–Tuve otro hijo, Colton. Y una esposa, Elise.
Ella lo miró, perpleja. ¿Había estado casado? Ashley no le había dicho nada.
–¿Qué pasó? –logró preguntar cuando pudo encontrar su voz.
–Los perdí a los dos en un accidente. Colton era un bebé, el bebé más precioso del mundo. Y Elise era… adorable, joven, llena de vida. Y una madre maravillosa.
Había tal dolor en su voz que a Miley se le encogió el corazón.
–Podría haber soportado que fuera una niña –siguió él–. Incluso estaba deseándolo. Pero un hijo… es que como si estuviera reemplazando a Colton.
Miley lo miró, boquiabierta. Querría negar que tener otro hijo significara reemplazar al que había perdido, pero permaneció en silencio. Tal vez no tenía sentido para ella pero, a juzgar por el brillo atormentado en los ojos de Nick, estaba claro que él lo creía.
¿Y cómo iba a discutir sobre algo tan trágico? Pero cuando miró hacia abajo sintió el abrumador deseo de proteger a su hijo. Le dolía en el alma que Nick estuviera sufriendo, pero no estaba dispuesta a permitir que su hijo pagara por algo de lo que no tenía culpa.
–¿Piensas negarle tu cariño a nuestro hijo porque ha tenido la mala fortuna de no ser del sexo que esperabas? –Yo no he dicho eso.
–Pero nada de lo que dices me deja claro que no sea así.
Nick se pasó una mano por el pelo.
–Lo estoy intentando, Miley. Tú sabes que yo no quería esto.
–Sí, lo sé, lo has dejado claro muchas veces. No me quieres a mí y tampoco quieres a nuestro hijo. ¿Pero sabes una cosa? Ninguno de los dos puede hacer nada. No es culpa del bebé que sus padres sean dos idiotas que no se dieron cuenta de que el preservativo se había roto.
Pero la verdad es que yo no lo lamento. Quiero a este niño. Si tú estás dispuesto a seguir en el pasado y a negarte a ti mismo el milagro de este hijo, es tu problema. Pero yo estoy harta.
Luego se dio la vuelta y tomó su bolso. No sabía si John estaba esperando y le daba igual. Tomaría un taxi si el coche no estaba en la puerta.
–¡Miley!
Ella cerró de un portazo.
Qué tonta era, pensó. Se había acostado con él incluso después de que saliera corriendo de la consulta del ginecólogo. Nick había dejado claro desde el principio que no quería saber nada de compromisos y, sin embargo, ella había aceptado seguir viéndolo, como si estuviera convencida de que iba a curarlo de su soledad, de su tristeza. Como si pudiese hacerlo cambiar.
–¡Maldita sea! ¿Dónde vas? –lo oyó gritar.
Miley sacó el móvil del bolso con intención de llamar a Demi, pero Nick la había seguido en el coche.
–Sube ahora mismo. Esto es absurdo.
–Lo que sería absurdo es que me quedase aquí un minuto más. Me voy a casa de Demi, no te preocupes por mí.
Nick bajó del coche y la tomó del brazo.
–Al menos deja que te lleve a su casa. No quiero que vayas andando, es de noche y esta es una zona muy solitaria.
–Mientras prometas llevarme…
–Sube –dijo él.
Miley subió al coche, pero se quedó mirando por la ventanilla, sin volver la cabeza.
–No digas nada, Nick –lo interrumpió cuando iba a decir algo–. No quiero escucharlo.
Miley saltó del coche casi antes de que hubiera frenado y, al ver a Demi en la puerta, Nick decidió volver a su casa.
–¿Qué ocurre? –le preguntó su amiga.
–Necesito dormir aquí esta noche –respondió ella, con los ojos llenos de lágrimas.
–Mira, Joe, sé que es tu amigo, pero es imposible –se quejó Miley.
Joe le pasó un vaso con zumo, mirándola con simpatía.
–Es un cabezota, cariño, siempre lo ha sido.
Demi la abrazó entonces… o, al menos, todo lo que pudo con su abultado abdomen.
Demi tenía un marido que la quería y Joe estaba como loco por la llegada de su hijo.
–No me puedo creer que se haya puesto así porque vamos a tener un niño.
–Es increíble, desde luego –asintió Demi.
Joe miró de una a otra. Una mujer embarazada era más que suficiente… ¿pero dos?
