Miley Cyrus se movió una vez más. Llevaba más de cuatro horas sentada en esa dura silla de metal, preguntándose cuándo terminaría el tormento. Estaba sola en una habitación pequeña y aséptica…
Cualquier director de series de policías se hubiera sentido orgulloso.Ese mismo día, unas horas antes, estaba nerviosa y feliz, porque volvía a Inglaterra, a su casa, por primera vez en seis años.
Había tenido que hacer una cola muy larga en los controles y, al llegar a la cabina del control de pasaportes, un agente la había dirigido hacia los perros.
No había encontrado motivos para preocuparse, no obstante… Estaban registrando a muchos otros. En ese momento pensaba en Demi, en el regalo de boda que les había comprado a Joe y a ella en Tailandia… Y entonces uno de los agentes auxiliares le había sacado una bolsa de plástico de su maxibolso y le había preguntado si era suya. No se acordaba… Esa era la verdad.
–No lo sé –le había contestado.
–Entonces tendrá que venir por aquí –el agente había señalado un pasillo largo, bien iluminado.
Y ella se preguntaba adónde habrían ido los dos agentes de aduanas.
Tampoco era que los echara de menos, no obstante. El más joven, uno de esos babosos insoportables, apenas la miraba a la cara y amenazaba con deportarla a Tailandia si no empezaba a cooperar.
Una gran ironía, pues desde su llegada no había hecho otra cosa.
Sí. El maxibolso multicolor era suyo. No. No la había dejado sola en ningún sitio. Sí. Un amigo había estado en su habitación del hotel la noche en que había hecho la maleta. No. No creía que hubiera podido acercarse a sus pertenencias. No. No. No. Los viales de plástico llenos de éxtasis y cocaína no eran suyos. Casi le había dado un ataque al corazón al oír aquella pregunta.
Tenía que ser un error.
–No es ningún error, señora –le había dicho el agente que era más amable.
Un sudor frío le había bajado por la nuca… Después la habían interrogado durante horas acerca de su paso por el aeropuerto de Suvarnabhumi… Le habían preguntado una y otra vez por qué había ido a Tailandia y después se habían marchado, para hablar con los que estaban detrás del espejo. Sabía que sospechaban de Jonah Loft, uno de los chicos que trabajaba en la película cuyo contrato acababa de cerrar, pero solo porque había estado en su
habitación justo antes de que ella saliera rumbo al aeropuerto. Se sentía muy mal por él. Había conocido a Jonah en Nueva York, en un centro de rehabilitación en el que trabajaba como voluntaria, y a las autoridades no les llevaría mucho tiempo enterarse de sus problemas con las drogas.
Afortunadamente, no obstante, ya lo había superado, pero ella también sabía que la falta de confianza podría desencadenar una recaída. Y era por eso precisamente que le había conseguido un empleo en la película. Había querido darle una segunda oportunidad, pero cuando descubrieran que ella misma le
había dado trabajo, no sería nada bueno para ninguno de los dos.
Ella sabía, sin embargo, que él jamás le hubiera hecho algo así.
Siempre le había estado muy agradecido, y deseaba seguir limpio.
Miley suspiró. Cuatro horas y veintiocho minutos.
Tenía el trasero entumecido, así que se estiró en la silla, preguntándose si podía levantarse y caminar un poco. Hasta ese momento no lo había hecho, y tenía los músculos de los muslos agarrotados. Se frotó las sienes y trató de aliviar el dolor de cabeza.
Solo esperaba que hubieran contactado con Demi. No quería dejar de asistir a su boda sin haberle dado una explicación, aunque probablemente se preocupara más sabiendo el motivo por el cual no podía ir. Miley rezó porque no le dijera nada a su insoportable hermano.
Lo último que necesitaba era ver a Nicholas Jonas, tan prepotente y exquisito como siempre, interesándose por su situación. Se suponía que era unos de los mejores abogados, pero ella no guardaba muy buen recuerdo de él, exceptuando aquellos maravillosos diez minutos en una fiesta de cumpleaños.
