.
-Pensaba que querías mudarte.
-Eso también está todavía en el aire, no he tomado una decisión.
-Yo puedo ayudarte a buscar apartamento -se ofreció él-. Trabajamos con varias inmobiliarias. Cuando estés preparada...
-Te llamaré -terminó ella.
Él miró a su alrededor con nerviosismo.
-Supongo que debería irme. Sólo quería traerte esto y ver cómo estabas.
-Estoy bien.
Nick se levantó y echó a andar hacia la puerta, pero cambió de idea y volvió al sofá.
-Miley, sé que sigues enamorada de él y comprendo que te resulte difícil olvidarlo porque no creo que yo pueda olvidarte en mucho tiempo.
-Nick...
Él volvió a sentarse y colocó una mano en los labios de ella.
-No necesito explicaciones ni promesas. Sólo quiero decirte que tu felicidad es lo que más me importa en el mundo y si no puedes ser feliz conmigo, quiero que lo seas con ese otro hombre -entrelazó los dedos de ella con los suyos-. ¿Está casado? ¿Es por eso
por lo que no podéis estar juntos?
Miley negó con la cabeza. -No.
-Eso está bien.
-¿Por qué?
-Porque necesitas ir a él. Si no sabes dónde está, te ayudaré a buscarlo, pero tienes que decirle lo que sientes y que él te diga lo que siente. Hasta que no hagáis eso, no podrás seguir adelante con tu vida.
-¿Y si él siente lo mismo?
Nick se encogió de hombros.
-Pues tendré que aceptarlo. Pero espero que no sea así y que tú te des cuenta de que lo que tienes conmigo es mejor que nada de lo que puedas tener nunca con él.
-Yo sé dónde está -dijo ella-. Supongo que puedo ir a hablar con él.
-Eso está bien -Nick la miró a los ojos y ella pidió en su interior que la besara.
Cuando lo vio levantarse, intentó ocultar su decepción y lo acompañó a la puerta.
-Gracias por venir.
-Voy a traerte el DVD.
-No -dijo ella, decidida a qué ésa no fuera la última vez que se vieran-. Puedes hacerlo la próxima vez.
Nick sonrió.
-De acuerdo. Hasta la próxima vez - le apretó la mano y salió al pasillo. Miley cerró la puerta y se apoyó en la madera.
-¿Se ha ido? -preguntó Demi.
-Sí.
-¿Qué tal? ¿Habéis arreglado algo?
-No, pero por lo menos seguimos siendo amigos. Y supongo que, si quiero algo más, tendré que elegir entre Nick y el otro hombre de mi vida.
-¿Qué otro hombre?
Miley volvió al sofá.
-No hay otro.
Demi frunció el ceño.
-¿Me he perdido algo?
-Nick cree que estoy enamorada de otro desde la universidad. Al parecer, mi madre leyó mis diarios y le dijo a Nick que en la universidad estaba enamorada de un chico que respondía a las iniciales de P.E.
-Pero en la universidad estabas enamorada de él.
-Exacto. P.E. Príncipe Encantador. Yo lo llamaba así en mis diarios.
-Y Nick cree que estabas enamorada de...
-De otro. Y ahora quiere que lo busque y le diga lo que siento, porque no puedo avanzar con él hasta que deje atrás al otro.
-¿Y a cuál de los dos amas?
-A los dos. Al que conocía entonces y al que conozco ahora -Miley sintió que sus ojos se llenaban de lágrimas, pero no intentó contenerlas-. Lo quiero, pero creo que no me había dado cuenta hasta esta noche.
-¿Y me dejarás ser dama de honor? - preguntó Demi-. Y no me digas que tienes que preguntárselo a tu madre.
Miley sonrió entre lágrimas.
-Si me caso con Nick, creo que me fugaré con él a Las Vegas.
Demi la miró horrorizada.
-Si te casas en Las Vegas, tu madre no te lo perdonará nunca, y yo tampoco.
Miley se echó a reír y Demi la acompañó. Todo saldría bien. Por primera vez desde que empezara aquel lío, Miley creía que Nick y ella podían tener una oportunidad juntos. Sólo había que buscar el modo de que eso ocurriera.
Niñas esto es todo por hoy mañana subo de las demas noves Besitos!!
oooooowwwww amiga me encanto♥
ResponderEliminarse me hace que esta nove ya va a terminar aaahhhh
la amo
sube pronto la amo♥ C:
ohhh Miley alfin reacciono que salga corriendo tras de el q le grite q lo ama yo y mi imaginacion sube pronto cuidate
ResponderEliminarwow por finnn
ResponderEliminarse estaa dando cuenta miley
que nick realmente la ama..