domingo, 14 de octubre de 2012

A Great Love FINAL


La boca de Kevin cubrió la suya cuando sus dedos traspasaron la última frontera. Sintió un ligero dolor y gimió, pero los labios de Kevin la tranquilizaron, imprimiendo cálidos besos en su frente primero, y después en sus párpados cerrados, mientras seguía acariciándola en la parte más íntima de su ser. Pronto el dolor quedó olvidado ante las increíbles sensaciones que estaba
despertando en ella, y sus caderas comenzaron a levantarse hacia los dedos culpables de aquel maravilloso tormento.
Danielle sintió el aliento de Kevin sobre sus labios justo antes de que susurrara su nombre, abrió los ojos, y se encontró mirándose en los suyos.
Sin apartar la mirada de ella, Kevin se colocó lentamente entre sus piernas.
— No... no dejes de mirarme — le dijo a Danielle jadeante, al ver que iba a bajar la vista.
Ella tragó saliva al sentir segundos después a Kevin del modo más íntimo posible. Se sintió algo nerviosa, pero no dejó de mirarlo a los ojos.
— Allá vamos — murmuró él—. Clávame las uñas si eso te ayuda.
Danielle contuvo el aliento. Kevin arqueó las caderas con cuidado hacia las suyas, y empujó suavemente. La joven, a pesar de que se había prometido que no se mostraría asustada en ningún momento, se tensó.
— Shhh — la tranquilizó Kevin, mirándola con dulzura—. Puedes hacerlo, Danielle, trata de relajarte, intenta que tu cuerpo absorba el mío. Imagínate un pájaro zambulléndose en el agua — le susurró mientras comenzaba a moverse—. Absórbeme, pequeña... tómame... dentro de ti.
Aquellas imágenes resultaban muy excitantes. Danielle bajó la vista al punto donde sus cuerpos se estaban uniendo, y lo que vio la dejó sin aliento.
— No, no mires ahí — le dijo él con suavidad, convencido de que iba a entrarle pánico—. Mírame a mí, Danielle.
Ella volvió a subir la vista hacia el rostro de su marido, pero en sus ojos no había ningún temor. Arqueó la espalda, conteniendo el aliento, y lo miró llena de deseo.
— Oh, Kevin...
Y empujó las caderas, absorbiéndolo. Sintió un dolor punzante, y gritó, pero volvió a empujar hacia él con más fuerza, y entonces la barrera en su interior cedió, dando paso a un alivio exquisito.
Su respiración se tornó rápida y entrecortada, y se formó la más hermosa de las sonrisas en sus labios mientras miraba a Kevin a los ojos.
— Aaah... sí... — jadeó, estremeciéndose al sentir el poder de su masculinidad.
Kevin dejó escapar un suspiro tembloroso, y comenzó a marcar un ritmo suave y sensual.
Mientras sus caderas subían y bajaban, se inclinó para besarla en los labios, y las manos de Danielle descendieron por su espalda hasta alcanzar la parte baja, y permanecieron allí, acariciándolo en
círculos. El se estremeció, y ella volvió a hacerlo.
— Para, Danielle... — le rogó Kevin—, vas a hacerme perder el control...
— Pero yo quiero que lo pierdas... — gimió ella, esbozando una sonrisa y besándolo—. Déjate ir — susurró contra sus labios —, déjate ir, Kevin. No pasará nada, cariño, no vas a hacerme daño...
— ¡Danielle...!
El nombre de la joven había abandonado los labios de Kevin en un gemido atormentado, pero finalmente se dejó convencer, y de pronto comenzó a sacudir sus caderas con más fuerza.
Perdió el miedo a hacerle daño, y los últimos vestigios de control sobre sí mismo se diluyeron en la tremenda necesidad que sentía de satisfacer el deseo que se había acumulado en su interior.
En medio de las oleadas de placer que la estaban inundando, Danielle observó como el torso de Kevin se arqueaba, tensándose completamente, y como su rostro se contraía en la que parecía
la más terrible de las agonías. Echó hacia atrás la cabeza y gritó, convulsionándose con tanta violencia, que Danielle pensó que iba a perder la conciencia.
Cuando se puso rígido y cayó con pesadez sobre ella, la joven todavía estaba temblando por el deseo insatisfecho. Vio que él empezaba a levantar las caderas, como para apartarse de ella, y,
frenética, le hincó las uñas en ellas para mantenerlo contra sí.
— ¡Kevin, no, por favor...! — sollozó.
— Casi has alcanzado el cielo pero no del todo, ¿verdad? — Le susurró Kevin con voz ronca —. Dame tus labios y agárrate, cariño. Voy a satisfacerte por completo.
Danielle alzó el rostro hacia él y este comenzó a besarla, con dulzura primero, y mayor insistencia después, introduciéndole la lengua en la boca una y otra vez mientras sus caderas subían y bajaban lentamente.
Fue cuestión de segundos. Los gemidos de placer de Danielle quedaban ahogados por los labios de Kevin. Estaba sintiendo un placer tal que lo único que podía hacer era aferrarse a su marido mientras aquella cadencia deliciosa la transportó muy lejos, para después quedarse en calma, como una playa después de la tormenta.
Kevin besó los ojos humedecidos de la joven, pero ella no quería dejarlo ir aún.
