—¿Te encuentras bien? —Nick frunció el ceño con preocupación e intentó entrar en el cuarto de baño, pero ella hizo gestos desesperados para que se mantuviera a
distancia.—Mira, voy a llamar a un médico —continuó él—. Puede que te hayas resfriado.
—No necesito un médico —protestó.
La voz de Miley sonó extrañamente aguda porque cada día que pasaba estaba más nerviosa. La regla tendría que haberle llegado una semana antes, sus pechos estaban hinchados y sentía náuseas que la asaltaban en cualquier momento del día o de la noche. Los síntomas eran tan aparentemente claros que ya había llegado a una conclusión.
Nick hizo caso omiso de sus objeciones. Sacó el teléfono, llamó a un médico y le pidió que se presentara inmediatamente en el yate.
Después, miró a Floyd, el perrito que estaba entre sus piernas y lo acarició.
Habían pasado tres semanas desde que Miley fue a tierra firme y encontró al perrito, que había metido una pata en la reja de una alcantarilla y se la había roto.
Antes de que pudiera evitarlo, corrió hacia el animal y lo sacó de allí. Lo llevaron a un veterinario, que lo vacunó y tuvo que amputarle la pata porque no se podía hacer nada al respecto; y como era un perro vagabundo y no pertenecía al yate, se lo llevaron con ellos.
Nick apartó a Floyd para poder tomar en brazos a su esposa y llevarla al camarote, a pesar de sus protestas.
—Túmbate aquí, angil moy —dijo él—. ¡Y deja de ser tan obstinada! Estás enferma y tienes que descansar.
A pesar de las protestas, Miley se alegró de poder descansar un rato. Nick se quedó con ella y la miró, sinceramente preocupado; tenía la impresión de que había
—Siento causarte tantas molestias —dijo ella, haciendo un esfuerzo por hablar—.
Seguro que tu anterior luna de miel no resultó tan problemática.
—¿Que no? Delta se pasó paso todo el tiempo borracha o con resaca, y se quedaba en la cama hasta la noche —respondió él con desagrado—. Tus problemas ocasionales son muy poca cosa en comparación.
Miley se apoyó en los codos para mirarlo,
—¿No sabías que bebía demasiado cuando te casaste con ella?
—No me di cuenta. Yo tenía veintidós años y me tomé el matrimonio como un juego. A ella sólo le interesaba divertirse y yo acabé harto antes de que acabara la
luna de miel.
—Sí, ya me lo imagino —murmuró.
—Tu adición al chocolate es bastante más agradable que su alcoholismo... —dijo él,sonriendo.
El médico apareció en menos de una hora, y aunque Nick quiso quedarse en el camarote, ella le pidió que se marchara.
Cuando ya estaba a solas con el doctor, le dijo que creía estar embarazada, pero que prefería mantenerlo en secreto. El hombre la examinó detenidamente y confirmó sus sospechas, Miley ya sabía lo que le iba a decir, pero la certeza de que se había quedado embarazada de Nick la afectó mucho.
Nick apareció minutos después de que el médico se marchara.
—Me ha dicho que no te pasa nada malo, que los síntomas desaparecerán en unos días —comentó al entrar en el camarote— ¿No debería haberte recetado algo?
—No, no estoy tan enferma. Creo que es simple cansancio —respondió ella, que corrió a cambiar de tema—. Floyd es tan cariñoso... ¿verdad? Le encanta que lo mimen. Seguro que nunca le habían prestado tanta atención.
Nick miró al perrito y sonrió. Miley parecía más preocupada por el estado del animal que por su propia salud.
—Quédate en la cama y duerme un poco.
Él se marchó con el perro y Miley se quedó pensando en su embarazo.
bueno chicas aqiles dejo otros capis mas de esta nove qe esta llegando a su Fin
=(
espero les gusten tanto como ami =D
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