jueves, 2 de febrero de 2012

A son to the magnate "Niley" cap.4


—Bueno, Liam no tiene por qué enterarse... —comentó.
Hope suspiró, aliviada.
—Mira, Miles, si no te presentas y te casas con ese ruso, tendré que devolver el dinero y no lo tengo. ¿Crees que un hombre como Nick Antonovich va a permitir que le engañe?
—¿Nick Antonovich? ¿El multimillonario ruso? —preguntó Miley, consternada—.Por Dios, pero si siempre está rodeado de actrices y supermodelos... ¿Por qué querría pagar a una desconocida para que se case con él?
—Porque estuvo casado y no salió bien. Esta vez quiere un matrimonio de conveniencia, con todo atado y bien atado —explicó—. Pero no sé nada más... sólo sé lo que me dijo el abogado. Comentó que no deja de ser una simple oferta de
empleo; tal vez extraña, pero una oferta de trabajo en cualquier caso.
—¿Un trabajo? —dijo Miley, mirándola con desaprobación.
—Si te casas con Antonovich, yo podré casarme con Liam, nos quedaremos el dinero y mamá volverá a ser la de ames. El ruso no me ha visto todavía, de modo que no puede saber que no eres la mujer que eligió...
—Eso no importa, Hope. Esto es una locura. Por muchas razones que me des, no puedo aceptar.
—Presenté la instancia con tu nombre —le recordó—. Si incumples el contrato, los abogados de Antonovich no me denunciarán a mí, sino a ti.
Miley no perdía la calma con facilidad, pero estalló.
—¡Me da igual lo que hicieras! ¡Yo no firmé ningún contrato!
—Es lo mismo, porque puse tu firma —le informó—. Lo siento, pero estás metida en esto hasta el cuello. Además, puedes tomártelo como si te hubiera tocado la lotería... nunca devolverías el premio. Y no hay otra forma de salvar la casa de mamá. Ningún banco nos concedería un crédito.
—Y aunque nos lo concediera, mamá no podría pagarlo —puntualizó—. Ya no queda nada que podamos vender.
Los pocos muebles y joyas valiosas de la familia se habían vendido para intentar sostener las finanzas de su madre. En cuanto a la casa, estaba hipotecada desde que Tish la utilizó para conseguir la suma necesaria para abrir una tienda en el pueblo: ahora la casa estaba en venta, pero los tiempos eran difíciles y nadie la compraba.
En el silencio incómodo que siguió. Miley se levantó del asiento.
—Está lloviendo. Le prometí a mamá que iría a buscarla si empezaba a llover — declaró.

Salió de la casa, se subió al coche destartalado de su madre y arrancó. Cuando aparcó el vehículo delante de la tienda, vio que una morena muy atractiva salía del establecimiento con un paraguas amarillo. Al reconocerla, le saltaron todas las alarmas. Era Maggie Lines, la novia de su padre. Caminó a toda prisa hasta la puerta y entró.
—¿Qué estaba haciendo esa mujer aquí?
Su madre tenía los ojos llorosos. Le temblaban las manos y estaba muy tensa.
—Ha venido a hablar conmigo. Me ha dicho que no se atrevía a pasar por casa... pero al menos ha tenido la delicadeza de esperar a la hora de cierre.
Miley maldijo para sus adentros la cortesía de Tish. Le parecía increíble que fuera tan amable con Maggie.
—No tienes por qué hablar con ella. Es asunto de papá, no tuyo, y debería mantenerse bien lejos de lo que no le concierne.
—Ha dicho que nuestra disputa legal sólo servirá para que los abogados nos cobren más a todos —murmuró.
—¿Eso ha dicho? ¿Y qué quería exactamente?
—Dinero. Lo que todavía lo debo a tu padre —respondió—. Y me temo que tiene razón... el tiene derecho a una parte de la tienda y de la casa. Pero, ¿qué puedo hacer? No me queda nada.
—No tenía que venir a verte. No has debido hablar con ella.
—No te preocupes; es una joven muy decidida, pero no me asusta. Sin embargo, preferiría que no te involucraras en esto. Es posible que tu padre se case con Maggie y que funde una familia con ella... si tomas partido ahora, te complicarás la vida más tarde.
Miley la tomó de la mano.
—Mamá, yo te adoro. Odio verte en esta situación.
Tish Barlett le dedicó una sonrisa.
—Ya lo superaré: seguiré adelante con mi vida, como Maggie dice. Pero ahora no puedo, Miley. Sigo enamorada de él, y eso es lo peor de todo, que no puedo cambiar mis sentimientos.
Miley abrazó a su madre. Aquella situación era profundamente injusta para todos.
Añoraba los tiempos felices, cuando estaban juntos.
—Tengo buenas noticias, mamá.
—¿Buenas noticias?
—Hope ha vuelto a casa y me ha dicho que se va a casar.
Tish la miró con asombro.
—¿En serio?
—Sí. Además, se nos ha ocurrido una forma de conseguir el dinero que necesitamos. Ya no tendrás que vender la casa.
—No es posible...
—Lo es. A veces se producen milagros, mamá.
Miley se quedó perpleja ante su propio atrevimiento. Siempre había sido la hermana sensata, la que nunca se arriesgaba ni hacía cosas impulsivas, y ahora estaba mintiendo a su madre; pero la familia era lo primero y debía hacer algo por ayudar. Todavía no estaba convencida de que Nick Antonovich fuera la solución, pero empezaba a considerar seriamente la posibilidad.
Minutos después de que saliera de la tienda, su hermana la ayudó a tomar una decisión. Miley estaba preparando la cena en la cocina cuando se acercó a ella y le susurró al oído:
—He recibido una llamada del abogado del ruso mientras estabas fuera. Antonovich ha decidido conocerme antes de la boda... ¿Qué vas a hacer, Miley? No podemos
esperar más.
Miley pensó en el niño que Hope llevaba en su vientre y supo que, si ella no
aceptaba el trato, tendría que abortar.
No podía causarle ese dolor a su propia hermana, ni complicar o tal vez arruinar su relación con Liam. Aún recordaba lo mal que lo había pasado ella misma cuando se
enamoró en secreto de Justin, uno de los novios de Hope. Desde entonces, todas sus relaciones amorosas habían sido un desastre; no sabía tratar a los hombres y se pasaba la vida sola.
Debía tomar una decisión: aceptar el matrimonio con Nick Antonovich, que atentaba contra todos sus principios, o dejar en la estacada a Hopé y renunciar a la única posibilidad de salvar a Tish; porque el dinero no le devolvería a su marido, pero la ayudaría a superar la pérdida y a mantener la casa y el negocio, tan necesarios para su futuro.
No tenía más remedio que aceptar. Casarse con un desconocido seria todo un reto, pero el sacrificio merecía la pena.
Por fin, tomó la decisión y le dio a Hope la respuesta que quería escuchar.
—Me casaré con él.





1 comentario:

  1. JAJAJA YO SI FUERA MILEY LO ACEPTO CON TODAS LAS GANAS JAJAJA ME ENCANTO EL CAPI ESTUVO GENIAL! SEGUILA! Y BESOTOTOTOTOTOTOTOTOTOTESSSSS!!! JAJA

    ResponderEliminar