— Abrázame, Kevin, no te apartes de mí...
— Está bien — le susurró sonriendo exhausto.
Se tumbó de nuevo con cuidado sobre ella, apoyándose en los antebrazos para no depositar todo su peso. Había sido perfecto. Toda aquella preocupación... ¡para nada!, Se dijo sintiéndose
como un tonto.
— Iba a apartarme porque pensaba que estarías incómoda — le dijo suavemente.
— Te quiero, Kevin — murmuró ella, rodeándole el cuello con los brazos y acariciándole la nuca—. Ha sido... me he sentido... como en el cielo...
— Yo también — dijo él con un suspiro—. ¿Estás bien, no te he hecho daño?
— No, no me has hecho ningún daño — le aseguró la joven, mordisqueándole el lóbulo de la oreja—. Y ahora, ¿dejarás de huir de mí?
— ¿Acaso tengo otra elección? — Bromeó Kevin, levantando la cabeza para mirarla, esbozando una sonrisa traviesa—. Te has entregado a mí sin ningún temor — le dijo, casi maravillado.
La joven sonrió también, y se sonrojó profusamente, apartando la vista.
— ¿No te me irás a poner tímida ahora? — Se rió Kevin suavemente, tomándola por la barbilla y buscando sus ojos azules—. Porque hace un rato no lo has sido— le dijo besándola
sensualmente.
— Tampoco tú — murmuró ella.
— Cierto, y no nos ha dado tiempo a tomar ninguna precaución... — apuntó él con la misma sonrisa lobuna.
— A lo mejor me he quedado embarazada — sonrió Danielle.
Esa sonrisa y el modo en que lo había dicho hicieron que el corazón de Kevin diera un salto de alegría.
— Sí, a lo mejor... — asintió, mirándola con dulzura—. Pero hay tiempo, eres muy joven.
— No tan joven... — protestó ella, atrapando sus labios en un beso seductor.
— Sí lo eres — insistió él, haciéndola rodar hacia un lado, mientras le respondía afanosamente.
— Mmm... No, no lo soy...
Y siguieron contradiciéndose entre beso y beso hasta quedarse dormidos el uno en brazos del otro.
Un delicioso olor a tostadas, café, huevos revueltos, bacón y bollos despertó a Danielle. Abrió los ojos soñolienta y vio a Kevin con un albornoz y el cabello mojado.
— He pedido que nos subieran el desayuno — le dijo. Salió un momento al saloncito que daba acceso al dormitorio de la suite, y regresó con un carrito cargado—. Espero que tengas apetito.
— Mmm... estoy muerta de hambre — confesó ella, incorporándose en la cama.
Kevin se acercó y apartó las sábanas, admirándola con ojos posesivos.
— Dios, eres preciosa — farfulló con voz ronca.
— Adulador — murmuró ella, sacándole la lengua.
Él se inclinó hacia ella y comenzó a besarla y acariciarla. Danielle gimió suavemente, y agarró uno de los extremos del albornoz para tirar de él, pero la mano de Kevin la detuvo.
— Primero vamos a desayunar — le dijo con ternura—. Tenemos que recuperar fuerzas.
Danielle apoyó la mejilla en su pecho y suspiró.
— Fue tan maravilloso... — le dijo con una mirada de ensoñación—, tan especial...
— ¿Cómo podría haber sido sino... — respondió él con una sonrisa—, cuando dos personas se aman tanto como nos amamos nosotros?
El corazón de la joven se detuvo.
— Pero yo creía que tú no... — balbució.
— ¿Y entonces por qué iba a casarme contigo, pequeña? — le preguntó él quedamente...
Danielle sentía que se iba a desmayar.
— Yo creía que, al intentar alejarte de mí, estaba evitándote lo que le hice pasar a Louisa sin querer — le confesó Kevin con amargura—, pero ahora comprendo que ella jamás debió amarme.
Tú me has abierto los ojos.
La joven apenas podía respirar. Kevin le acarició la mejilla con una de sus grandes manos.
— Fui un idiota, sacrificando tanto tiempo nuestra felicidad por lo que pensaba que sería lo mejor para los dos. Después de lo que me ocurrió con Louisa estaba aterrado ante la idea de hacerte tanto daño como le hice a ella, pero cuando Randall me dijo que ibas a casarte con él, me volví loco — le dijo con la voz quebrada por la emoción—. Eso para mí fue horrible, pero cuando te atacaron y yo ni siquiera me enteré hasta el día siguiente... Podías haber muerto, y yo ni siquiera había estado allí, contigo. Me sentí fatal cuando pensé que tu último recuerdo de mí habría sido de dolor, por haberte herido como lo había hecho con mi actitud.
Los ojos de Danielle estaban empezando a llenarse de lágrimas. De pronto, por primera vez, pudo ver en el rostro de Kevin lo que sentía por ella, notarlo en su voz...
— Tú... ¡me amas! — exclamó suavemente, como si aún no lo creyera.
— Sí, Danielle, te amo — murmuró él, mirándola a los ojos—. Te amo, te adoro, estoy loco por ti — tomó su rostro entre sus manos y la besó con una ternura infinita—. Eres el aire para mí. Sin ti
no puedo vivir.
— Yo también te amo, Kevin — le dijo ella—, te amaré siempre.
Él volvió a inclinarse, mirándola con ojos brillantes antes de posar sus labios en los de ella con tal adoración, que Danielle se derritió en sus brazos, y el besó siguió y siguió, interminable, sellando el amor que se habían declarado.