–Sé que ha debido sufrir mucho y supongo que debería consolarlo,
pero no puedo hacerlo –siguió–. No puedo soportar que no quiera a este niño.
–No es eso –dijo Joe–. Además, compasión es lo último que Nick necesita. Es hora de que rehaga su vida y deje de pensar en el pasado.
Ella asintió con la cabeza.
–Sé que puede parecer una crueldad y se me rompe el corazón al verlo tan triste, pero no puedo seguir con esto. ¿Cómo se sentirá nuestro hijo al saber que su padre lo rechazó porque temía estar reemplazando al hijo que perdió?
– Estás protegiendo a tu bebé –dijo Demi–. No tienes por qué disculparte.
–Es lógico que Nick sufra por la muerte de su familia, pero no se da cuenta de que esta es una segunda oportunidad. Este niño no reemplazará a Colton, ningún niño podría hacer eso. Pero no sé cómo convencerlo… Estoy cansada de fingir que me conformo con esta relación superficial. Nunca seré feliz con un hombre que solo me ofrece una parte de sí mismo.
Demi la abrazó de nuevo y Miley apoyó la cabeza en el hombro de su amiga.
–Puede que no lo sepa, pero yo creo que eres lo mejor que le ha pasado a Nick en mucho tiempo –dijo Joe.
–Estoy de acuerdo –dijo ella.
–Yo también –anunció Demi.
–Pero he vuelto a acostarme con él. Esta noche, después de que me dejase tirada en la clínica. Seré boba… Después de tan espectacular demostración de apoyo, yo voy y me acuesto con él –Miley dejó escapar un suspiro–. Alguien tiene que encerrarme en mi casa por mi propio bien.
Joe se aclaró la garganta.
–Creo que lo mejor será dejaros solas un rato. Si necesitáis algo, llamadme.
–Soy tonta, Dems –siguió Miley–. Y Nick es tonto. Los dos somos tontos y yo sigo enamorada de él.
Demi sonrió.
–A veces uno no puede evitar amar a alguien. No sabes las veces que yo deseé no amar a Joe con todo mi corazón.
–Al principio fue un idiota, es verdad. Imagino que eso es lo que me dio esperanzas con Nick. Pensé que cambiaría de actitud, pero… nada, soy tonta.
–¡No eres tonta! Eres valiente, lista y yo te quiero mucho.
Miley sonrió.
–Yo también. Perdona que haya aparecido sin avisar.
–No hay nada que perdonar. ¿Cuántas veces tuviste que soportarme tú llorando toda la noche? –Sí, es verdad, pero al final todo salió bien para vosotros y no creo que eso vaya a ser así con Nick. Parece acostumbrado a su dolor, como si no quisiera escapar de él.
–Seguro que todo se arregla.
–Sí, claro. Tú no estás enamorada de Nick. Tú no tienes que enfrentarte a un futuro atada a él, pero relegada a no ser nadie en su vida –Miley tuvo que contener un sollozo–. Estoy empezando a entender por qué algunas mujeres nunca le cuentan al padre de su hijo que están embarazadas.
–Has hecho lo que debías –dijo Demi–. Y todo saldrá bien, ya lo verás. Tienes que creerlo, cariño. Nick cambiará de opinión… mirará a su hijo y se volverá loco.
–Espero que tengas razón.
chicas aki les dejo estas dos noves solo me falta una mañana la subo
todo lo que ha pasado en este tiempo que no estuve
aaww wedding bells no lo superare nunca♥
las amo niñas bellas ya las extrañaba besitos!!!
capis dedicados a todas!!!
amigaaa ya lei esta nove´
ResponderEliminarme encantaron aunqe quiero saber qe tiene nick em el cerebro es tonto o se hace?!!
cualquier parecido con la relidad ... es por qe si lo es!!
nick en un tonto con miley en la vida real y la ficcion!!]quiero matarlo okno._.
pero me estresa qe sea asi!!
bueno amiga ya me desahoge jiiji
te amodoro besitos cuidate amiga C:
wow me encantooooooooooooooooooooo}
ResponderEliminarsihuela poorfaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
aaww me encantooooo linda tienes que seguirla que es mi nove preferida!
ResponderEliminarEstupendaaaaa!!!!!! Jooo te juro que me encantan tus noves!!!!!!!!
ResponderEliminarSoy tu fan xDD
Cúidate, besis, bye c:
Sube pronto porfass!!!!