miércoles, 25 de enero de 2012

"Darling enemy" Niley♥cap.15


Se inclinó para besarla una vez más, y Miley notó los salvajes latidos de su corazón y escuchó su respiración jadeante, mientras a ella la invadían una miríada de nuevas sensaciones. Tal y como él había dicho, parecía magia. Le rodeó el cuello con los brazos y enredó los dedos en su cabello rubio.
Sin que Miley supiera cómo había ocurrido ni en qué momento, la otra mano de Nick estaba también bajo su camisa, masajeando y acariciándole el otro seno.
Él interrumpió el beso para buscar sus ojos, pero no dejó de tocarla.
—Parece que tus senos estuvieran hechos para encajar en las palmas de mis manos —murmuró en una voz irreconocible por el deseo—. Quiero mirarte, Miley. Esto no es suficiente...
La idea de sus ojos recorriendo la desnudez de su cuerpo hizo que el corazón se le subiera a la garganta a la joven. Ella también lo quería, pero...
—¿No tendrás miedo? —la picó Nick con dulzura—. Sabes que sería incapaz de hacerte daño, ¿no es verdad?
—Lo sé —respondió ella.
Le acarició el atractivo rostro hipnotizada, trazando el contorno de sus labios, la recta y arrogante nariz, apartó un mechón de cabello de su frente...
—Yo también lo quiero —le confesó—, pero si no te digo ahora que no, seré incapaz de hacerlo. Siento como si estuviera ardiendo por dentro.
—Yo siento lo mismo —le dijo él, aceptando su decisión a regañadientes, y sacando las manos de su camisa con un pesado suspiro. Se apoyó sobre ambos codos, y la miró a los ojos —  Ésta también es la primera vez para mí, ¿sabes?
Teddi esbozó una sonrisa burlona.
—Oh, por supuesto.
Nick se rió, peinando el corto cabello de Miley con los dedos.
—No, lo digo en serio: no he besado ni acariciado a una chica virgen desde que tenía dieciséis años. Y también ha sido la primera vez que he tenido que parar —añadió malicioso.
Miley suspiró para sus adentros, lamentándose de que sólo sintiera atracción física por ella.
—Lo siento —murmuró—. No estoy preparada.
—No tienes que disculparte —le dijo él, trazando una de sus perfectas cejas con el índice —  Dime, Miley, ¿has deseado a un hombre alguna vez?
Ella tragó saliva. Por un instante estuvo tentada contarle lo que le había sucedido a los catorce años, pero aquel era un momento tan perfecto, que no quería estropearlo con amargos recuerdos.
—No —le dijo al cabo de un rato—. Al menos no antes de conocerte a ti.
Nick apoyó su frente en la de ella.
—No es muy sabio confesarle algo así a un hombre en estas circunstancias —farfulló divertido—. Dime, ¿puedes sentir hasta que punto te deseo?
Era bastante difícil no notarlo, pegados como estaban el uno al otro, y Miley se sonrojó profusamente.
—Yo... imagino que muy pocas mujeres te habrán dicho que no —murmuró.
Nick levantó la cabeza para mirarla y enarcó una ceja.
—No soy un play boy, si es lo que estás insinuando.
Miley se rió.
—Tampoco creo que tengas tiempo para serlo — replicó—, con todo lo que trabajas.
Nick jugueteó con un mechón de su oscuro cabello.
—No tengo más remedio. De otro modo habríamos perdido todo cuando mi padre murió. Y tengo que pensar en mi madre, y en Selena —le dijo—. Pero tú tampoco has tenido una vida muy fácil.
—Lo pasé muy mal cuando fallecieron mis padres en el accidente —asintió Miley—, pero tampoco puedo quejarme de cómo me ha ido, y las cosas mejoraron cuando mi tía me mandó al internado y conocí a Selena.
—Excepto por las veces que has venido al rancho y yo me he portado como un bruto contigo — murmuró Nick avergonzado—. Vaya —dijo mirando su reloj y dejando escapar un suspiro—, odio tener que decir esto, pero por desgracia tenemos que volver ya, se está haciendo tarde. Además, esta tarde llega ese dichoso contable de la auditoría —masculló apartándose de ella y sentándose a su lado. De pronto se había quedado mirándola muy serio—. Por cierto, que hay algo que deberías saber de él antes de que llegue.
—¿El qué? —inquirió Miley sonriente mientras se abrochaba la camisa.
Su deslumbrante sonrisa hizo que Nick se sintiera incapaz de decirle lo que le tenía que decir.
—No, déjalo, ya habrá tiempo luego. Vamos — murmuró, se puso de pie y le tendió la mano para ayudarla a levantarse—, volvamos a casa.
Hicieron el camino de regreso en un agradable silencio, y Miley no pudo dejar de albergar la esperanza de que, al llegar al establo, cuando la ayudase a desmontar, la besase una vez más.
Sin embargo, cuando llegaron allí, se encontraron con Taylor y Selena, que venían de la casa.
—Ah, al fin aparecéis —dijo Selena, colgándose del brazo de Taylor y riéndose como si llevara el sol dentro de ella—. Nick, ha venido un hombre a verte. Llamó desde Calgary para decir que ya estaba en el aeropuerto, y mamá fue a recogerlo.
Nick asintió con la cabeza.
—El contable —murmuró, dirigiendo una mirada extraña a Miley—. Bueno, entremos entonces. Será mejor que os lo presente. Al fin y al cabo va a estar aquí unos días.
Dejaron a los caballos a cargo de Happy y fueron hacia la casa.
—Ah, aquí está mi hijo —dijo la señora Jonas cuando entraron en el salón.
El visitante se puso de pie. El hombre, alto, aunque no tanto como Nick, delgado y de pelo castaño, esbozó una sonrisa torcida al ver a Miley, y a la joven, que lo reconoció al instante, se le cayó el alma a los pies. Era Liam Hemsworth, aquel tipo amigo de su tía que estaba obsesionado con ella. El motivo por el que finalmente había aceptado la invitación de Selena en Semana Santa, era que prefería el malhumor de Nick al acoso constante e inexorable de aquella sanguijuela, porque  Liam Hemsworth  no aceptaba un no por respuesta.
Ahora ya sabía quién era el informador secreto de Nick, el que le había estado contando mentiras acerca de su vida y su trabajo... Ahora ya sabía quién lo había envenenado contra ella. Allí estaba el culpable en persona, y con un brillo en los ojos que le decía que su retorcida mente tenía reservadas otras viles artimañas. ¿Y Nick? Nick estaba observando receloso el intercambio de miradas entre ambos.
—¿Cómo le va, señor Jonas? —saludó Liam a Nick. Y luego, volviéndose a ella, le dijo riéndose—  El mundo es un pañuelo, ¿eh, Miley? —y, para indignación de ella, tuvo la desfachatez de acercarse y besarla en la mejilla—. ¿Qué está haciendo aquí mi chica? — inquirió, pasándole con frescura un brazo por los hombros y atrayéndola hacia sí.
........................................................................................SOY MALA JAJAJJJAJA HASTA AQUI LO DEJARA POR HOY PERO MAÑANA SUBIRE MAS

1 comentario:

  1. HAY DIOS !!!!!!! COMO SE TE OCURRRE DEJAR HAY LA NOVE?????? QUERES QUE ME MUERA O QUE?????? PORFA SEGUILA!!! AUNQUE SEA UN ADELANTO O ALGO!!! ME VA A DAR UN INFARTO JAJA , SEGUILA PRONTO SI?? , BESOTES!!!

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