miércoles, 1 de febrero de 2012

A son to the magnate "Niley" cap.3


Hope respondió con expresión desafiante a la mirada fija de su hermana, —Tú eres la que tiene título universitario, y necesitaba uno para reunir los criterios de la instancia... pero naturalmente, también tuve que poner tu nombre: si hubiera puesto el mío y lo hubieran comprobado, habrían sabido que lo del título era mentira.
Miley no salía de su asombro.
—Pero es un fraude...
—Llámalo como quieras —comentó con indiferencia—. Pensé que merecía la pena y decidí probar, pero luego he empezado a salir con una persona.
—¿Estás saliendo con alguien?
Miley lo preguntó con tanta sorpresa como alegría. La muerte de Justin, su novio, que había fallecido en el mismo accidente que su hermano, la había amargado hasta el extremo de que no había vuelto a salir con ningún hombre. Miley comprendió perfectamente su reacción porque ella también lo quería mucho; Justin era el hijo de sus vecinos y había llegado a ser un miembro más de la familia.
—¿Que si estoy saliendo con alguien? Si no te hubieras fijado tanto en mi abrigo, habrías notado lo que llevo en el dedo.
Su hermana estiró un brazo y le enseñó un anillo con un rubí y un diamante. Por lo visto, se había comprometido.
—¿Te vas a casar?
—Y estoy embarazada,
—¿Embarazada?
Miley miró el vientre de su hermana, pero no mostraba ningún síntoma de embarazo. Seguía tan liso como siempre.
—¿Y me lo dices ahora? —continuó.
Hope hizo una mueca.
—Ya te he dicho que es complicado —se defendió—. Eché la instancia para ese trabajo y no quería que Liam lo supiera...
—¿Liam?
—Sí, así se llama. Y es un buen partido... un hacendado —contestó—. Les caigo muy bien a todos sus familiares, pero ninguno de ellos entendería que haya aceptado ese trabajo... ni que haya aceptado todo ese dinero con esas condiciones.
Miley frunció el ceño.
—¿De qué diablos me estás hablando, Hope? ¿Qué trabajo es ése? ¿Qué has hecho? ¿De qué dinero hablas?
Hope se sentó a la mesa de la cocina.
—Nunca pensé que lo conseguiría. Presenté la instancia por simple curiosidad... y bien pensado, ni siquiera se puede decir que sea un trabajo.
Miley se sentó en la silla opuesta.
—Pues si no es un trabajo, ¿qué es? No me digas que has hecho algo... inmoral — declaró, asustada.
—Antes de que te conteste, piensa la importancia que tiene ese dinero para mamá. Era su única esperanza, la única solución.
—Dímelo de una vez —ordenó.
—Acepté casarme con un multimillonario ruso.
—¿Cómo?¿Por qué pagaría un hombre por eso? Además, un multimillonario ruso no ofrecería el matrimonio a una don nadie.
—Ese tipo estableció todo como en un negocio, con un contrato, pago por adelantado y un acuerdo de divorcio tras la conclusión del servicio. Buscaba una inglesa atractiva con carrera, así que me ofrecí. Hasta estuve a punto de decirle a
sus abogados que conmigo podían tener dos por el precio de una —bromeó. A Miley no le hizo ninguna gracia.
—Veamos si lo he entendido bien... has aceptado casarte con un hombre por dinero —afirmó.
—¿Por dinero? No. Miley, lo he hecho por mamá —puntualizó—. Si no fuera por ella, jamás lo habría aceptado.
Miley, tensa, pensó en la explicación de su hermana. Todo lo que Hope había hecho últimamente, desde dejar su trabajo de bibliotecaria en Londres hasta ir a casa para ayudar, lo había hecho por su madre, Tish Barlett. Las dos la adoraban, pero había caído en una depresión profunda y sólo era una sombra de la mujer encantadora, atenta y enérgica del pasado.
Desgraciadamente, las buenas intenciones de las gemelas se habían visto frustradas durante dos años por una serie de acontecimientos desastrosos. Primero, la muerte de Trace, su hermano, y del novio de Hope, Justin, en un accidente de tráfico: después, cuando empezaban a superarlo a duras penas, el diagnóstico de cáncer de su padre. Tish había sido una roca para toda la familia. El tratamiento del cáncer era difícil y problemático, pero no había permitido que ni sus hijas ni su esposo cayeran en la
desesperación. No podía imaginar que unos meses después, el hombre con quien había estado casada treinta años se marcharía con una mujer mucho más joven.