imagen.



FIN

niñas aqui les dejo el final de esta nove que ame 
alomejor alguien se pregunta si hare otra Kenielle
talvez mas adelante :)
PD. perdonen la demora :$

3 comentarios:

  1. Awwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwwww :3 no pueden ser mas tiernooooos....
    KENIELLE... LO AMO
    LOS AMO
    LOS AMO
    LOS AMO
    LOS AMO
    TANTO
    TANTO
    TANTO
    TANTO



    OKYA HAHAHA
    AMIGAAA ESTA ES UNA DE MIS FAVORITAS... BUENO,
    EN REALIDAD TODAS SON DE MIS FAVORITAS HAHAHA
    PERO AMO A KENIELLE Y SON TAN LINDOS JUNTOS Y
    EN ESTA NOVE PASARON POR TANTAS ADVERSIDADES Y
    VER QUE AHORA TUVIERON UN FINAL FELIZ ME HACE
    MUY FELIZ
    ME ENCANTO.



    QUE BUENO QUE HALLAS PODIDO REGRESAR Y ESPERO
    QUE AHORA EN TU FAMILIA TODO ESTE UN POCO MAS
    CONTROL Y QUE ESTÉS BIEN Y FELIZ :)
    TE QUIERO MUCHIIIIIIINI, Y GRACIAS POR TUS
    MENCIONES EN TWITTERME HACEN SONREÍR...
    ERES TAN TIERNA :3 QUE TE MANDO UN MILLONAZO
    DE BESOS Y ABRAZOS DE OSO :)

    CHAUUU

    ResponderEliminar
  2. Jooooo!!!!!!
    Te ah quedado genial, te juro morí de la ternurita *.*
    Amo esta nove !!!! :3 lástima que se acabó u.u pero soy feliz con el final feliz que ah tenido xDD
    Bue sigo leyendo :)

    ResponderEliminar