Seguramente a esas alturas ya debía de odiarla. Nick Jonas le había hecho daño, besándola y después ignorándola durante el resto de la noche como si no existiera… Y justo cuando pensaba que su corazón adolescente no podía romperse más, había vuelto a verle en el despacho de su padre mientras trataba de terminar con una fiesta privada de … Nick había sacado una conclusión equivocada. Le había echado la culpa de todo, a ella y a las «de su clase». La había echado de la casa. Mirándolo de forma retrospectiva, podía ver que debería haberle dado las gracias. Al menos se había molestado
en pedirle al chófer que la llevara de vuelta a Londres… Pero estaba demasiado dolida, con el corazón roto en mil pedazos. Aquella fantasía infantil del amor de su vida estaba hecha añicos.
Ni siquiera podía imaginar cómo había llegado a pensar algo así.
Provenían de mundos muy distintos… Y él nunca le había tenido mucho aprecio. Jamás se había molestado en esconder el profundo desprecio que sentía por ella, y por sus padres, dos celebridades hippies, muertos por sobredosis. Pero ella nunca le había dejado ver el daño que le hacía. Tenía orgullo, y las palabras de su difunto padre retumbaban en su cabeza una y otra vez.
«Que nunca vean que te importa, cariño…», solía decirle.
Solo se refería a las críticas de música, pero ella nunca había olvidado aquel sabio consejo que la había mantenido a flote en los momentos más difíciles, llenos de dudas y especulación.
De repente oyó el chirrido metálico de la puerta. Levantó la vista.
El malo de los agentes acababa de entrar. Llevaba una sonrisa
condescendiente en los labios. Se sentó frente a ella y arqueó una ceja.
–Es una chica con mucha suerte, señorita Wild –le dijo, hablándole con un fuerte acento cockney–. Parece que la van a soltar.
Miley le miró con un gesto impasible, parpadeando bajo las luces fluorescentes, sin revelar emoción alguna. El agente empezó a golpear la mesa de forma rítmica con algo que parecía un informe mecanografiado. Seguía mirándole los pechos, como antes. Los hombres como él estaba en todas partes. Una rubia con una cara y un cuerpo bonitos tenía que ser necesariamente fácil para ellos.
Aquel tipo parecía un aspirante a marine, con ese peinado, rapado por los laterales y plano por arriba… Debería haberse unido al circo… No había madera de Príncipe Azul en él, pero aunque la hubiera habido, Miley jamás le hubiera encontrado sugerente… Aunque hiciera películas románticas con finales felices, lo de los cuentos de hadas no era para ella; no después de la experiencia de su madre con Johnny Wild…
–Muy bien –dijo el aspirante a marine con una sonrisa irónica–.
Ustedes las celebridades siempre tienen buenos contactos… Y después es todo pan comido. De haber sido por mí, la hubiera mandado de vuelta a Tailandia, pero por suerte para usted, no depende de mí… Firme esto –le puso el documento delante.
–¿Qué es? –Las condiciones de su puesta en libertad.
¿Puesta en libertad? ¿La iban a soltar? Con el corazón desbocado, Miley se inclinó, casi a cámara lenta, y miró los papeles. No podía creerse que fuera a ser verdad. Temblaba tanto que las palabras bailaban sobre el papel.
Cuando la puerta volvió a abrirse por segunda vez ni siquiera se molestó en levantar la vista. Dio por sentado que debía de ser el otro agente y volvió a mirar el papel. De repente sintió un escalofrío en la nuca… Una voz masculina y grave le robó el aliento…
–Verás que todo está correcto, cielo, así que firma y salgamos de aquí.
Miley cerró los ojos con fuerza. Sintió que la cabeza le iba a estallar de tanto dolor… Hubiera reconocido esa voz en cualquier sitio… Esperó a que desaparecieran las chiribitas y abrió los ojos nuevamente. La pesadilla no había terminado, sino que había ido a peor… Un giro inesperado.
Demi había recibido el mensaje, pero también había hecho exactamente lo que temía. Había acudido a su hermano en busca de ayuda.
niñas chulas de mi vida aki esta el regalo de navidad!!!!
como se lo pasaron??? espero qe super genial como me lo pase yo con mis seres amados sigo disfrutando y doy gracias a Dios!
espero sus vidas esten llenas de bendiciones
le doy muchas gracias a Dios por ustdes qe ponen una sonrisa en mi rostro!!!
las amo♥♥
amigaaa Mayii gracias por mi regalote!!!
que mas quisiera yo subir 10 capis de una nove pero si hago eso se me acaba la nove jajajajajjajaja
espero pronto lo pueda hacer esta semana qe tengo vacaciones!!!!!!
las AMODOROOO!!!!!♥♥♥
FELIZ NAVIDAD!!!
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