Había sido una experiencia muy traumática, incluso para la propia Miley. Siempre había creído que su padre era un hombre honrado, pero a pesar de ser contable y
de tener un buen sueldo, reclamó a Tish su parte de la casa y de la tienda que llevaba su madre. Una actitud difícilmente excusable, porque la casa la había heredado ella de sus padres y la tienda la llevaba ella sola.
Ahora, sus padres no se hablaban y ellas estaban atrapadas entre dos fuegos.
—Devuelve el dinero —declaró con vehemencia—. No puedes casarte con un hombre al que ni siquiera conoces.
—No, claro que ya no puedo casarme con él. ¡Estoy embarazada de Liam! Y por si fuera poco, quiere que nos casemos antes de dos semanas.
Miley no se llevó ninguna sorpresa con la declaración de su hermana. Hope siempre hacía las cosas así, deprisa y corriendo: que se hubiera enamorado, se hubiera quedado embarazada y tuviera intención de casarse de inmediato entraba dentro de lo normal No tenía paciencia. Y si el sentido común se interponía entre sus objetivos y ella, lo desestimaba.
—Sólo hay una solución. Tienes que casarte con el ruso, Miley: porque si no te casas, no tendré más remedio que abortar.
Miley se levantó de la silla, espantada.
—¿Pero qué estás diciendo? ¿Que yo me case con ese hombre? Eso no tiene ni pies ni cabeza... ¿Y qué es eso de abortar? ¿Es que no quieres tener el niño?
Hope miró a su hermana con cierta exasperación.
—Por supuesto que quiero tenerlo —respondió—, pero no tengo elección... firmé un contrato legal y acepté una cantidad enorme de dinero. Me lo he gastado casi todo
y ya no lo puedo devolver. ¿Qué quieres que haga?
Miley se quedó anonadada.
—¿Que te lo has gastado?
—La mayor parle, en mamá. Bueno, es verdad que también me compré el coche y unas cuantas cosas, pero pensé que me lo merecía por hacer el sacrificio de casarme con un desconocido. Y no me mires de esa forma... ¡Soy yo quien se ha sacrificado por ella! ¡No tú!
—Hope...
—No, no, déjame hablar. ¿Qué has estado haciendo tú durante todos estos meses? ¿Lamentarte y comprobar los resguardos del banco? Teníamos que hacer algo, así que no te atrevas a echarme en cara que quisiera casarme con ese hombre para solventar el problema. ¡Necesitábamos dinero! ¡Un montón de dinero!
Cuánto más levantaba la voz Hope, más pálida se quedaba Miley, que dijo:
—No te lo estoy echando en cara. Tienes razón. Necesitábamos mucho dinero... has
sido muy valiente al aceptar ese trato. Yo no habría podido. No tengo tanto valor como tú.
—Entonces, ¿a qué viene esto? ¿Es por Liam? ¿Crees que no merezco ser feliz? — preguntó.
—Claro que lo mereces, 
—Cuando Justin murió, pensé que no volvería a encontrar la felicidad. Deseaba haber muerto con ellos en ese coche, Miley... —le confesó, con voz quebrada por la
emoción—. Pero he conocido a Liam y todo ha cambiado de repente. Lo amo, quiero casarme con él y quiero tener ese niño. He recuperado mi vida y quiero disfrutar de ella.
Emocionada por las palabras de su hermana, Miley la tomó de la mano y se la apretó con afecto.
—Claro que sí. Claro que sí...
—Sin embargo, Liam no querrá saber nada de mí si descubre que firmé ese contrato —continuó Hope, al borde de las lágrimas—. No lo entendería nunca. Pensaría que soy una especie de ramera... Es un hombre maravilloso, pero también muy conservador.
De repente, Miley se sintió como si hubieran vuelto al pasado. De niñas, Hope se
metía constantemente en líos y ella siempre tenía que sacarla de ellos. Más de una vez había cargado con sus culpas, y aunque fuera la menos atrevida de las dos,
también era la más fuerte y la menos propensa a desesperarse cuando las cosas iban mal. Hope podía resultar sorprendentemente frágil...



Un capitulo mas de la nueva nove ya esta empezando a entenderse un pokito jajajaja creo, bueno espero les haya gustado...

1 comentario:

  1. POBRE MILEY QUE LIOS QUE ARMO HOPE xD JAJAJA ME ENCANTO EL CAPI! ESTA NOVE CADA VEZ ESTA MAS BUENA , SEGUILA! JAJA , BESOTES

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