LEGALLY MARRIED "JEMI" cap.21

Tres margaritas más tarde, Demi se echó un poco de agua fría en la cara en el pequeño cuarto de baño de su apartamento. Miley y ella llevaban más de media hora riéndose sin parar y ya casi no podía contener las lágrimas. Que Joe la hubiera engañado como a una tonta no parecía tener importancia. Se había enamorado de él de pies a cabeza y, por mucho que tratara de engañarse a sí
misma, no podía evitar echar de menos al hombre que había conocido en Serenity Island. Se secó la cara, se peinó un poco el cabello y trató de recomponer sus emociones. Quería beber hasta perder la consciencia, pero ya era hora de dejar de regodearse en la miseria. Su carrera en Nueva York había terminado.
Por lo menos aún tenía las maletas hechas.
Una lágrima solitaria se deslizó por su mejilla. Se la secó con impaciencia y salió del cuarto de baño con paso decidido. Pasó por delante del dormitorio y siguió hacia el salón.
Al llegar a la puerta se detuvo en seco.
Joe estaba allí, impresionante y sexy.
Demi se quedó de piedra, boquiabierta. Estaba demasiado sorprendida como para ponerse furiosa, demasiado aturdida como para llorar…
–Hola, Demi.
–¿Eh? –le dijo ella, algo confusa todavía.
–Vine a disculparme.
–¿Dónde está Miley? –preguntó, mirando a su alrededor–. ¿Cómo has…?
–Miley se fue con Nick.
Demi sacudió un poco la cabeza para ver si era una alucinación. Pero no. Él realmente estaba allí.
–¿Y por qué iba a hacer eso?
–Él la secuestró. Creo que no la verás durante unos días.
–No puede hacer eso.
–Eso le dije yo, pero creo que a esos dos no les importan mucho las reglas.
–Miley es abogada.
Joe pensó en ello un momento.
–Sí –admitió–. A lo mejor Nick tiene algún problema que otro cuando la traiga de vuelta.
–¿Es una broma? –preguntó Demi, pensando que Miley podía salir de su escondite en cualquier momento.
En lugar de contestar, Joe dio un paso adelante.
El corazón de Demi se aceleró.
–Se fue en mi yate –dijo él, todavía avanzando hacia ella y taladrándola con la mirada.
–¿Entonces eres cómplice de un secuestro? –exclamó Demi. Todavía no podía creerse que estuviera allí.
–Nick me dijo que como ella quería un pirata, le iba a dar uno.
–¿Es por eso que estás aquí? ¿Para ayudar a Nick?
–No.
–¿Por qué entonces?
–Porque tengo algo para ti.
–Espero que sea un cheque importante –le dijo. Él todavía no tenía por qué saber que había abandonado el proyecto.
–En realidad, sí lo es.
–Bien –dijo ella, asintiendo con la cabeza, fingiendo indiferencia.
–Setenta y cinco millones.
Demi necesitó unos segundos para asimilarlo.
–¿Qué? –exclamó, dando un paso atrás.
–Vendí un barco.
–¿Qué?
–Te estoy dando setenta y cinco millones de dólares para el proyecto.
Demi parpadeó varias veces.
–Pero ésa no es la verdadera razón por la que estoy aquí.
De repente una chispa de esperanza la iluminó por dentro, pero ella no se dejó engañar. No podía confiar en él. Había aprendido la lección, por las malas,una y otra vez.
–He venido a darte esto. No es mucho –dijo él, entregándole un sobre.
Mirándole con ojos incrédulos, Demi levantó la solapa del sobre y sacó una vieja fotografía. En ella aparecía una pareja de unos veintitantos años con una niña castaña, en la playa. La reseña decía…
Los turistas disfrutan de las celebraciones del Cuatro de Julio.
Demi no entendía nada.
–Phillipe y Aimee Lovato –dijo Joe suavemente y Demi sintió que se le paraba el corazón–. Fue todo lo que pude conseguir. Hubo un incendio en su casa en el año 1983. Tus abuelos murieron, pero los detectives encontraron esa foto en los archivos de un periódico de Nueva Jersey. La niña pequeña es tu madre.
Demi se quedó sin palabras.
¿Sus abuelos? ¿Joe había encontrado a sus abuelos? ¿Los había buscado?
Casi de forma involuntaria, sus dedos apretaron la foto con fuerza, y entonces
perdió un poco el equilibrio.
Joe le puso una mano en el hombro para ayudarla a mantenerse en pie.
–Me he tomado tres margaritas –le dijo ella, avergonzada.
–Ahora entiendo por qué Miley se fue como si nada.
–¿Cómo? ¿Dónde? –dijo Demi, totalmente confundida.
¿Por qué había hecho algo así?
–Contraté a unos cuantos investigadores. Empezaron a buscar la semana pasada. Cuando me lo dijiste, no pude soportar el dolor que había en tus ojos –le
dijo, apretándole el hombro.
Demi sintió un nudo en la garganta. Su pecho ardía de emoción.
–¿Y cómo voy a odiarte ahora? –le dijo con un hilo de voz.
Él respiró hondo y cerró los ojos un instante.
–No vas a odiarme –le dijo, apartándole el pelo de la frente.
Su mano se quedó allí, tocándole el cabello, desencadenando un cosquilleo que la hacía estremecer. Pero no podía confiar en él. No confiaba en él.
Él deslizó la mano hasta su mejilla, le sujetó el rostro y la miró a los ojos.
Demi vio una expresión en ellos que era fácil de reconocer, fácil de amar...

Bueno de esta nove solo subire este capi por qe el proximo es el final espero os haya gustado besos!!!